Estos días hemos tenido la oportunidad de probar, por primera vez, un coche sumamente importante para la marca Land Rover. El primer Range Rover Evoque se convirtió en un éxito sin precedentes para Land Rover, un referente de su categoría. Ahora llega a los concesionarios el nuevo Range Rover Evoque 2019, la segunda generación de un SUV que, a pesar de mantener su estética, se ha renovado por completo. Hemos aprovechado esta ocasión para ofreceros nuestra primera prueba en vídeo del Range Rover Evoque, hablaros de su tecnología, su equipamiento, espacio, sus cualidades dentro y fuera del asfalto y responder a una pregunta, ¿por qué compraríamos un Range Rover Evoque antes que cualquiera de sus rivales?
Range Rover Evoque: un SUV con mucha personalidad
Sin lugar a dudas, el aspecto más importante que puede motivar la compra del Range Rover Evoque es su estética. Este SUV goza de un diseño muy personal, con un aspecto robusto, y rasgos que sin duda heredan los genes de la marca, y su tradición todoterreno. El Range Rover Evoque de esta segunda generación recupera la estética del primer Evoque, pero también adquiere algunos rasgos de su hermano mayor, del Range Rover Velar.
En cualquier caso, en este vídeo no hemos profundizado demasiado en un tema que, además de ser muy subjetivo, está sujeto a los gustos de cada uno.
Prueba en vídeo del Range Rover Evoque 2019
Sí hemos querido hablaros más acerca de la tecnología, y de la calidad percibida en su habitáculo, que se ha revisado por completo para acoger un despliegue de pantallas que da el toque moderno y tecnológico a este Range Rover Evoque. Dos pantallas para el sistema de entretenimiento y sus interfaces, cada una con 10″; una pantalla de 12,3″ para la instrumentación digital; e incluso una pantalla para el retrovisor interior, dan el toque tecnológico al Evoque, que ahora recibe también una palanca para el selector del cambio automático, en lugar del antiguo selector giratorio.
También os hemos hablado acerca de la dinámica en carretera del Range Rover Evoque, y de sus motores con sistema micro-híbrido y etiqueta ECO. A fin de cuentas, lo más importante de un SUV compacto como este es su rendimiento en carretera. Pero no nos hemos olvidado de los genes Land Rover, y de que uno de los factores diferenciales de este Range Rover Evoque son sus cualidades fuera del asfalto.
Sin someter a pruebas todoterreno complejas al Range Rover Evoque, lo cual no tendría ningún sentido, nuestra prueba sí que ha transcurrido en muchos tramos de tierra, y situaciones a las que generalmente no va a someterse un SUV, ni pediremos que se someta a ellas.
En esta prueba también hemos visto algunos aspectos mejorables. Land Rover ha priorizado mantener las dimensiones tan compactas del Range Rover Evoque – con 4,37 metros de longitud es aproximadamente tan largo como un BMW X2, y más corto que coches como el Audi Q3, el BMW X1, o el Mercedes GLA. Y ha priorizado esas cotas a conseguir un maletero muy espacioso, o unas plazas traseras mucho más amplias, si bien es cierto sí ha mejorado bastante en ese sentido con respecto al antiguo Evoque.
También hemos visto que su precio de partida aún es alto. El Range Rover Evoque arranca en 40.000 euros, en su versión con motor diésel de 150 CV de potencia, tracción delantera, cambio manual, y sin el sistema micro-híbrido presente en el resto de la gama que garantiza la etiqueta ECO – por lo tanto el más asequible es etiqueta C.
Pero ya sabemos que en el próximo año el Range Rover Evoque seguirá ampliando su gama de motores, que introducirá nuevos motores diésel y gasolina de tres cilindros, y también un híbrido enchufable.
En los próximos días os seguiremos hablando, largo y tendido, acerca del Range Rover Evoque.
Más imágenes del Range Rover Evoque 2019:
Range Rover Evoque 
