Porsche no inventó los SUV de lujo, pero sí podemos decir que inauguró de alguna forma la categoría de los todocaminos atómicos (¿y deportivos?) con el Cayenne Turbo de primera generación allá por el año 2002, una descomunal mole de 2,5 toneladas impulsada por un V8 sobrealimentado de 450 CV. Así pues, los de Stuttgart quieren convertirse de nuevo en el referente SUV ultradeportivo, y es por ello que han recurrido al mismísimo Walter Röhrl para poner a punto la variante más prestacional de esta actual tercera entrega.
«Se siente como un compacto deportivo y no como un SUV»
En las imágenes difundidas por al marca alemana podemos ver un Cayenne de carrocería coupé color negro junto al que posan el bicampeón del mundo de rallyes y el conocido piloto de pruebas de Porsche, Lars Kern, quien ha participado desde el minuto cero en el desarrollo de esta versión de altísimas prestaciones y cuenta en su haber con varios récords al volante de diversos modelos de la marca germana.
En palabras de Röhrl, tras completar varias giros al circuito de Hockenheim, podemos decir que estamos ante un SUV que trasmite la sensación de estar sentado al volante de un compacto deportivo por agilidad: “El coche es increíblemente estable, incluso en curvas rápidas, y su comportamiento es muy preciso en las trazadas. Más que nunca, tienes la sensación de estar sentado en un deportivo compacto en lugar de en un SUV de gran tamaño”.
Tomando la base del Cayenne Turbo Coupé, el cual cuenta bajo el capó con una mecánica V8 de 549 CV capaz de completar el 0-100 km/h en sólo 3,9 segundos, Porsche está tratando de conseguir un vehículo aún más dinámico sin comprometer el confort y usabilidad, para lo que en primer lugar están trabajando en una gestión más optimizada del Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), el cual es capaz de mantener la carrocería plana al girar actuando sobre elementos como la dureza de la suspensión o las estabilizadoras activas.
Pero eso no es todo, pues según ha comentado Kern, también se ha trabajado en unas nuevas geometrías del eje delantero aumentando la caída negativa en 0,45 grados, lo cual contribuye a una mayor estabilidad y mayor superficie de contacto del neumático con el suelo.
La versión más radical del Cayenne podría alcanzar los 650 CV
Desconocemos las cifras que declara este Cayenne ultradeportivo, aunque ese V8 tiene aún mucho más margen para ser exprimido. Recordemos que el Audi RS Q8 con el que comparte propulsor llega hasta los 600 CV, además de incorporar tecnología mild hybrid que lo hace portador de la etiqueta ECO, o que incluso existe un Lamborghini Urus con unos descomunales 650 CV.
No obstante, como ya hemos dejado entrever, la receta de Porsche no sólo pasa por entregar más potencia, sino por acompañarla también con un chasis capaz de digerirla, algo que ya pudimos ver en el Cayenne GTS del 2007, con unos «escasos» 405 CV si se comparaba con los 549 del Turbo S de aquel entonces, pero con menor peso, una suspensión específica más firme y aderezado aerodinámicamente.
Porsche Cayenne 
