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Probamos el Mazda 6 para contarte por qué estamos ante el mejor Mazda de la última década

Siempre he pensado que el coche perfecto, en términos abstractos y generales, no existe. Ni tampoco el mejor coche de todos. Probablemente exista un coche perfecto por cada conductor y por cada cliente que acude a un concesionario. Pero sí tengo muy claro cuál es el mejor coche de Mazda. O al menos sé cuál es el coche que mejor define la transformación que ha vivido la marca en los últimos seis años y dispone de cualidades suficientes para cumplir con uno de los grandes objetivos de Mazda, convencernos de que hay vida más allá de las premium alemanas. Y ese coche no es otro que el Mazda 6. Y a la espera de la presentación de una nueva actualización que llegará a los concesionarios el año que viene, hemos decidido ponernos a los mandos del Mazda 6 para contaros por qué este es el mejor coche de Mazda.

Resulta interesante empezar hablando de la primera impresión que nos provoca este Mazda 6, y cualquier otro coche, la visual, su estética. Es curioso que durante años hayamos criticado a los alemanes constantemente por no arriesgar en sus diseños y mantenerlos durante demasiado tiempo. Y que hoy nos parezca un acierto que la estética que el Mazda 6 estrenó en su lanzamiento en 2013, no solo no haya cambiado demasiado, sino que vaya a mantenerse en el nuevo Mazda 6 que llegará a los concesionarios el año que viene y que según la marca ha sido «completamente rediseñado».

Os contamos esto porque a nuestro juicio esa es una de las grandes virtudes de este Mazda 6. Mazda aplicó su nuevo lenguaje de diseño en este coche y consiguió que alcanzara su máximo esplendor en él, junto con el Mazda MX-5. Hoy en día no solo nos sigue pareciendo un coche atractivo, y muy bonito, sino que creemos que nos seguirá pareciendo tan moderno como ahora dentro de tres o cuatro años. Y eso no es fácil de conseguir y aún menos si reflexionamos y contemplamos la tradición de los fabricantes japoneses.

El Mazda 6 es uno de los productos cuya estética ha envejecido mejor, y Mazda no necesita un cambio radical para la filosofía de diseño que estrenó con la primera generación del CX-5

Aunque insistimos en que el Mazda 6 es el mejor producto, a nuestro juicio, de Mazda, por desgracia no es el más adecuado en estos momentos para responder a la demanda de un mercado en el que los SUV se han convertido en los coches más demandados por los clientes. El sedán es muy importante para Mazda en otros mercados. En España, más de la mitad de los Mazda que se venden son SUV. Mazda CX-5 y Mazda CX-3 son los grandes responsables de la progresión que ha seguido la marca en nuestro país y de que este se haya convertido en uno de los mercados europeos en los que más crecen.

Pero el Mazda 6 tiene una ventaja que va más allá de las ventas. Pocos productos son tan interesantes cuando un fabricante quiere medirse de tú a tú con marcas como Audi, BMW o Mercedes-Benz, como un sedán, el gran feudo de las premium alemanas.

Y os podemos asegurar que si hay un Mazda que pueda medirse con todas ellas, ese es el Mazda 6.

Aunque comercialmente el Mazda 6 no sea tan importante como los SUV de la marca en España, sí es el producto que mejor refleja el objetivo de Mazda, medirse de tú a tú con las premium alemanas

Habrá cuestiones de diseño que nos gusten más o menos. La solución del sistema de entretenimiento tipo tablet, sobre el salpicadero, puede ser una de las más polémicas. Sabemos que Mazda romperá con ella muy probablemente con el lanzamiento del nuevo Mazda 3 en 2019. Pero esta es una crítica que bien podríamos hacer, como a Mazda, a sus rivales. Lo que sí sabemos es que, desde la versión más básica, la calidad percibida de un Mazda 6 no tiene nada que envidiar a la de muchas premium y en aspectos concretos, incluso puede superarles.

