Mercedes-Benz es una de las más marcas con más tradición en la fabricación de coches blindados para sus clientes más distinguidos, como jefes de estado, altos ejecutivos o los más «exóticos» dictadores, comenzando dicha tradición en 1928 con el Nürburg 460 y posteriormente con los «Grand Mercedes» 500 y 770 que comenzaría a modificar. Así pues, la llegada del nuevo Clase S Guard era cuestión de tiempo y estas son su cartas de presentación: certificación VPAM VR10, motor V12 de 612 CV y más de medio millón de euros como precio base.
En concreto, la versión elegida por la firma de la estrella es el S 680 GUARD 4MATIC, que como novedad estrena la tracción integral, y que aunque toma como base la mecánica V12 biturbo usada en las versiones de producción, cuenta con modificaciones en los turbocompresores, el colector de escape y el sistema de admisión, en parte con el objetivo de aumentar su fiabilidad en todas las circunstancias.
Así pues, el bloque de seis litros desarrolla una potencia de 612 CV y 830 Nm de par, unas cifras impresionantes, pero que además de mover las más de dos toneladas de peso del buque insignia de los de Stuttgart, también debe hacer frente al peso añadido del blindaje, motivos por los cuales la velocidad máxima se ha limitado electrónicamente a 190 km/h.
Una de las claves del Clase S Guard es seguir manteniendo la apariencia y usabilidad
Sin embargo, lo más importante y lo que más curiosidad despierta este Clase S GUARD son las modificaciones en materia de seguridad que incorpora. Según ha contado la marca, la propia carrocería ya cuenta con zonas reforzadas en las que se le ha añadido «una capa» extra de acero y materiales compuestos con el objetivo de crear un habitáculo impenetrable, realizando en aluminio prácticamente todos los paneles externos de la carrocería para conseguir la misma apariencia que un Clase S convencional.
Asimismo, las ventanillas blindadas están compuestas por múltiples capas de policarbonato y son capaces de resistir los impactos de bala de un rifle de asalto. Además, debido al peso de las mismas, se ha prescindido del típico motor eléctrico para el elevalunas apostando por un sistema hidráulico en cada puerta (a diferencia del conocido 600 Pullman, que recurría a un circuito general para todos los componentes). Pero esto implica otra ventaja, y es que en caso de un fallo eléctrico, siempre será posible subir la ventanilla (o bajarla para poder escapar).
Igualmente, para poder abrir y cerrar las puertas con comodidad dado su peso, también se ha incluido una asistencia que hace uso de unos hidráulicos similares a los que suelen encontrarse en los capós o maleteros.
A todo ello se suman otros gadgets, como el equipo de extinción de incendios, el aporte de oxígeno al interior o los neumáticos especiales firmados por Michelin que le permiten circular 30 km totalmente destrozados, así como las habituales sirenas, sistemas de megafonía o alarmas que suelen instalar.
El Clase S Guard ha superado varias pruebas con la máxima puntuación
Pero este Mercedes no es el coche más seguro sobre el papel, sino que también lo ha demostrado superando varias pruebas llevadas a cabo por organismos independientes y alcanzando la máxima calificación. De hecho, para estos ensayos se han empleado unos dummies especiales que llegan a simular los huesos del cuerpo humano y tejidos blandos de forma que la información obtenida es mucho más precisa que la proporcionada por meros sensores de aceleración.
Mercedes tiene previsto presentar en sociedad el S 680 GUARD 4MATIC en el IAA de Múnich este mes de septiembre, llegando a los concesionarios con un precio base de 457.100 € a los que se le deben añadir todos los impuestos correspondientes.
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