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Puristas, mirad a otro lado: esta es la historia de los Mercedes 300 SL clásicos modificados por AMG

Hasta el año 2005, AMG era una entidad independiente a Mercedes. Aunque siempre estuvo estrechamente vinculada a la marca de la estrella – sus fundadores eran ingenieros de Mercedes, al fin y al cabo – era una empresa con completa independencia, capaz de llevar a cabo cualquier tipo de proyecto. Hace poco os hablamos de una furgoneta Mercedes MB 100 D preparada por AMG, y los de Affalterbach incluso llegaron a modificar un Mitsubishi Debonair. Lo que quizá no sabías es que transformaron y modernizaron más de una decena de Mercedes 300 SL clásicos, para horror de muchos puristas. Esta es su historia.

El pecado original: transplantarle un V8 en 1974

Es uno de los coches más oscuros de AMG, y es una de las preparaciones de las que más ha costado encontrar información. Sabemos que sólo se construyó una unidad, y que la idea de AMG era acercar las prestaciones de la época a un coche que ya en los años 70 era un clásico. Siguiendo su clásica actitud rebelde e irreverente, en AMG decidieron instalar bajo el capó del Mercedes 300 SL un enorme V8 de 4,5 litros, procedente de un Mercedes 450 SE. Su ideal original era instalar en sus entrañas el V8 de 6,3 litros y 250 CV de un Mercedes 300 SEL 6.3, pero era demasiado grande para el vano motor del «alas de gaviota».

Si a su bajo peso, su carrocería de aluminio y su tamaño compacto asociamos un V8 de 4,5 litros, el resultado es un verdadero misil tierra-tierra.

Por supuesto, tampoco se conformaron con dejar de serie el motor, aumentaron su potencia hasta los 280 CV. El interior del coche fue actualizado, con asientos deportivos, la instrumentación de un 450 SE y un volante más moderno. Exteriormente, AMG trató de actualizar la estética del coche, instalándole un enorme spoiler frontal, además de pintando faros, taloneras, calandra y branquias laterales en color negro. Le instalaron las clásicas llantas de las berlinas Mercedes de la época – no habrían desentonado en un W116 – y las calzaron con neumáticos deportivos de ancho y perfil generosos. Todo un restomod, ideado hace ya 43 años.

El coche fue captado en vídeo recientemente, tanto por dentro como por fuera – es el único vídeo que hemos encontrado en Internet de esta unidad tan especial .Está en perfectas condiciones y parece estar matriculado en Suiza. Por desgracia, apenas hemos podido encontrar datos que nos confirmen sus prestaciones o más características técnicas. El coche apareció en varias revistas alemanas en la época, entre ellas la Motor Revue 74/75 de auto, motor und sport, la revista de coches alemana por excelencia. Si conseguimos hacernos con un ejemplar, os prometemos que os haremos saber todos los detalles de este coche.

AMG vuelve a pecar: fabrica once 300 SL con motores 6.0 V8 entre 1996 y 2009

En los años 70, el Mercedes 300 SL era un deportivo entrado en años, y retenía algo de valor, pero no era ni mucho menos un coche de segunda mano caro. En los años 90, los Mercedes 300 SL «alas de gaviota» eran ya clásicos reconocidos, valores en alza con precios ya entrados en las seis cifras con comodidad. Esto no impidió a AMG crear nada menos que once Mercedes 300 SL modernizados, usando el mismo motor 6.0 V8 de 380 CV del Mercedes E 60 AMG W210. De las once unidades construidas, ocho fueron coupés y tres fueron descapotables – de los cuales cinco fueron encargados por la familia real de Brunei.

Cada unidad era testada por los ingenieros de AMG en pista, comprobando su perfecto rendimiento mecánico.

El coste de cada conversión superaba el millón de euros, y además de recibir un motor moderno de altas prestaciones, tenían trenes de rodaje completamente actualizados, con nuevas suspensiones, diferenciales o ejes. Sin ir más lejos, su equipo de frenado procedía de un Mercedes C 36 AMG, y de un Mercedes Clase E AMG extrajeron componentes del tren trasero y el sistema de dirección asistida. Bilstein firmó las nuevas suspensiones, y todos compartían una caja de cambios automática de cuatro relaciones. Con todo, para distinguirlos exteriormente era necesario fijarse sus llantas AMG de 18 pulgadas, calzadas con neumáticos deportivos de perfil bajo.

Los espejos retrovisores también eran diferentes, en clara discordancia con el diseño del coche. El interior de estos Mercedes 300 SL fue completamente actualizado, con nuevos asientos deportivos Recaro, climatizador, volante o instrumentación modernos. El equipo de sonido tiene un aspecto vintage, pero esconde un cargador de 6 discos compactos. Los paneles de puertas y techo estaban forrados en cuero y Alcantara. Solo se retuvo la forma general de parte del salpicadero, perdiendo ese encanto clásico. Personalmente, hay algo en este Mercedes 300 SL AMG que no me acaba de convencer, y no tengo claro qué es.

Técnicamente, no fueron creados por AMG, sino por HWA. Es una filial de AMG con más libertad para llevar a cabo proyectos paralelos, como preparaciones o coches de carreras.

Sus llantas y espejos retrovisores «no pegan ni con cola», y el uso de una mecánica tan moderna no acaba de sentarme del todo bien. ¿No podrían haber escogido un seis cilindros en línea más moderno o haber instalado una caja de cambios manual en vez de automática? Si queréis que el sacrilegio sea máximo, os recordamos que un tal Nigo, el diseñador de una marca de ropa llamada Bape General, encargó uno de los once Mercedes 300 SL preparados por AMG/HWA y lo envolvió en un vinilo que imita el típico camuflaje militar. No quiero ensuciar el artículo, así que vosotros mismos vedlo en este enlace.

Fuente: C&D | Mercedesblog
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