También hay que decir que lo que ves en estas imágenes, y para seros honestos, no es un Mazda 6 básico con un acabado Style+ (el que se promociona desde 23.180€). Esas molduras cromadas en salpicadero y consola central las veremos a partir de Luxury (desde 34.495€ de tarifa), los tapizados de piel en asientos, salpicadero y puertas en Luxury Premium (desde 36.795€) y el cuero blanco, que nos encanta, es opcional.

Un Mazda 6 bien equipado tiene precios próximos a un premium, pero en muchos casos en el Mazda la calidad percibida es superior

Si optamos por un Mazda 6 full-equipe/ nos encontraremos con unos acabados exquisitos e inserciones de piel que conseguirían sonrojar a alguna marca que se considera premium.

Dicho lo cual, el Mazda 6 puede equipararse como sus rivales alemanes. Pero como consecuencia de ello, si lo que buscas es un Mazda 6 full equipe sé consciente de que la factura también va a alcanzar cifras más cercanas a una premium alemana. Pero eso, sinceramente, es algo que también nos sucederá si buscamos una versión muy bien equipada, y con la máxima calidad, en un Renault Talismán, o en un Volkswagen Passat.

Por su arquitectura, el Mazda 6 puede estar un punto por debajo en deportividad de un BMW o un Mercedes-Benz, que con su tracción trasera pueden conectar algo más con el conductor que busque ese puntillo de deportividad. Pero en confort, o calidad de rodadura, sinceramente no creemos que no esté al nivel de Audi A4, BMW Serie 3 o Mercedes Clase C. Y a nuestro juicio el Mazda tiene algo que nos gusta mucho más que lo que pueden ofrecernos las alemanas, sus motores.

En un momento en que los diésel están cada vez más denostados, Mazda ofrece un diésel 2.2 SKYACTIV-D que presume de ser mucho más limpio que los ofrecidos por otros fabricantes, por un mejor control de la combustión, y prescindiendo de complejos sistemas anticontaminación. No entraremos en profundidad en este tema y para eso os remito a nuestro artículo «nadando contracorriente, así entiende la eficiencia Mazda«.

Uno de los apartados en los que este Mazda 6 destaca, sobre sus rivales, y es un detalle que a menudo se nos pasa por alto porque no lo vemos, es el de sus motores SKYACTIV

Este SKYACTIV-D es muy probablemente el diésel de cuatro cilindros que más nos ha gustado de cuantos se comercializan actualmente. Nos gusta, porque es el menos diésel de los motores que hemos probado recientemente. ¿Y qué significa eso? Significa que aún contando con bastante par a bajo y medio régimen, aún puede estirarse sin agotarse, sin sonar como un tractor estropeado, hasta muy cerca de la zona roja del cuentavueltas, por encima de las 5.000 rpm. El rendimiento de este motor es excelente y hoy en día incluso sorprendente. Y eso se lo debemos a las soluciones técnicas aplicadas por Mazda, y a su filosofía, como la de recurrir a una relación de compresión inusitadamente baja, y una cilindrada muy alta, de 2.2 litros.

Al hilo de la cilindrada surge un tema interesante. Tendríamos que hacer una comparativa en igualdad de condiciones, y con mucho rigor, para determinar si este Mazda 6 consume más, o menos, que los premium anteriormente mencionados. Y ojo, porque los consumos de los diésel de estos productos son ínfimos. Pero sí podemos aseguraros que la diferencia, de existir, será mínima.

No es muy complicado estar en los 5 litros/100 kilómetros, o ligeramente por debajo, a velocidades legales en carretera. Como tampoco estar en cifras en el orden – por encima – de esos 5 litros/100 kilómetros en trayectos urbanos. Así lo comprobamos con el SKYACTIV-D de 175 CV de potencia, manual, que probamos. Y así os habló de ello mi compañero David Artés en una prueba del Mazda 6 mucho más profunda que publicamos en 2013. Desde entonces, el Mazda 6 recibió una actualización. Pero no creemos que los cambios que recibiera en esta fueran tan decisivos como para que aquellas impresiones no tengan validez actualmente.

