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Carrocerías inteligentes que se chivan a tu aseguradora cuando sufres un golpe. Muy pronto en su coche

Ojo al dato. Hella está trabajando en una tecnología que sería capaz de detectar daños en la carrocería de nuestro coche, de identificar un arañazo, una abolladura, e incluso daños mayores, en uno de los paneles exteriores del vehículo. Aunque los daños sobre la carrocería sean visibles y más que evidentes para el propietario, especialmente si ha sido él quien ha golpeado su vehículo, la idea de Hella pasa por una integración de este sistema de «carrocería inteligente» con los equipos a bordo para mejorar la experiencia de la conducción. Aunque, no obstante, ya nos estamos preguntando en cómo acabaría integrándose, con toda posibilidad, con los servicios prestados por los más interesados en esa información, nuestras aseguradoras.

Unos sensores piezoeléctricos en la carrocería detectarían la posición del choque, su intensidad y daños potenciales, y esa información acabaría en el ordenador de a bordo, e incluso podría ser transmitida en tiempo real a aseguradoras y talleres.

El sistema de Hella se basaría en una serie de sensores piezoeléctricos instalados en el reverso de cada panel de carrocería. La instalación que requeriría y su tecnología no sería ni mucho menos avanzada y podría aprovechar la infraestructura ya presente para los sistemas de radares de aparcamiento. Los sensores detectarían la presión y las vibraciones del impacto y un algoritmo, que probablemente sea la parte más compleja del sistema, sería capaz de interpretar la posición del choque y su intensidad.

Esta tecnología podría acabar con la desagradable experiencia de dejar aparcado nuestro coche y encontrarnos con que otro vehículo ha golpeado contra él y no nos ha dejado una nota en el parabrisas.

¿Cómo podría mejorar la experiencia de la conducción? El conductor podría ser consciente, antes de iniciar la marcha, de que su coche ha recibido un arañazo o un golpe mientras estaba aparcado. Lo cual puede sernos de ayuda para encontrar al culpable. El ordenador de a bordo no solo podría informarnos de esta eventualidad, sino también iniciar los trámites para concertar una cita en el taller, enviar un aviso a la aseguradora para proceder al peritaje, e incluso proporcionarles información relevante sobre los daños para tener preparado un presupuesto y una estimación de tiempos de reparación. Si nuestro coche estuviera conectado con nuestro teléfono móvil, ese aviso también podría llegarnos en el momento, justo a tiempo para identificar al coche que ha chocado contra el nuestro cuando lo teníamos aparcado en la puerta de casa.

Pero es precisamente ese punto, el de la información para la aseguradora, el más polémico. Este sistema potencialmente sería capaz de notificar un incidente, un choque, del que podemos haber sido responsables, o no, a nuestra aseguradora. Potencialmente esos datos también podrían quedar registrados en la centralita del coche, junto con otros tan relevantes como la fecha, la hora y la posición GPS en la que nos encontrábamos.

Para bien y para mal, imaginemos ahora un hipotético escenario en el que todos los coches contasen con este sistema, y todos ellos estuvieran obligados a mantener esa conexión con un servidor central en la nube que registrase cualquier choque en nuestros vehículos. En ese escenario utópico, sería realmente sencillo identificar a ese conductor que golpeó o rozó nuestro coche y no nos dejó una nota en el parabrisas. Y definitivamente podría cambiar por completo la experiencia de aparcar en un parking público.

Fuente: Wards Auto | Vía: Xataka
En Tecmovia: Airbump, a fondo: una idea inteligente, defensas de carrocería a prueba de carritos de la compra

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