Ya está a la venta el nuevo Hyundai i30 CW (Cross Wagon), la versión familiar del compacto coreano. Hemos tenido ocasión de probarlo en una breve presentación en la que nos hemos encontrado con un coche sólido y capaz, cuya principal virtud radica en los 602 litros de maletero, una cifra que le permite codearse con el SEAT León ST (587 l), el Volkswgen Golf Variant (605 l) o el Peugeot 308 SW (610 l).
El nuevo Hyundai i30 CW cuenta con una longitud de 4.585 mm, creciendo un total de 245 mm con respecto a la versión de 5 puertas. Las restantes cotas se mantienen con respecto al hatchback, incluyendo la distancia entre ejes, por lo que la longitud extra se traduce directamente en maletero. El incremento de precio es de 690 €, versión por versión, respecto al 5 puertas.
Gama del i30 CW
El nuevo i30 CW se presenta con 4 motores posibles, dos gasolina y dos diésel.
Las versiones de gasolina son un 1.0 T-GDI de tres cilindros con 120 cv y un 1.4 T-GDI con 140 cv (este último fue el que tuvimos ocasión de probar). La oferta diésel se compone de un único bloque 1.6 CRDI con dos posibles niveles de potencia, 110 o 136 cv.
Todos los motores son ya conocidos en la gama Hyundai y son compatibles, excepto el gasolina más pequeño, con la caja de cambios automática de doble embrague y 7 relaciones denominada DCT.
En lo tocante a acabados, el nuevo i30 CW está disponible en los niveles Klass, Tecno y Style, en orden ascendente, calcando la gama del 5 puertas y con los mismos equipamientos que éste.
Sensaciones del Hyundai i30 CW
El breve recorrido realizado en esta toma de contacto apenas nos permitió rodar en línea recta y velocidad constante, lo cual es una pena porque el producto creo que merecía bastante más. Aún así, buscando alguna curva y alguna glorieta vacía sí nos pudimos hacer una idea general de su comportamiento en diferentes situaciones.
El i30 es un coche cómodo y silencioso, con un tarado de suspensiones que ofrece un compromiso muy bueno entre el confort y el control de las inercias. Me ha sorprendido gratamente, la verdad, y me ha dado la sensación de ser un excelente compañero de largos viajes con un punto de diversión al volante que quizás no te esperas en este tipo de coche.
El motor que pudimos probar era el más potente de la gama, el 1.4 T-GDI de gasolina con 140 cv de potencia máxima. De nuevo, las sensaciones han sido muy buenas tanto en aceleración como en recuperación y es un motor que estira muy bien hasta más allá de las 6.000 rpm de forma lineal. La entrada del turbo es suave pero perceptible a partir de las 1.800 rpm, con lo que tendremos un margen de utilización francamente amplio. Creo que es una motorización recomendable, ya que la diferencia de consumo con el 1.0 es pequeña, al menos según las cifras oficiales.
El cambio manual tiene un tacto agradable, con movimientos bien definidos y ligeramente amortiguado. Los recorridos están en el punto justo entre largos y cortos y las marchas entran con suavidad. Desde este punto de vista podríamos ahorrarnos el cambio automático, pero lo hemos probado también en otros modelos de Hyundai y Kia y la verdad es que tienen un doble embrague también excelente.
Los puntos flacos del i30 CW
Hasta aquí todo parece bastante satisfactorio en el nuevo i30 CW, pero también hay detalles que se podrían mejorar. Tal vez el más importante sea el propio espíritu «gris» del coche, sobre todo por la falta de riesgo en su diseño. Mi sensación es que la carrocería familiar está muy bien resuelta y resulta elegante, pero al nuevo i30 le falta carácter para ser suficientemente atractivo y competir con los omnipresentes SUV.
Otro punto débil del i30 es su relación entre materiales y precio, ya que en su interior abundan tal vez demasiado los plásticos duros. Es un problema táctil no demasiado importante, ya que la sensación de calidad constructiva sí que está presente y la falta de ruidos y holguras es notable, pero echo en falta un punto más en el acabado de ciertos plásticos que le darían un plus de caché y justificarían mejor unos precios de tarifa más bien elevados.
Por lo demás, creo que es un coche que circulará cientos de miles de kilómetros sin dar muestras de envejecimiento. Cuenta además con 5 años de garantía sin límite de kilómetros, lo cual debería dejar muy tranquilos a sus posibles compradores.
Aunque no los hemos probado en este modelo en concreto, las dos versiones del motor diésel sí que están algo por debajo de lo más granado de la competencia (TDI, HDI…) por lo que sí me parece un coche para comprar en versión de gasolina salvo que hagamos muchísimos kilómetros y tal vez sea este otro de sus puntos menos fuertes.
Precios del Hyundai i30 CW
Esta sería la tabla de precios sin promociones ni descuentos para el Hyundai i30 CW en el momento de su lanzamiento:
| Modelo | Precio |
|---|---|
| I30 CW TGDI 1.0 120CV KLASS MAX | 22.365 € |
| I30 CW CRDI 1.6 110CV KLASS MAX | 24.015 € |
| I30 CW TGDI 1.4 140CV TECNO | 24.715 € |
| I30 CW TGDI 1.4 140CV DCT TECNO | 26.390 € |
| I30 CW CRDI 1.6 110CV TECNO | 25.565 € |
| I30 CW CRDI 1.6 110CV DCT TECNO | 27.240 € |
| I30 CW CRDI 1.6 110CV DCT TECNO SKY | 28.240 € |
| I30 CW CRDI 1.6 110CV TECNO SKY | 26.565 € |
| I30 CW CRDI 1.6 136CV DCT STYLE LUX | 32.830 € |
Conclusiones
El nuevo Hyundai i30 CW es un coche práctico y sensato, con un buen espacio interior, un notable maletero, buenos motores (gasolina) y cambios y un comportamiento al nivel de los mejores de la categoría. Cuenta con abundante equipamiento de seguridad y conectividad y unos precios que, tras descuentos que deberían rondar los 4.000 € se quedarían bastante ajustados a niveles muy razonables por la cantidad de coche que nos llevamos.
El principal problema al que se enfrenta el i30, aparte de algunos plásticos de menor importancia, es una imagen anodina que a mi juicio se lo va a poner difícil a la hora de competir con un Hyundai Tucson, sin ir más lejos, cuyo precio es similar pero resulta mucho más sexy a los ojos del comprador actual.
Hyundai i30 CW 
