Evolucionario, sensato y sin sobresaltos. En el Salón de Nueva York acaba de presentarse la quinta generación del Subaru Forester, completamente nueva por dentro y por fuera. Sin embargo, aunque está construida sobre la nueva plataforma global de la marca – la Subaru Global Platform ya articula a los nuevos Subaru XV y Subaru Impreza – es un coche que se mantiene fiel a sus orígenes. Sí, es evolucionario, pero todo sigue donde estaba antes. Es lo que los seguidores de la marca demandan.
El Subaru Forester sigue siendo el SUV polivalente de siempre
Estéticamente, y teniendo en cuenta el diseño de sus últimos prototipos, esperaba una imagen más agresiva en este nuevo Subaru Forester. Sin embargo, casi podría pasar por un lavado de cara del modelo actual. Aunque es obvio que es ligeramente más grande y el estampado de algunas piezas cambia considerablemente, sus ópticas delanteras o su calandra son similares a las del modelo saliente. La forma del pilar D, tan característica en los Subaru Forester, tampoco ha cambiado.
En la zaga sí podemos ver una evolución, con unas nuevas ópticas de aspecto más afilado. Se mantiene la enorme ventana trasera, una de las claves de su excelente visibilidad a bordo. El Subaru Forester se ofrecerá en varias versiones, entre las que destaca una nueva versión Sport. Esta versión tiene unas molduras de aspecto más deportivo, con detalles en color rojo, así como llantas y calandra oscurecidas. El resto de la gama seguirá teniendo un aspecto sensato, tan comedido como siempre.
El Subaru Forester también estrena nuevos colores para su carrocería, y llantas de hasta 18 pulgadas. En el interior del Subaru Forester sí hay novedades importantes. Se ha actualizado al completo, inspirándose en el diseño marcado por el Subaru XV. La pantalla central tiene ahora 8 pulgadas y emplea la versión actualizada del sistema de infotainment StarLink, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Sobre esta pantalla, otra pequeña unidad TFT actúa como ordenador de a bordo.
Todos los Subaru Forester 2018 equipan de serie el sistema EyeSight de seguridad activa – entre otras cosas, tienen control de crucero adaptativo, alerta de mantenimiento de carril y frenada automática de emergencia – pero además estrenan un sistema de seguridad llamado DriverFocus, que monitoriza mediante cámaras nuestras expresiones faciales y movimientos, detectando si estamos cansados. Los Forester también disponen de faros adaptativos y asistente de luces largas – si equipan ópticas LED.
En cuanto a motorizaciones, solo se nos ha anunciado la existencia de un bóxer de 2,5 litros, un atmosférico de 185 CV, revisado con una mayor relación de compresión e inyección directa. Estará asociado a un cambio CVT Lineartronic. Desaparece el motor 2.0 turbo de las versiones XT, entendemos que debido a normativas anticontaminación. La gama de motores europea es aún desconocida, en la que dos incógnitas importantes serán la presencia de motores Bóxer Diésel y cajas de cambio manuales.
Al igual que los Subaru Forester salientes, todas las versiones equiparán un sistema de tracción total Symmetrical AWD, y a excepción de la versión de acceso, asociado a un sistema X-Mode. La eficacia de este sistema la hemos comprobado empíricamente en una ruta off-road en Galicia (ver artículo). Al control de descenso de pendientes existente se unirían nuevos modos para nieve, polvo y barro. Las cualidades off-road del Subaru Forester seguirán siendo uno de sus puntos fuertes.
El sistema SI-Drive de selección de modos de conducción sigue disponiendo de ajustes Sport e Intelligent, y en las versiones Sport se equipa un modo de conducción llamado Sport Sharp. El Subaru Forester llegará a Europa a finales de año, y se pondrá a la venta en EE.UU. en verano.
Subaru Forester 
