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Probamos el Alfa Romeo Giulia 2.2 Diesel 180 CV Auto: 4 respuestas para saber si es la berlina que estás buscando

El regreso de Alfa Romeo al mercado de las berlinas ha sido posible gracias al Alfa Romeo Giulia. Tras abandonar este segmento con el cese del 159, Alfa ha vuelto a apostar por este competido mercado con un coche cargado de personalidad dispuesto a recuperar la presencia que tuvo en la época. Hoy ponemos a prueba el Alfa Romeo Giulia 2.2 de 180 CV con cambio automático de 8 relaciones, una versión que pretende enamorar al público y que vamos a diseccionar para ayudarte a descubrir si es tu mejor opción como berlina.

El diseño es el principal argumento del Giulia, con personalidad suficiente para que olvides la sobriedad que impera entre sus rivales

Diseño

No cabe la menor duda de que el nuevo Alfa Romeo Giulia ha sabido entrar en el segmento con la suficiente personalidad como para ser un referente en este aspecto. Alfa Romeo no se ha andado por las ramas y ha esculpido una berlina de tres volúmenes con suficiente personalidad como para ser identificada desde todos los ángulos sin margen a duda. En el interior sucede algo exactamente igual, con un habitáculo de marcado carácter deportivo donde el puesto de conducción es absolutamente protagonista subrayando esa apuesta por la deportividad y el disfrute de la conducción.

Si la silueta y trazos del Giulia son tus preferidos, será difícil encontrar alternativa sin renunciar bastante en personalidad. Alfa ha conseguido un patrón llamativo y único en carrocería y habitáculo, sus alternativas son en su mayoría apuestas de diseño más sobrias donde los cualidades las encontramos en otro apartados. Al fin y al cabo el diseño es posiblemente el punto más subjetivo, pero donde el Giulia más destaca.

En su interior hay detalles que enamoran como sus enormes levas metálicas, pero otros que deslucen como algunos plásticos en su consola

Calidad y equipamiento

El Alfa Romeo Giulia no es una berlina generalista más, pero tampoco podemos considerarla una berlina premium. La personalidad de este modelo y marca hacen que estemos ante un coche diferenciado, sin embargo no podemos ubicar al Giulia frente a un BMW Serie 3 o Audi A4 en aspectos como calidad. Quizá su mayor rival en el mercado por enfoque y carácter más exclusivo pueda ser el Volkswagen Arteon, pero la berlina alemana está muy lejos del italiano en comportamiento lo que hace que el Giulia pueda compararse con muchos y pocos rivales al mismo tiempo. Un Mazda 6 o el nuevo Opel Insignia son alternativas más similares aunque faltos de la puesta a punto del Giulia.

En términos generales el Giulia ofrece un habitáculo bien rematado, de diseño deportivo y con bastantes posibilidades en equipamiento. Sin embargo, es en los detalles donde el Giulia desluce lo que podría ser una apuesta de referencia en el segmento. A la vista todo parece ofrecer un buen nivel de calidad, pero a poco que profundices en el interior y descubras ciertos plásticos y ajustes te das cuenta de que no todo ha sido cuidado al mismo nivel que los elementos más visibles.

La oferta de equipamiento es un punto donde el Giulia sí que ofrece un buen nivel de posibilidades aunque ello te obligue a optar por los acabados superiores (Super en el modelo que estamos probando) o por extras y paquetes adicionales. Sin que su oferta sea la más moderna de su segmento, encontramos un amplio abanico de sistemas y asistencias a la conducción incluyendo frenada autónoma de emergencia con reconocimiento de peatones o control de crucero adaptativo. El equipo de iluminación de serie en las versiones más modestas es halógeno, algo que no nos encaja en un berlina de este nivel y precio. La alternativa es un equipo de xenón en potencias de 25 o 35 vatios, habiendo incorporado este último en nuestra unidad con función direccional AFS y con un desempeño muy satisfactorio que no nos hizo echar de menos un sistema más moderno con tecnología LED. Pero donde el Giulia sí que ha dejado pasar una oportunidad es en el apartado de infoentretenimiento, donde encontramos carencias como una pantalla de mejor visualización y aspecto para las hasta 8,8 pulgada declaradas, más conectividad, un abanico más amplio en apps, etc.

