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Fiat Bravo GLP, a prueba (II): descubriendo virtudes y defectos de ser pionero

Tras la primera parte de esta prueba donde hemos analizado qué nos ofrece el Fiat Bravo GLP, toca acomodarse en su interior y hacer la primera visita obligada, llega la cita con la estación de servicio. El GLP es todavía un carburante poco común en nuestra sociedad, siendo la serigrafía que adornaba el vehículo publicitando el uso del GLP, un justo reclamo para que algunas personas preguntasen de qué va eso del Gas Licuado de Petróleo, más si cabe cuando veían que mi forma de repostar era poco convencional.

La red de suministro de GLP en España está en pleno crecimiento, un crecimiento lento que ayuda poco a que el mercado asimile la existencia de esta alternativa. Grandes capitales como Madrid y Barcelona son en la actualidad los puntos donde más fácilmente se puede encontrar GLP, pero si nuestro objetivo es viajar exclusivamente empleando GLP y no gasolina, habrá que proponerse un trayecto que necesite de incómodos desvíos para poder evitar el uso BiFuel.

El GLP como compañero del día a día

Si existe un factor que queda claro en los primeros kilómetros de uso en modo GLP es, que a medida que el odómetro siga subiendo, el GLP muestra sus virtudes ya provengamos de un vehículo gasolina o un vehículo diésel. Su escasez de vibraciones y suavidad invitan a una conducción que es difícil encontrar molesta a no ser que se quiera extraer un carácter deportivo, algo que este Fiat Bravo 1.4 a GLP hacía imposible con una caja de cambios con 6 relaciones largas, muy largas.

Con un consumo de 9,7 l/100 Km de GLP a 0,753 €/l, su coste por kilómetro es muy inferior al uso de gasolina y similar al uso de un propulsor diésel

Es por tanto que si nuestro objetivo es el ahorro, debemos pensar cuál es nuestro punto de partida. De este modo, si la gasolina es nuestro origen, el ahorro con cada nuevo kilómetro es notable desde la primera puesta en marcha. Sí, el GLP consume en torno a 1 o 2 l/100 Km más, pero su precio durante la prueba era menos de la mitad que el de la gasolina.

Además tenemos la ventaja de contar con un vehículo BiFuel, por lo que dado el momento que busquemos el funcionamiento en modo gasolina por motivos personales, con sólo pulsar un botón será suficiente. A nivel de prestaciones no existen cambios perceptibles, siendo la ausencia de vibraciones y notable reducción del ruido generado, el aspecto que más brilla con el uso del GLP.

Quizá el gasóleo es el más duro competidor del GLP, y más en nuestro país. El actual coste por kilómetro de funcionar con ambos combustibles puede considerarse un empate técnico, por lo que es buen momento para mirar más allá. La falta de empuje a bajo régimen es el aspecto más echado en falta en este motor atmosférico adaptado a GLP, un aspecto que se hace todavía más evidente al descubrir que la caja de cambios instalada por Fiat obliga a subir de vueltas para no derrumbarnos ante alguna pendiente.

La red de suministro y la oferta de vehículos a GLP es escasa, por lo que su compra implica convertirse en pionero

Pero sin embargo, existe un punto a favor muy claro frente a las mecánicas diésel, y éste es su funcionamiento. Empleando GLP no existe ese rumor que sobreviene de cualquier propulsor que emplee gasóleo, el tacto es suave e invita a conducir de forma relajada para no alterar la acústica del interior. Por no mencionar el mantenimiento, este Fiat GLP muestra un planteamiento técnico mucho más sencillo a la hora de afrontar reparaciones, añadiendo que su mantenimiento preventivo se alarga sensiblemente gracias a la prácticamente nula deposición de residuos en el interior de la mecánica y a una combustión muy homogénea.

El apartado referente al impacto sobre nuestra salud, individual y colectiva, y en el impacto sobre el medio ambiente, es también digno de mención al abordar el uso del GLP, pues un motor que funcione con GLP es mucho más recomendable que uno que empleo gasóleo. Frente al diésel, las muy perjudiciales partículas (PM 2.5 y PM 10) son prácticamente nulas, una reducción en torno al 90%, encontrando también una disminución de los NOx cercana al 50%.

