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Peugeot 607 Pescarolo Concept (2002): cuando Peugeot creo un rival para el BMW M5 usando un motor de carreras

En el año 2002, las cuentas del Grupo PSA vivían un momento dulce. Las ventas de coches como el Citroën Xsara o el Peugeot 206 iban viento en popa, y en dicho año, se permitieron presentar al público la friolera de cinco concepts, repartidos en diferentes salones del automóvil. Uno de los más olvidados por la historia fue el Peugeot 607 Pescarolo Concept. Nadie piensa ni pensaba en el Peugeot 607 como una berlina de aspiraciones deportivas, ni siquiera su propio fabricante. Y sin embargo, hace ya 15 años, jugaron a crear un rival para el todopoderoso BMW M5 usando como base a la confortable y lujosa berlina gala.

En verdad, el prototipo fue una excusa, o más bien un agradecimiento al piloto francés Henri Pescarolo y su escudería de competición. La escudería del legendario piloto escogió una mecánica Peugeot como «alma» del Courage C60, un monoplaza de competición con el que lograrían meritorios puestos en la categoría LMP1 de las Le Mans Series. El Courage C60 equipó entre 2001 y 2004 una versión turboalimentada y mejorada del motor 3.0 V6 A32, buque insignia de las mecánicas del Grupo PSA. Aunque los Courage C60 también llegaron a montar motores Judd V10, fueron los C60 con motor Peugeot los más exitosos en competición.

Dos tubos de escape, una carrocería ensanchada y llantas multirradio de 19 pulgadas evidenciaban que este coche no era un Peugeot cualquiera.

Para celebrar esta elección de mecánicas, Peugeot presentó en sociedad el 607 Pescarolo Concept. Como podéis intuir, bajo su capó montaba el mismo motor 3.2 V6 sobrealimentado por dos turbocompresores – en configuración twin-turbo, en serie – que llevaban los coches de carreras en sus entrañas. Este motor desarrollaba la friolera de 400 CV, potencia que era transmitida al eje delantero sin miramientos, a través de una caja de cambios secuencial de seis relaciones. Era un prototipo completamente funcional, con detalles como el motor, acoplado a la admisión del Courage C60, que exigió un rediseño del frontal.

El frontal del Peugeot 607 tenía ahora unas entradas de aire de dimensiones superiores, y se ensanchó la carrocería en 25 mm para poder albergar correctamente las llantas de 19 pulgadas con neumáticos deportivos que se instalaron en el coche. Sobre el papel, el coche era capaz de alcanzar los 100 km/h en unos 5 segundos, con una velocidad punta de 290 km/h. Aunque su estética exterior era muy limpia y discreta, el interior contraatacaba con asientos y salpicadero cubiertos de cuero rojo. Este cuero estaba perforado en algunas partes de los asientos y el volante, contribuyendo a una estética más deportiva.

Hacía el 0 a 100 km/h en unos 5 segundos y rozaba los 300 km/h, pero sus 400 CV eran excesivos para el eje delantero.

La instrumentación tenía relojes de fondo blanco y los asientos, pétalos más pronunciados. Con todo, este prototipo bien podría haber sido un coche de calle. Pero Peugeot sabía que no podría competir con el BMW M5: por mucha potencia que administrasen al eje delantero, el Peugeot 607 no podía ofrecer la dinámica del bávaro, y prefirieron reafirmarse en el posicionamiento habitual de su berlina. El Peugeot 607 más potente seguiría estando equipado con el conocido motor 3.0 V6 de gasolina, un sedoso atmosférico con 211 CV de potencia máxima. En cualquier caso, fue un interesante experimento, uno de esos «what-if» que la historia del automóvil nos ha dejado.

¿Crees que Peugeot debería haber producido una berlina deportiva? ¿O habría sido un fracaso ante su competencia?

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