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Volkswagen Touareg W12 y R50 V10 TDI, el frenesí SUV que casi acaba con los grandes coches de lujo

En plena cuenta atrás para el lanzamiento de la tercera generación del Volkswagen Touareg, el gran SUV de Volkswagen, hemos querido recordar a su primera generación y, sobre todo, al momento en el que el frenesí de los SUV de lujo llevó a ver versiones hipervitaminadas que buscaban hacerse con el mercado de las berlinas de lujo. Hablamos de un momento de «locura» donde el Volkswagen Touareg llegó a ofrecer motores de hasta 10 y 12 cilindros, algo impensable hoy, pero que nos deja con un Volkswagen Touareg presumiendo de motores 5.0 V10 TDI y 6.0 W12 gasolina.

Motores de 10 y 12 cilindros en enormes SUV de 2,5 toneladas, conceptos impensables hoy, pero muy reales hace apenas 10 años

Corría el año 2004 cuando tras apenas un año de vida el Volkswagen Touareg presagiaba lo que iba a ser un éxito comercial sin precedentes. La primera gran aventura entre Porsche y Volkswagen para desarrollar un súper SUV era una apuesta arriesgada y muy ambiciosa, pero los resultados estaban ahí y ambas marcas vendían a un ritmo frenético los modelos Volkswagen Touareg y Porsche Cayenne. Los momentos de bonanza económica permitieron en gran parte el rotundo éxito, pero no podemos pasar por alto que era un momento de cambio donde el mercado comenzaba a descubrir al SUV de lujo y sus verdadera alternativas eran escasas con el BMW X5 y el Range Rover como principales competidores.

El Volkswagen Touareg triunfó, tanto que fue el germen para seguir creciendo en esa línea y así poder ver a los actuales Volkswagen Tiguan, Volkswagen T-Roc y Volkswagen T-Cross. La idea de SUV de lujo tuvo en la primera generación del Touareg a uno de sus mejores representantes, apostando por ofrecer lo mejor del grupo Volkswagen en tecnología, materiales y sistemas de propulsión. De este modo, consolidado su estatus como opción preferente frente a las clásicas berlinas de lujo – el Touareg fue el éxito que el experimento Phaeton no consiguió – en Volkswagen pensaron que debían explorar nuevas vías y confeccionar un tope de gama capaz de hacer sombra incluso al mismísimo Porsche Cayenne Turbo que se había convertido en el SUV más lujoso, potente y rápido del mercado.

De este modo nacía el Volkswagen Touareg W12 Sport en edición limitada de 500 unidades, un monstruo que tomaba la base técnica de los Touareg y adaptaba el propulsor 6.0 W12 atmosférico que firmaba las versiones más exclusivas del Audi A8 y el Volkswagen Phaeton. Ya sabemos que los peculiares motores en W son un capricho del Grupo Volkswagen para hacer frente a los majestuosos V12 de la competencia, y por ese motivo el Touareg W12 representaba un globo sonda para explorar cómo reaccionaba el mercado ante un SUV que hablaba de lujo y altas prestaciones.

Con este motor el Touareg alcanzaba los 450 CV de potencia máxima y los 660 Nm de par motor, cifras que le permitían firmar el 0-100 Km/h en 5,8 segundos y una velocidad punta de 250 Km/h (nada mal para un SUV de 2,5 toneladas). Una de las curiosidades de este modelo es que su velocidad estaba electrónicamente limitada, encontrando en su cuadro de instrumentos la marca de hasta 320 Km/h que según algunas pruebas permitía al Touareg volar cerca de los 300 Km/h reales si se eliminaban las niñeras. Pero limitar al Touareg W12 tenía mucho sentido, y es que por su culpa Porsche tuvo que lanzar el Cayenne Turbo Power Kit que subía hasta los 500 CV y 280 Km/h. A día de hoy todo esto parece un juego de niños con coches como el Bentley Bentayga o el Lamborghini Urus ya en el mercado.

Sí, el Touareg fue una muestra de poderío, un aviso a navegantes que generó más repercusión e imagen de marca que el incomprendido Volkswagen Phaeton. Aún así, los lazos con Porsche obligaron al Volkswagen Touareg W12 Sport a no pasar de una serie limitada, las altas prestaciones había de firmarlas el Cayenne, por lo que Volkswagen tuvo que buscarse otro comodín. De este modo en el año 2008 se presentaba el Volkswagen Touareg R50, un perfecto sustituto del W12 Sport que ahora se pasaba al diésel como buque insignia de las siglas TDI. El corazón de esta nueva «bestia» era el 5.0 V10 TDI desarrollado por Volkswagen, conocido en el Volkswagen Phaeton y en el mismo Touareg en versión de 313 CV, pero alcanzando los 350 CV y los 850 Nm de par (37 CV y 100 Nm más).

Si el hecho de tener un SUV con motor V10 no era lo suficientemente ostentoso y desafiante para las berlinas de lujo, Volkswagen quiso recuperar ese halo de deportividad sacando pecho de su sello «R» para fabricar el SUV diésel más potente del mercado. El Volkswagen Touareg R50 hacía el 0-100 Km/h en 6,7 segundos y alcanzaba los 235 Km/h, pero su reinado como el mejor entre los SUV diésel apenas duró un año, en 2009 Audi hacia realidad el Audi Q7 V12 TDI, el que todavía es hoy el SUV diésel más potente y rápido jamás fabricado y que posiblemente ya nadie se moleste en superar. Audi se había convertido en la máxima defensora de los motores diésel, de las siglas TDI, y aunque durante mucho tiempo coqueteó con la idea de fabricar un Audi R8 V12 TDI, finalmente fue un enorme Q7 de 12 cilindros el que firmó el cenit de la edad dorada del del gasóleo.

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