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Panda Raid, Etapa 3, Boudnib - Merzouga: 179 km de desierto. Empieza la arena [#PandaRaidDM]

Tenemos 9 horas para recorrer apenas 180 km. Eso significa arena

7 de marzo de 2017, 6:00 am. El despertador del Panda Raid en forma de sol naciente y ruido de motores acude puntual a su cita, mientras que la incomodidad y estrechez de nuestra tienda nos anima a levantarnos… para la próxima traemos dos tiendas, Clavero. Tenemos 9 horas para recorrer apenas 180 km, lo que significa grandes dificultades para el avance y por lo tanto arena. Veremos mucha arena y atravesaremos inmensos lagos secos. También se marcarán importantes diferencias entre los 4×2 y los 4×4.

La diferencia entre un 4×2 y un 4×4: llega la arena

Llevar un 4×4 nos permite terminar las etapas sin bajarnos del coche, o hacerlo únicamente para ayudar a otros

En las etapas anteriores del Panda Raid no ha habido mucha diferencia entre llevar un 4×2 y un 4×4, pero eso se acabó. A partir de aquí, llevar un 4×4 será la diferencia entre terminar las etapas sin bajarse del coche (o hacerlo solo para ayudar a otros) o bajarse mil veces a empujar y desatascar. Una diferencia notable.

Superar un banco de arena en un 4×2 es difícil, pero también muy divertido

El Panda o Marbella 4×2 es un tracción delantera sin ningún bloqueo del diferencial. Cuando llega a una superficie arenosa en la que se pueda hundir, las ruedas delanteras tenderán a escarbar y enterrarse, tanto más cuanto menos adherencia tenga la rueda correspondiente. La solución para no quedarse atrapado es entrar en los bancos de arena a toda velocidad e intentar pasarlos lanzado, en segunda o tercera velocidad procurando no perder la inercia por nada del mundo. Difícil, pero también muy divertido.

Un Panda 4×4 es una máquina imparable en la arena. No se atasca nunca

El Panda 4×4 cuenta con diferencial delantero y trasero, pero no lleva diferencial central. Eso significa que, pase lo que pase, la mitad del par sale hacia las ruedas traseras y la otra mitad se queda delante. Este rudimentario sistema de tracción, que además se puede engranar en marcha, junto con su reducida masa y unos buenos neumáticos de tacos lo convierten en una máquina imparable en la arena. No se atasca nunca.

En este caso, en lugar de entrar lanzados, lo que hacemos es entrar con algo de inercia, en segunda que es muy corta y con el motor alto de vueltas para que no se ahogue por falta de potencia (nuestro único enemigo). Si el motor se mantiene en la zona buena, el coche pasará a velocidad moderada por cualquier sitio, no importa la arena que haya. Si además bajamos las presiones a 0,8 bar, el Panda 4×4 se convierte en el arma definitiva.

Los oueds (ríos secos) en el Panda Raid

El riesgo de romper el coche por ir demasiado rápido es mucho mayor que el riesgo de atascarse con un 4×4

El desierto de Marruecos está lleno de ríos sin agua y es en el lecho de estos ríos secos, llamados «Oued», donde vamos a encontrar más arena blanda, de la de quedarse bien atascados.

Al principio intentamos asegurar entrando con fuerza en los bancos de arena, tal como lo hacen los 4×2, pero pronto nos damos cuenta de que el riesgo de romper el coche por ir demasiado rápido es mucho mayor que el riesgo de atascarse.

Saboreamos la tracción 4×4 como si fuese un auténtico tanque oruga

Cada río que cruzamos nos aporta nueva experiencia y mayor control del coche. Estamos aprendiendo sus límites y entendiendo su gran capacidad de tracción que, poco a poco, nos da más y más confianza en las zonas críticas. Al final las pasamos bastante despacio, como saboreando la tracción 4×4 y sintiendo cómo trabaja haciendo avanzar el coche como si fuese un auténtico tanque oruga.

Es tal la superioridad del 4×4 que al llegar a los grandes oueds vamos esquivando a los 4×2 que se han quedado atascados en el medio, como quien sale de paseo un domingo por la mañana. Lo único que nos falta es potencia, por lo que no podemos ayudar a los demás remolcando con nuestro Panda, sino que tenemos que bajarnos a tirar o empujar de forma manual una vez nuestro coche ha llegado al otro lado.