Al respecto de sus motores de gasolina, los SKYACTIV-G, tenemos opiniones encontradas. Mazda recurre de nuevo a bloques de gran cilindrada, y con una relación de compresión altísima. Pese a todo ello, Mazda promete consumos reales similares a los de sus rivales. Lo más sorprendente, y quizás lo que más nos guste, es que sigan apostando por motores atmosféricos, sin turbo.

Al contar con un motor de gasolina atmosférico Mazda puede ofrecer una suavidad, y una capacidad para estirar hasta la parte alta del cuentavueltas sin que se agoten, que no encontramos en los turbo de sus rivales, más pequeños, y puntiagudos, alcanzando su máximo rendimiento a régimen medio y agotándose progresivamente y mucho antes de acercarse a la zona roja del cuentarrevoluciones.

Esto nos encanta, pero también tiene un defecto. Has de olvidarte de la conducción de diésel, de cambiar de marcha a un régimen medio. De otra forma, y si no aprovechas bien el cambio, pensarás que este coche tiene menos potencia de la que homologa. Para sacar todo el rendimiento de este motor has de estirar las marchas, y jugar con el cambio. Y eso nos sigue gustando a algunos quemadillos, pero entendemos pueda ser un problema para conductores que están acostumbrados a conducir diésel, o motores de gasolina turbo modernos.

Aunque el sedán, desde un punto de vista muy subjetivo, sea para mí el más bonito, no debemos olvidarnos del Mazda 6 Wagon, el familiar. Si os estamos contando que en muchos aspectos el Mazda 6 está a la altura de las premium y a un nivel alto en comparación con el grueso de las generalistas, esas cualidades se magnifican cuando hablamos del familiar. Empezando por un hecho muy interesante, y una política comercial de Mazda que, sinceramente, nos parece muy acertada. El familiar cuesta exactamente lo mismo que el sedán.

Y eso supone una ventaja competitiva enorme para el Mazda 6 Wagon, y un argumento de ventas muy interesante para el que busque un familiar. Porque a la hora de buscar un familiar derivado de un sedán de estas características, como mínimo vamos a encontrarnos con que el familiar es entre 1.000 y 2.000 euros más caro.

El Mazda 6 Wagon, el familiar, es una compra aún más inteligente y competitiva con respecto a sus rivales, porque la carrocería familiar no tiene sobrecoste, y su precio es exactamente el mismo que en el Sedán

Para terminar, un último apunte acerca del precio del Mazda 6, y de la unidad probada. Actualmente hay promociones que nos proponen un Mazda 6 SKYACTIV-G 2.0 con 145 CV y acabado Style+ por 23.180€. Oferta que incluye financiación de la compra.

El Mazda 6 Sedán de nuestra prueba es un SKYACTIV-D de 175 CV de potencia con acabado Luxury Premium, que ya arranca en 36.795€. Si quieres el acabado de pintura Soul Red que ves en estas fotografías que, si os soy honesto, me encanta, has de sumar 670€. Incluyendo el cuero blanco, nos vamos a 37.615€. Pero no habrá mucho más que configurar, porque ya nos llevaremos un Mazda 6 equipado con ajustes de asientos eléctricos, navegador, pantalla táctil de 7″, Bluetooth, climatizador bizona, control de crucero, cámara de visión trasera, Head-Up Display, sensor de lluvia, luces y aparcamiento, faros LED adaptativos, detector de fatiga, control de ángulo muerto, asistente de arranque en pendiente, reconocimiento de señales de tráfico, asistencia de frenada con reconocimiento de peatones, y avisador de cambio involuntario de carril.

Por último, solo recordaros que en los próximos días seguiremos hablando largo y tendido del Mazda 6. Y no solo de esta generación, y esta prueba, sino también del nuevo Mazda 6 que se presentará en los próximos días, para aterrizar en los concesionarios el año que viene.

Más imágenes del Mazda 6:

Logo de la marca mazda Mazda 6
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El Mazda 6 es una berlina grande de 4 puertas que se ofrece también en versión familiar (Wagon). Si te gusta conducir, este puede ser tu coche.

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