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Rolls-Royce 102EX: la vuelta al mundo a bordo del eléctrico más lujoso

Rolls-Royce ha culminado su particular periplo a lo largo y ancho del planeta a bordo del 102EX. La finalidad de este viaje era comprobar las capacidades del peculiar Phantom reconvertido a eléctrico, y observar hasta donde era capaz de llegar su sistema. Eso si, lo verdaderamente curioso de este vehículo, no era otra cosa que el que debía realizar tal cantidad de kilómetros sin perder un ápice del espíritu que emana cualquier Rolls-Royce.

El Rolls-Royce 102EX no se trata de un modelo pre-serie ni nada parecido, la siglas EX definen al modelo como experimental, y no es más que eso, un laboratorio rodante para recoger datos. Rolls-Royce, empezó el proyecto como un concept-car que hiciera ver al público que también son capaces de adaptarse a las nuevas corrientes, sin embargo, transcurrido un cierto tiempo desde su presentación en el Salón de Ginebra, descubrieron que el cliente potencial de la marca anglo-alemana no estaba para nada interesado en adoptar un sistema eléctrico ultra-tecnológico.

En pocas palabras, el cliente que pretende adquirir un Rolls-Royce busca refinamiento, fiabilidad, clase, señorío y demás cualidades relacionadas, pero la vanguardia tecnológica en favor del medio ambiente no es una característica que tenga mucha importancia. Entonces el fabricante analizó el momento concreto y decidió realizar un estudio exhaustivo sobre el modelo de cara a un futuro, sabiendo que cuenta con tiempo suficiente antes de que su público demande un vehículo como el 102EX.

Rolls-Royce nos propone un concepto diferente al común de vehículo eléctrico

Normalmente, cuando pensamos en eléctricos o híbridos, automaticamente relacionamos el concepto con lo liviano y el bajo consumo que se les asocia. Pero Rolls-Royce ha diseñado una plataforma eléctrica capaz de adoptarse al Phantom convencional, en vez de hacerlo al contrario. El resultado es una inmensa mole de 2.720 kg que cuenta en sus entrañas con la batería de mayor capacidad jamás construida para su uso en un vehículo.

Los periodos de carga van desde un mínimo de 8 horas en toma trifásica, hasta un máximo de 20 horas en enchufe convencional

Aunque el vehículo completo solo engorda 200 kg respecto al Rolls-Royce Phantom convencional, el peso de sus baterías es digno de mención, ¡637 Kg!. Baterías que no emplean el Litio-Ion tan de moda en la actualidad, en vez de emplear al volátil elemento en exclusiva, el acumulador recibe un diseño de Litio-Níquel-Cobalto-Manganeso capaz de ofrecer una capacidad de 71 kWh. Con este pack de baterías el Rolls Royce 102EX es capaz de recorrer 200 kilómetros con una sola recarga.

Recarga que impresiona de manera exagerada por el tiempo que necesita para poder restaurar la autonomía completa. En concreto hablamos de 8 horas si empleamos una toma trifásica en el mejor de los casos, pero si no tenemos la suerte de encontrar este modelo de conexión, deberemos dejar aparcado al 102EX hasta 20 horas para poder volver a recorrer otros 200 kilómetros. Con estos datos de tiempo de recarga, os podéis hacer una idea rápida de las magnitudes que necesita eeste Rolls-Royce, para poder ofrecer un rival capaz de medirse al Phantom.

Eso sí, debemos tener en cuenta que no todo puede resumirse en capacidad, ya que el Rolls-Royce 102EX emplea sendos motores eléctricos en el eje trasero capaz de ofrecer 395 CV de potencia combinada y un par máximo de 800 Nm de manera constante. Por lo tanto, es más que meritorio que el vehículo sea capaz de acelerar hasta los 100 km/h en sólo 8 segundos, pudiendo llegar hasta la velocidad de 160 km/h, máxima velocidad posible debido a la limitación electrónica.

El concepto de laboratorio se aplica más allá de la mecánica

Sin apenas modificaciones en su interior y en el exterior a simple vista, el 102EX ha pasado por el quirófano para adecuarse a la cantidad de kilómetros que se le venían encima. Desiertos, parajes desolados, nevadas considerables, todo un cúmulo de situaciones adversas que pusieran a prueba cada uno de los elementos de esta gran berlina. Uno de los más importantes era el comportamiento de su baterías con las temperaturas, y tras el recorrido, el rango de temperaturas aceptable puede situarse de entre -15ºC hasta los 50ºC.

Ciudades como: Madrid, Beijing, Yokohama, Singapur, Munich, Las Vegas, Washington, Ginebra, Nueva York, Paris, Roma… todas han sido escenarios donde le Rolls-Royce se ha dado su particular paseo sin emitir un solo gramo de CO2.

Otro aspecto importante del estudio, era el del funcionamiento del sistema de recarga inalámbrica diseñado e instalado para la ocasión. Con una eficiencia del 90% asegura unas pérdidas mínimas en la recarga de nuestras baterías, empleando casi el total de la electricidad para recargar sus 96 celdas.

Pero como uno de los exponentes del lujo mundial, los ingenieros también aprovecharon la ocasión para probar algunos nuevos materiales en el interior del 102EX. El primero de estos nuevos diseños se trataba de una nueva piel denominada «Corinova», este cuero presentaba un novedoso tratamiento, ofreciendo un aspecto y tacto más naturales, y otorgando una mayor resistencia ante arañazos y posibles desgarros. En otra zona del interior, también podemos observar como, la clásica madera, da su paso a un material compuesto con hebras de vidrio y Aluminio, que mediante un sistema de tejido, es capaz de ofrecer un símil a la fibra de carbono.

¿Serán los motores de combustión un nuevo lujo de los más pudientes en el futuro?

Pues podría ser, francamente pienso que el consumo de carburante cada vez es más lujo para los ciudadanos de a pie, y visualizando el futuro a medio plazo, no me extrañaría que la gasolina se convirtiera en un elemento más para diferenciar entre clases económicas. Es más que obvio, que a todos no nos duele de igual forma el que nuestro coche consuma más o menos combustible, y eso sin hablar de los dueños cuyo coche supera ampliamente los 200.000€.

Antes de ver un Rolls-Royce eléctrico, posiblemente acudamos a la presentación de una versión híbrida de su V12. Se trataría de una maniobra para ir haciendo el cuerpo a sus clientes, y claro está, mientras la competencia tampoco mueva ficha en este asunto, tampoco se antoja muy lógico el arriesgar demasiado. Sus clientes son acaudalados señores y señoras que buscan un vehículo que les lleve de la manera más lujosa y refinada posible. Y a día de hoy, la tecnología eléctrica puede ofrecer muchas cualidades, pero el llegar hasta estas esferas, todavía parece que requiera mucho tiempo de investigación para igualarse a los propulsores convencionales.

Fuente: Rolls-Royce
Imágenes: Flickr Rolls-Royce
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