El tacto de conducción del Giulia es, junto a su diseño, el principal reclamo

Comportamiento del Giulia

Si algo ofrece el Alfa Romeo Giulia muy por encima de sus rivales es un comportamiento y agilidad inmejorables. Alfa ha concebido el Giulia como una berlina de motor delantero y tracción trasera con una conducción donde el conductor es protagonista y donde se puede disfrutar de la carretera sin importar el propulsor que escojas. El Giulia goza de una de las mejores puestas a punto de su segmento, sino la mejor si te gusta un perfil de conducción deportiva. Dirección y suspensiones gozan de un tarado sobresaliente, con una rapidez única en el primer caso y con un exquisito equilibrio entre firmeza y confort en el segundo. No es una configuración apta para todos los públicos pero sí una opción que puede enamorar a todos aquellos que busquen un coche donde la conducción y su disfrute sean protagonistas.

El conjunto motopropulsor también me ha resultado una opción muy interesante y válida para todo tipo de usos, ya sea con todas las plazas ocupadas en largos viajes por autovía o dejándose llevar por una carretera revirada en alguna escapada. El motor es un bloque de 2.2 litros diésel con 180 CV de potencia y 450 Nm de par motor. Existen dos versiones más de este motor con 150 CV y 210 CV. Esta mecánica destaca por ofrecer una buena respuesta y un consumo ajustado, 5,7 l/100 Km durante 1.700 Km de prueba con un mix del 65% autovía y 35% ciudad. Sí que es un motor algo tosco y ruidoso si lo comparamos con otros rivales, lo que le resta puntos en confort ya que parte de la sonoridad o las vibraciones se filtran al habitáculo. El cambio automático por convertidor de par y 8 relaciones es el punto más destacable de su tren motriz, con un funcionamiento rápido y preciso en cualquier estilo de conducción, lo que lo hacen claramente preferible al cambio manual aunque cueste 2.300 euros menos. Con esta configuración el Giulia combina agilidad, respuesta, confort y consumos ajustados, lo que es una receta no muy habitual en su segmento.

Precio y rivales del Alfa Romeo Giulia

El precio es sin duda una de las claves más importantes para escoger el Alfa Romeo Giulia como nuevo inquilino en tu garaje. Conociendo sus puntos fuertes y los que no tanto, el Giulia compite en un mercado donde cada lanzamiento pone aún más alto el listón y donde los SUV han hecho verdaderos estragos robando cantidad de clientes, de hecho el Giulia tiene un plan B en forma de Alfa Romeo Stelvio con el que comparte muchos lazos. El precio de partida del Alfa Romeo Giulia Super con motor 2.2 Diesel de 180 CV y cambio automático es de 37.736 euros, precio que lo colocan al mismo nivel que un Mazda 6 con motor 2.2 Skyactiv-D de 175 CV (Auto) desde 40.185 euros o un Volkwagen Passat 2.0 TDI 190 CV DSG desde 40.520 euros.

Las principales opciones premium a considerar como alternativas al Alfa Romeo Giulia supondrían desembolsar de 3.000 a 10.000 euros extra, teniendo así a modelos como el BMW 320d de 190 CV desde 42.148 euros, Audi A4 2.0 TDI 190 CV S-Tronic desde 40.970 y Mercedes C 220d 4MATIC de 170 CV con cambio 9G-Tronic desde 47.625 euros. Estos precios son importes de tarifa, excluyendo posibles descuentos o promociones que puedan ser aplicados a cualquier modelo en el momento de su compra.

Vista dinámica del Alfa Romeo Giulia en pista, destacando su perfil delantero y lateral.
Logo de la marca alfa-romeo Alfa Romeo Giulia
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Alfa Romeo regresa al segmento D con una berlina de talante deportivo y tracción posterior, disponible tanto con motores diésel como gasolina

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