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Así entendía el coche eléctrico Mercedes-Benz hace diez años

A menudo disfrutamos practicando un ejercicio de retrospección, de analizar cómo los fabricantes veían su futuro en el pasado, y cómo finalmente han evolucionado hasta lo que son hoy en día. Hace diez años ya se hablaba largo y tendido de coches eléctricos, aunque no en los términos actuales. Por aquel entonces, Mercedes-Benz pensaba en todo lo que podía aportar una plataforma específica para coches eléctricos. También en cómo hacer que esa plataforma sirviera para diferentes tecnologías eléctricas, de baterías, de hidrógeno, e incluso con extensores de autonomía. Así entendía el coche eléctrico Mercedes-Benz hace diez años.

El coche eléctrico de baterías y el hidrógeno

Aunque actualmente el coche eléctrico del que más se habla es el de baterías, aún hay dudas acerca del papel que ha de jugar el hidrógeno en la transición energética del sector del automóvil. Mercedes-Benz ha seguido apostando por el hidrógeno (véase el Mercedes GLC F-CELL), aunque su batalla principal se centra actualmente en los eléctricos de baterías.

El prototipo presentado en 2009, y que ilustra esta entrada, el Mercedes-Benz BlueZERO Concept, proponía una plataforma versátil y optimizada precisamente para soluciones eléctricas a baterías e hidrógeno.

Diez años después, Mercedes-Benz sigue invirtiendo en el hidrógeno, pero el coche eléctrico que dibuja su futuro es el de baterías

Mercedes Bluezero Concept Coche Electrico 04

Imágenes del Mercedes BlueZERO Concept.

El empleo de una plataforma dedicada para coches eléctricos tiene mucho sentido. Al desarrollar un automóvil reservando un espacio precioso, generalmente en su base, para instalar baterías, o contenedores presurizados de hidrógeno, se puede optimizar el espacio para conseguir un habitáculo práctico.

El prototipo Mercedes BlueZero Concept constaría de tres versiones, todas ellas eléctricas. Inicialmente, un E-Cell con baterías de 35 kWh, para recorrer unos 200 kilómetros con una única carga. El E-Cell Plus incorporaba además un pequeño motor de gasolina, pensado como generador, para recargar las baterías y alcanzar una autonomía cercana a los 600 kilómetros. El F-Cell sería la versión que alimentaría su motor eléctrico mediante una pila de combustible, consumiendo hidrógeno, alcanzando una autonomía en el entorno de los 400 kilómetros.

Diez años después, Mercedes-Benz sigue invirtiendo, como os decíamos, en proyectos discretos de pila de combustible. Pero sobre todo está invirtiendo en crear una gama de coches eléctricos denominada Mercedes EQ. Con una plataforma específica, la plataforma Mercedes eATS, ya ha iniciado la comercialización del Mercedes EQC, que más adelante estará acompañado por un compacto eléctrico, de las dimensiones del Mercedes Clase A.

Más imágenes del Mercedes EQC:

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