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Mazda y los amantes del motor rotativo guardan luto

Pocas historias que os hayamos contado reflejan mejor la filosofía japonesa, y valores como el honor, la lealtad y la justicia, que la del motor rotativo de Mazda. Félix Wankel vislumbró la idea de un motor de combustión interna basado en un movimiento rotativo, sin pistones, y lo desarrolló. Mazda tomó la decisión de apostar por aquella tecnología, y dispuso de un equipo de ingenieros que aterrizó en Europa para resolver los problemas técnicos que impidieron a los alemanes llevar a la práctica el motor rotativo. Y lo consiguieron. Hoy Mazda, y los amantes del motor rotativo, hemos de guardar luto. Ha fallecido Kenichi Yamamoto, el responsable de desarrollo de Mazda que, como cuenta la leyenda, dispuso de 47 jóvenes, de 47 samuráis, para desarrollar una de las tecnologías más fascinantes para aquellos que amamos la automoción y la ingeniería.

Kenichi Yamamoto y Mazda son, por otro lado, dos ejemplos de la recuperación de una nación y, sobre todo dos ciudades, devastadas tras la segunda gran guerra, y el empleo de una nueva generación de armamento bélico, capaces de volatilizar ciudades enteras, y de acabar con la vida de cientos de miles de personas en cuestión de segundos.

Tras la rendición del Gran Imperio del Japón, Yamamoto, que tras graduarse en Tokio había trabajado como muchos otros jóvenes en la maquinaria bélica del país, en una factoría de aviones de combate, regresó a Hiroshima para ayudar a su familia, comprobando que su hermana había fallecido en el triste ataque del 6 de agosto, y sus padres arrastraban las consecuencias de la radiación. Ver artículo en Automotive News.

Kenichi Yamamoto desarrolló su carrera profesional en la Toyo Kogyo, que más tarde pasaría a convertirse Mazda, de la recuperación tras la Segunda Guerra Mundial y el bombardeo de Hiroshima

A su regreso a Hiroshima, Kenichi Yamamoto se unió a la Toyo Kogyo como operario de una fábrica que producía transmisiones para una suerte de moto-carro de tres ruedas. Al parecer, sus contribuciones para mejorar los procesos de producción, y su visión de la ingeniería, le llevarían a ascender rápidamente a puestos de administración y a responsabilizarse del desarrollo del nuevo motor de la empresa que más tarde pasaríamos a conocer como Mazda.

Su contribución al crecimiento de Toyo Kogyo sería clave para que, en un momento tan importante como la apuesta por el desarrollo del motor rotativo, la empresa confiara en Yamamoto, que fue el encargado de liderar un proyecto de colaboración tecnológica con Audi NSU para lanzar vehículos con el motor rotativo de Félix Wankel.

Kenichi Yamamoto acabaría presidiendo la marca, en un periodo tan importante como el del nacimiento del Miata, el Mazda MX-5. Se cuenta que Gai Arai, responsable de Investigación y Desarrollo de la marca, dijo a Yamamoto que «el deportivo británico más tradicional había muerto» y que «alguien debía construir un roadster económico y ligero que ocupara su lugar». Y así decidieron el nacimiento del que hoy en día puede considerarse como el descapotable más popular del mundo.

Kenichi Yamamoto fue el encargado de liderar el desarrollo del motor rotativo y clave en la decisión de desarrollar el Miata, el Mazda MX-5, el que acabaría convirtiéndose en el descapotable más popular del mundo

Kenichi Yamamoto habría fallecido esta semana, a sus 95 años. Pero su legado seguirá con nosotros por muchos años. Nos acordaremos de él cada vez que veamos un Mazda MX-5 por la calle, o cada vez que veamos cualquier otro Mazda moderno. Porque la Mazda de los últimos años, la que ha apostado por una línea muy personal para su tecnología, especialmente en lo que respecta a motores, no es otra cosa que la consecuencia de la semilla que sembraron Yamamoto y otros muchos jóvenes japoneses que contribuyeron a la recuperación de una nación devastada y humillada tras la guerra. Nos acordaremos de él el día que regrese el motor rotativo, si es que regresa, aunque su aplicación sea muy diferente a la que inicialmente se planteó para aquel primer Cosmo, o para los Mazda RX-8 modernos.

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