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Cuando Volkswagen pensaba en coches de lujo con motor diésel V10

Hace algo más de veinte años el diésel era presente y futuro, símbolo del progreso de la industria del automóvil. Hoy en día todos los fabricantes piensan en coches eléctricos y en ellos ven su futuro, especialmente en cualquier vehículo que tenga cierta visión del lujo y la tecnología. Pero en 1999 el diésel era tan importante como para protagonizar la puesta de largo de un primer anticipo de lo que más adelante sería el buque insignia de Volkswagen. Hace más de veinte años Volkswagen pensaba en coches de lujo con motor V10 diésel y así fue como se desvelaría el prototipo Volkswagen Concept D, un prototipo con cierto toque de Porsche Panamera, que recordemos no se lanzaría hasta diez años después, que nos anticipó también cómo sería el Volkswagen Phaeton.

Volkswagen y un coche de lujo con motor V10 diésel

Actualmente, el diésel es el apestado de la industria, perseguido por los políticos y sometido a un rechazo cada vez mayor por parte de los clientes. La historia de este prototipo, y del Volkswagen Phaeton, es también la de aquellos años en los que Volkswagen sobrevaloró sus posibilidades y de un tiempo que si aún no han olvidado en Wolfsburgo, muchos estarán deseando olvidar. Pasar página.

Recordemos que este prototipo derivó en el Volkswagen Phaeton, un sedán de lujo que a la postre sería recordado como un sonoro fracaso.

El Volkswagen Concept D era un sedán de lujo, con motor V10 diésel, que más tarde daría lugar a un coche de producción, el fracasado Volkswagen Phaeton

Volkswagen Concept D 1999 04

Volkswagen y sus aspiraciones

Ferdinand Piëch aspiraba a que los ingenieros de Volkswagen demostraran su valía, su capacidad para elevar su prestigio por encima de marcas como BMW o Mercedes-Benz, creando un coche de lujo, de altos vuelos. No contentos con eso, Volkswagen dedicó incluso una nueva fábrica, la flamante Gläserne Manufaktur, la fábrica transparente de Dresde, para producir un coche del que se esperaban alrededor de 20.000 unidades al año, con la posibilidad de elevar la producción hasta las 35.000 unidades al año, e incluso sobre las 50.000 unidades al año.

Aquellas expectativas nunca se cumplieron. En 15 años se vendieron 84.253 unidades. Su fracaso comercial se tradujo en un fiasco financiero, siendo este uno de los automóviles que más pérdidas ha generado a su marca.

Este prototipo, el Volkswagen Concept D, como os decíamos equipaba un motor diésel V10 TDI de 313 CV de potencia, cambio Tiptronic, tracción a las cuatro ruedas 4Motion, suspensiones adaptativas, faros bi-xenon, etcétera. Su tecnología, y su motor diésel de diez cilindros, llegarían al Volkswagen Phaeton definitivo, no así su trasera estilo fastback, que más tarde sí sería clave en el Porsche Panamera. El Volkswagen Phaeton llegó a comercializarse con motores diésel de seis cilindros y gasolina de seis cilindros y uve estrecha, V8 y hasta un W12.

Volkswagen Concept D 1999 V10 Tdi Diesel

El motor V10 TDI del Volkswagen Concept D, que no solo estaría presente en el Volkswagen Phaeton, sino también en productos como el Volkswagen Touareg.

El ocaso del diésel y el coche eléctrico

Dos decadas después, insistimos, Volkswagen prefiere olvidar aquel proyecto.

La fábrica que se levantó motivada por un producto que a la postre fracasaría se ha transformado por completo. Recordemos que la idea de la factoría de Dresde, completamente acristalada – de ahí su nombre – era reflejar «la transparencia de la marca», según reconocería Volkswagen, y mostrar lo que sucedía en sus líneas de producción desde el exterior. Hoy en día ha sido reconvertida en un espacio para mostrar a los visitantes el futuro eléctrico de la marca. También sigue fabricando coches, pero no diésel, ni gasolina, esta vez son eléctricos.

50.401 unidades producidas después, el Volkswagen e-Golf cesaba su producción en la fábrica transparente de Dresde en diciembre, dando paso al nuevo eléctrico de referencia de la marca, el Volkswagen ID.3. La fábrica transparente de Dresde batió su récord de producción en 2019, gracias a las 16.155 unidades del Volkswagen e-Golf que se fabricaron en ella y que distan mucho de la producción máxima conseguida en tiempos del Phaeton y el Flying Spur, cuando en su mejor año ambos llegaron a sumar 11.166 unidades. Un ejemplo más de cuán alejadas de la realidad estaban las previsiones que hizo Volkswagen cuando decidió, hace más de veinte años, que el prototipo que ilustra esta entrada llegara a producción.

Más imágenes del Volkswagen Concept D:

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