En las zonas críticas se genera un fantástico ambiente de compañerismo

En las zonas críticas se genera un fantástico ambiente de compañerismo, sobre todo entre los 4×2, que han de ayudarse mutuamente una y otra vez y terminan viajando en grupos de 4 ó 5 coches y pasando de uno en uno los puntos más difíciles. Mientras nosotros entramos y salimos de las roderas sin dificultad, ellos corren otro rally diferente lleno de retos y trampas muy difíciles de salvar. Seguro que es mucho más divertido, pero también extenuante.

Llanuras infinitas y más polvo

Es en esta etapa donde tenemos definitivamente la sensación de estar en el lugar soñado

Es en esta etapa donde tenemos definitivamente la sensación de estar en el lugar soñado. Las grandes dunas de arena aparecen a nuestra derecha y nos acompañan durante decenas de kilómetros, siempre a la vista, mientras nosotros avanzamos por pistas duras de tierra seca y piedras pequeñas, salpicadas de pequeños bancos de arena.

Vemos también los primeros dromedarios, que cruzan ante nosotros en aparente libertad aunque una pata cruelmente atada los convierte en colosos de tres pies que apenas pueden avanzar unos metros antes de pararse a descansar. Parece ser que vienen de una jaima cercana y les anulan una pata para que no se vayan muy lejos.

Es también en esta etapa donde un niño nos pide zapatos

Es también en esta etapa donde un niño nos pide zapatos, señalándose los pies descalzos. Probablemente pertenece a un pueblo nómada ya que no hay nada remotamente civilizado en muchos kilómetros a la redonda. Teniendo en cuenta que el suelo está lleno de piedras, da la sensación de que su calidad de vida mejoraría notablemente si tuviese zapatos, pero no tenemos nada que ofrecerle.

Estas llanuras inmensas donde se pierde la vista son un terreno perfecto para el Panda. Sus crujidos y vibraciones siguen mandando señales de rotura inminente, pero ahora ya nos resultan familiares y ya sabemos que no pasa nada por mucho que el coche se queje. Sólo ruidos nuevos llaman nuestra atención y sólo hasta que descubrimos o suponemos de dónde provienen. No hay nada de qué preocuparse.

En la crono de hoy tenemos buenas sensaciones. Estamos perfeccionando nuestra técnica para clavar las medias en cada tramo y según nuestra aplicación GPS lo hemos hecho prácticamente perfecto. Terminamos la etapa con la confianza de haber escalado bastantes puestos en la general, en parte porque la crono ha ido bien y en parte porque muchos habrán roto o no llegarán a tiempo a la meta por culpa de la arena.

El descanso del guerrero

Las jaimas se encuentran justo al pie de las gigantescas dunas de Merzouga

Llegamos al campamento y nos encontramos la última sorpresa del día. Las jaimas se encuentran justo al pie de las gigantescas dunas de Merzouga que hemos ido viendo a lo largo del día. Estas dunas cubren una inmensa extensión y pueden alcanzar alturas de hasta 150 m.

La pendiente es mucho mayor de lo que parece a simple vista

Al llegar al campamento nos disponemos a escalar la mayor de todas ellas antes del anochecer. Parece una tarea fácil, pero al comenzar el ascenso nos damos cuenta de que la pendiente es mucho mayor de lo que parece a simple vista y en el último tramo hay tal desnivel que apenas avanzamos con cada paso. La duna se defiende de los intrusos.

Kilómetros de dunas nos rodean en una masa de arena que se pierde en el horizonte

Una vez arriba, el atardecer es todo un espectáculo. Kilómetros de dunas nos rodean en una masa de arena que se pierde en el horizonte. Nos quedamos un rato arriba, haciendo algunas fotos y bromeando con otros compañeros que también han ido subiendo con gran esfuerzo.

El Panda Raid es también vivir la experiencia del desierto en toda su intensidad

Esta experiencia del desierto, tan directa, este ascenso a las dunas, los colores, los paisajes que estamos viendo son parte esencial del Panda Raid. No es sólo conducir de un punto a otro, no es sólo esforzarse en las cronometradas, no es sólo mantener tu coche en forma o comentar la jornada con los demás participantes. Es también vivir la experiencia del desierto en toda su intensidad.

El siguiente reto es entrar en el top 100 en las tres etapas que nos quedan

Tras la ducha y la cena se publican las clasificaciones y podemos comprobar que hemos ascendido al puesto 128 de la general, con lo que ya nos situamos en la primera mitad de la clasificación. El siguiente reto, como no, es entrar en el top 100 en las tres etapas que nos quedan.

Con lo que hemos aprendido, el ritmo de carrera que llevamos y contando con tracción 4×4 nos parece un objetivo más que razonable. Mañana más.







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