Que el Honda NSX tiene próximo su final, es algo que ya todos sabíamos, sin embargo antes de esa despedida el NSX descubrirá su versión más deportiva. Bajo el nombre de Honda NSX Type S, el fabricante japonés pretende poner en el mercado una versión revisada y mejorada en cuanto a prestaciones y comportamiento, lo cual permitirían a este modelo hacerse más fuerte frente a coches como el Chevrolet Corvette, el Nissan GT-R o el Porsche 911.
Los primeros detalles que ha ofrecido Honda, y su filial Acura en Estados Unidos, son bastante escuetos. Algunas imágenes y la promesa de una producción limitada a tan solo 350 unidades para todo el mundo, son el primer adelanto de este nuevo modelo, algo que además ya nos deja entrever que el final de esta generación del NSX está cada vez más cerca (Diciembre de 2022).
Si nos ceñimos a las palabras de Honda, el objetivo de los ingenieros de la marca para crear el NSX Type S ha estado en mejorar sus prestaciones, pero aún más su comportamiento. Aunque el hecho de usar la denominación Type S pueda interpretarse como una señal de que más adelante podría existir un NSX Type R, lo cierto es que lo más probable es que este NSX Type S cumpla el papel de ser la versión más deportiva y radical del modelo, una edición limitada destinada a todos aquellos que quieren irse de track days con su NSX.
El diseño del NSX Type S evolucionará con respecto hasta lo visto hasta la fecha, buscando no solo una imagen más agresiva, sino una aerodinámica optimizada aunque podemos volver a descartar cualquier elemento activo o superpuesto. En el caso de la propulsión, el esquema híbrido podría superar los 600 CV, consiguiendo extraer más potencia de sus 4 motores y ofreciendo un mejor comportamiento en curva, algo que de hecho ya fue el principal foco de mejora en la última actualización que recibió el NSX en 2018.
Desgraciadamente, el Honda NSX nos abandonará en diciembre de 2022 sin relevo, ni intenciones de uno a la vista. La reconversión en la que está sumida Honda a nivel global, dando absoluta prioridad a la electrificación y reducción de emisiones, no dejan margen para pensar en deportivos; más aún teniendo en cuenta que el NSX no ha conseguido un volumen de ventas elevado que justifiquen su continuidad o el desarrollo de una tercera generación.
