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El Porsche 993 Turbo Cabriolet es un coche mucho más especial y exclusivo de lo que piensas

Los Porsche 993 marcaron un antes y un después en la saga Porsche 911. Como todos sabéis de sobra, fueron los últimos Porsche 911 con un motor bóxer refrigerado por aire. Todo el mundo se tiró de los pelos cuando el Porsche 911 se pasó a la refrigeración líquida, pero la saga ha mantenido su carácter intacto. Con todo, los air-cooled – o Luftgekühlt si te va el alemán – siguen teniendo ese extra de carisma purista. Uno de los Porsche 993 más desconocidos es el 993 Turbo Cabriolet. Esta es la historia del Porsche 993 Turbo Cabriolet, tan exclusivo como escaso: ¡sólo 14 unidades fueron producidas!

El Porsche 993 Turbo Cabriolet nunca fue reconocido oficialmente por Porsche. Os explicaremos por qué. Corría el año 1993 y los Porsche 993 se acababan de presentar en el Salón de Ginebra. Fritz Haberl – el propietario de Mahag, un importante concesionario Porsche en Munich – le expresó a la marca su interés en una versión Turbo con carrocería descapotable del Porsche 993. Los responsables de la marca le comunicaron que sólo un coupé estaba en desarrollo, ya que no habría demanda suficiente para justificar el coste de desarrollar un Turbo sin techo. Haberl no iba a quedarse con un no por respuesta.

Porsche Mahag se comprometió a adquirir y vender un mínimo de 10 unidades. Terminaría vendiendo nada menos que 14 unidades.

La marca tenía serias dificultades financieras en la época, y Mahag era uno de los concesionarios con más tradición de la marca. Finalmente, la marca decidió hacer caso a Haberl, pero sólo con una condición: debía comprar 10 unidades, que serían fabricadadas artesanalmente por Porsche Exclusive Manufaktur, a un precio muy elevado dada la naturaleza del proyecto. Como el Porsche 993 Turbo aún no estaba desarrollado, Porsche decidió meter en la parte trasera de un Porsche 993 Cabriolet el motor refrigerado por aire de un Porsche 964 Turbo, lo más cercano a las aspiraciones de Mahag.

El propulsor M64/50 era un bóxer de 3,6 litros refrigerado por aire, capaz de desarrollar 360 CV. Al tener un solo turbocompresor, era un propulsor más explosivo, más vieja escuela que los bóxer biturbo que Porsche emplearía de los 993 en adelante. Este propulsor fue asociado a la caja de cambios de cinco relaciones de los Porsche 964 Turbo – los Porsche 993 Turbo ya empleaban una caja de cambios de seis relaciones. Para que el propulsor encajase adecuadamente y transmitiera bien su potencia al suelo, Porsche Exclusive ensanchó sus vías traseras, que eran tan anchas como las de los 964 Turbo.

De las 14 unidades producidas, aproximadamente la mitad fueron vendidas en Alemania. Su precio era un 50% superior al de un Porsche 993 Cabriolet.

Otra diferencia clave era el enorme spoiler de estos descapotables. Era un spoiler opcional – ccuyo código interno era X93 – que se instalaba únicamente en los Porsche 964 Turbo S, topes de gama absolutos de la anterior generación. Como podéis ver, el Porsche 993 Turbo Cabriolet tenía mucho de Porsche 964 Turbo, pero su tren de rodaje, y especialmente su nueva suspensión trasera multibrazo, sí procedían de la entonces nueva generación del Porsche 911. El habitáculo, su completo equipamiento de serie y su techo de lona eran absolutamente idénticos a los de cualquier Porsche 993 con carrocería descapotable.

Todo el esfuerzo de Porsche Exclusive tuvo un precio. Cada unidad se vendía a un precio mínimo – ya sabes cómo funcionan los extras en marcas como Porsche – de 240.300 marcos alemanes, 89.500 marcos más que un 993 Cabriolet. Estamos hablando de el equivalente a más de 160.000 euros actuales. El Porsche 993 Turbo Cabriolet es estos días noticia porque una unidad será subastada por RM Sotheby’s en París, a principios de febrero. Esta unidad es de color negro y supuestamente, su primer propietario fue Willi Weber, el que fuera el manager de Michael Schumacher, leyenda de la Fórmula 1.

Se espera que el coche de las fotos sea subastado por un precio de entre 625.000 euros y 725.000 euros.

Su siguiente propietario es el que ahora la saca a subasta. Tiene sólamente 32.201 km en su odómetro y entre otras modificaciones, posee una caja de cambios automática instalada en el coche por RUF. En su interior disfruta de asientos de color negro y un salpicadero cubierto en fibra de carbono, que forma un delicioso contraste con su capota, de color granate.

Fuente: RM Sotheby’s

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