8 coches clásicos apasionantes que el aficionado de a pie ya no puede permitirse
Nací a finales de los años 80, y desde que tengo memoria, fui un apasionado de los coches. Con apenas 6 o 7 años ya manejaba el volante de nuestro Rover 114 por las calles del barrio, mientras mi padre controlaba el cambio y los pedales. Aprendí los números mirando las matrículas de los coches aparcados y la pared de mi habitación estaba forrada de coches apasionantes - de pequeño solía prometer que cuando fuera mayor tendría un Ford Es