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Peugeot iOn: el eléctrico del león a prueba (I)

El Peugeot iOn forma parte de la primera avanzadilla en el mercado de los coche eléctricos de producción masiva, el primer escalón para popularizar el vehículo eléctrico en nuestras calles. Este utilitario es la versión según Peugeot del Mitsubishi i-MiEV y el Citroën C-Zero resultante de la colaboración entre el grupo PSA y Mitsubishi .

Este eléctrico cuenta con un motor con una potencia máxima de 49 kW, es decir, unos 66 CV que se entregan a través del eje trasero. Su motor se ubica también en la parte trasera del vehículo, justo por delante del eje trasero. Esto nos deja una configuración que bien podría parecerse a la de un coche para circuito, tracción trasera y motor central trasero unido a un peso de unos 1.110 kg.


La velocidad máxima del Peugeot iOn es de 130 km/h a pesar que durante la prueba, en condiciones óptimas de seguridad, se pudo superar dicha cifra llegando hasta los 137 km/h. Cuenta con un par de 180 Nm que como buen eléctrico se entrega de manera constante llegando a los 100 km/h en 15,9 segundos.

Sus baterías son de iones de litio al óxido de manganeso, con un peso total de 230 kg. Con ellas el iOn homologa una autonomía de 150 km y periodos de recarga de 6h en una toma tradicional de 220v y de 30 minutos para alcanzar el 80% de la capacidad de carga en una toma de carga rápida de 400v.

Un único nivel de acabado, seis airbags, ABS y ESP

En cuanto a su acabado, el iOn dispone únicamente de un nivel de equipamiento que incluye control de estabilidad, encendido de luces automático, aire acondicionado, radio cd con lector de mp3, elevalunas eléctricas en las cuatro ventanillas, toma USB , retrovisores eléctricos y faros antiniebla. Cuenta con seis airbags: de conductor y pasajero, laterales y de cortina.

El Peugeot iOn es el vehículo eléctrico con mayor número de ventas

No nos podemos olvidar de que nos encontramos ante un superventas, pero un superventas dentro de los coches eléctricos, lo que se traduce en 63 unidades de los 176 coches eléctricos vendidos al finalizar agosto. Comparte podio con su gemelo, el Citroën C-Zero con 52 unidades y el Think City con 22.

Diseño sencillo en busca de un uso práctico

Comenzando el análisis de este Peugeot electrificado por su parte exterior, nos encontramos con un modelo que destila en un simple vistazo utilidad en cada rincón. Estamos ante un vehículo 100% utilitario y eso se nota hasta en su estética. No encontraremos rasgos afilados, ni estridencias estéticas. Simplemente un diseño sencillo con algunas marcas propias de la firma francesa, optimizado para aprovechar el espacio.

Su aspecto frontal es el que contiene más rasgos estéticos que lo emparejan con el resto de la gama. Su frontal de líneas redondas nos recuerda inevitablemente al Peugeot 107. La enorme luna delantera se convierte en uno de sus principales rasgos estéticos definitorios junto a sus ópticas. En el paragolpes frontal, levemente sobredimensionado, sólo destacan las dos luces antiniebla que albergan al mismo tiempo los faros diurnos.

Su estética lateral continúa con un perfil abombado y plano, sencillo, sin estridencias en su carrocería. Llantas sencillas y unos retrovisores acabados en negro que junto con las lunas traseras tintadas rompen con la hegemonía blanca del conjunto.

En su parte trasera la luna contorneada por un apique negro en su parte inferior, unas ópticas, ubicadas verticalmente, levemente oscurecidas y un alerón negro con la tercera luz de freno también acabado en negro centran la atención en la parte superior de la zaga.

Interior: gran sensación de amplitud pero acabado en plástico duro

Si las líneas exteriores nos habían parecido sencillas, las interiores no se quedan atrás. Escasos guarnecidos que transmiten una mayor sensación de amplitud, pero también de cierta fragilidad al cerrar la puerta, decoración nimia sólo rota por la consola central acabada en negro brillante. Espartano es la palabra que más define a este interior.

El interior, de toscos acabados, sorprende por la sensación de amplitud

En general el interior se muestra con acabados en plástico duro, rematados bien, pero de anclaje con aspecto ciertamente tosco y hueco. Un interior útil, práctico, propio de un coche urbano para ser usado en la batalla del día a día sí, pero a años luz de lo que podíamos esperar de un coche de este valor. Aspectos como los posavasos que salen desde el salpicadero no ocultan la búsqueda de lo económico, la utilidad, pero abaratando costes en material para no seguir aumentando la factura del eléctrico.

Tan solo el volante en cuero sin ningún botón a diferencia de a lo que nos tienen acostumbrados los volantes actuales y el pomo muestran un acabado óptimo. El resto se resume con plástico duro en cada uno de sus rincones que no lo esconde tras una fachada estética de material superior, se muestra tal y como es nada más entrar en su habitáculo.

Dejando a un lado el material de su habitáculo y pasando a comprobar algunos de los elementos que encontramos dentro de este iOn el mayor lujo que encontramos llega de la mano de un esencial en cualquier coche moderno: el aire acondicionado. De nuevo simple, en la consola central encontramos una ruleta para controlar la velocidad y accionar el aire acondicionado, otra para la posición de soplado y una tercera para la temperatura.

Compartiendo espacio en dicha consola encontramos el botón de warning, los botones de Peugeot Connect que sirven para solicitar ayuda ya sea en caso de accidente o avería y tomas USB y de 12V. En la parte superior, una radio completa el equipamiento interior, de nuevo, sencilla es la palabra más apropiada para describir un aspecto de este iOn. Nada de complejos sistemas multimedia con pantallas a color, una radio-CD convencional.

Como contrapartida a este interior espartano, la sensación de amplitud es muy buena, con mucha visibilidad y altura. El puesto de conducción, con asientos en tela, es elevado y no echaremos de menos más espacio en las plazas delanteras. Las plazas traseras cumplen bien en espacio y comodidad acorde a un vehículo urbano. Además el interior se limpia rapidísimo por sus materiales, otro punto a favor para su uso diario.

En cuanto a su maletero de nuevo tiene una capacidad de carga óptima para un vehículo puramente urbano, 168 litros, de fácil acceso, suelo plano y con cierta curvatura lateral. Además los asientos traseros se pueden abatir creando una gran superficie de carga totalmente plana y realmente práctica.

Toca girar la llave y poner en marcha al Peugeot iOn, pero eso será mañana.

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