Escasa oferta de mercado para impulsar el uso del GLP

Si el GLP posee un problema, ese es la escasa oferta de mecánicas interesantes que pueden ser adaptadas o compradas de primera mano. En el plano de la adaptación nos vemos obligados a buscar el modelo específico de coche que haya sido incluído en la archiconocida Normativa R115 que regula este tipo de adaptaciones, algo que nos hace mirar también al mercado de vehículos de nueva fabricación, lugar donde encontramos mecánicas que, respecto a la nueva hornada de propulsores fruto del downsizing, te hacen dudar si realmente es un buen momento para adquirir un 1.4 de aspiración atmosférico con apenas 90 CV.

A nivel técnico, el Fiat Bravo GLP sólo adolece de una caja de cambios con desarrollos demasiado largos, aunque la adopción de un turbo ofrecería muchos puntos a su favor

En este punto, cabe destacar la irrupción de mecánicas sobrealimentadas como la que ofrece, dentro del mismo grupo italiano, el Alfa Romeo 1.4 GLP Turbo con 120 CV. La aspiración atmosférica está condenada a desaparecer, por lo que ofertar la adaptación a GLP a mecánicas de este tipo, no hace otra cosa que favorecer a la competencia con una oferta de propulsores gasolina turboalimentados muy optimizados y mecánicas diésel muy parcas en consumo.

Fiat Bravo GLP, ¿Una opción de compra?

Sí, con matices, pues el ahorro en términos globales y la necesidad de hacer muchos kilómetros, mayoritariamente en ciudad, son sus principales razones de ser. Si buscamos una opción que pueda ofrecer cierto tacto deportivo tendremos que mirar hacia otro lado y si buscamos el equilibrio entre consumos/empuje de un diésel, también. La idea de buscar tu punto de suministro de GLP más cercano es condición obligada, pues si éste te obliga a desviarte de forma sensible, tocará echar cuentas.

Para la totalidad de los trayectos urbanos con pequeñas escapadas por carretera, el Fiat Bravo GLP cumple con creces, sólo siendo imperdonable la ausencia de un ordenador de a bordo capaz de ofrecer datos vitales como el consumo medio, el consumo instantáneo o autonomía. Un elemento que además facilitaría al usuario conocer como su conducción puede influir en la búsqueda del máximo ahorro.

En definitiva hablamos de un vehículo que se ofrece en el mercado como alternativa al coste actual de emplear gasolina o gasoil, por lo que el ahorro que puede aportar es su mejor carta de presentación. Antes de su compra requiere un profundo estudio de nuestras necesidades, pero sin duda el GLP es una opción a tener muy en cuenta.

Lo mejor

* Ausencia de vibraciones, suavidad de funcionamiento
* Autonomía sistema BiFuel
* Ahorro y coste por kilómetro

A mejorar

* Funciones del ordenador de a bordo
* Ausencia versión sobrealimentada
* Red de suministro GLP

Ficha técnica Fiat Bravo 1.4 GLP

Motor: 4 cilindros en línea, aspiración atmosférica.
Cilindrada real: 1.368cc
Caja de cambios: manual de 6 velocidades.
Potencia: 90 CV a 5800 rpm
Par máximo: 138 Nm a 4.500 rpm
Aceleración (0 a 100 km/h): 12,5 segundos
Velocidad máxima: 179 km/h
Peso: 1.205 kg
Consumos oficiales gasolina: Mixto: 6,7 l/100 km, Urbano: 8,6 l/100 km, Extraurbano: 5,5 l/100 km
Consumos oficiales GLP: Mixto: 8,3 l/100 km, Urbano: 10,6 l/100 km, Extraurbano: 7 l/100 km
Emisiones de CO2 gasolina/GLP: 146 g/km / 137 g/km
Precio Fiat BRAVO 1.4 EASY 90CV GLP: desde 14.222,56 € (IVA Inc.)

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