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9 problemas que se producen a diario en las plazas de garaje comunitarias

¿Aparcas tu coche en una plaza de garaje comunitaria? Entonces estoy convencido de que te sentirás familiarizado con alguna de estas situaciones. Para muchos, la única opción para tener resguardado nuestro coche es recurrir a un garaje comunitario. De hecho es la opción más común, salvo en viviendas unifamiliares. Y es ahí donde surgen los problemas y las tiranteces con algunos vecinos, generalmente por un uso incorrecto de las instalaciones, que en ocasiones pasa de la falta de civismo a la ilegalidad. Y es por eso que en ocasiones se producen toda una serie de abusos, como los que Idealista recopilaba en esta lista que de paso nos gustaría explicar, y completar con algún punto adicional.

En ocasiones, la falta de civismo de los vecinos con los que compartimos un garaje comunitario acaba en actitudes que sobrepasan la línea de la legalidad.

1. Utilizar plazas ajenas. No hay excusa que valga para aparcar en la plaza de aparcamiento del vecino. No importa que esta haya permanecido vacía durante días, semanas o meses, o incluso que sepas que tu vecino estará ausente. Aparcar tu coche sin consentimiento expreso es invadir una propiedad privada.
2. Aparcar una moto o dos coches. Los estatutos de la comunidad establecen el número de vehículos que puede aparcarse en una plaza de garaje. Si se especifica que solo puede aparcarse un vehículo, no estaría permitido aparcar una moto, incluso en el caso de que hubiera espacio suficiente para tal cosa aprovechando los límites de la plaza. Existe la excepción de las plazas dobles. En cualquier caso, también hemos de ser conscientes de que una plaza de garaje asegurada para un único coche hará que en caso de siniestro la aseguradora no cubra los daños en ambos vehículos.
3. Utilizar la plaza de garaje como trastero. Utilizar esa plaza de garaje para otro fin que no sea el de aparcar un coche no está permitido. Aunque sí se pueden realizar obras menores con la autorización expresa de la comunidad.

4. Aparcar un coche más grande que la plaza de garaje. Otro problema común es el de los coches que sobresalen de los límites de la plaza de garaje, ya sea porque el coche es demasiado grande, o la plaza demasiado pequeña. Antes de adquirir una plaza de garaje o un coche es importante asegurarse de que nuestro coche entrará en la plaza de garaje sin incomodar a otros vecinos. Es algo muy común, especialmente en grandes ciudades, donde el aprovechamiento de cada hueco disponible ha llevado a crear plazas de aparcamiento irrisorias.
5. Entrar en sentido contrario. En plazas de garaje comunitarias con dos vías perfectamente separadas, una para entrar, y otra para salir, siempre hemos de utilizar el sentido adecuado. No importa que ahorremos tiempo entrando por la salida. La alternativa existente en algunos garajes es la de instalar semáforos, o disponer de la autorización expresa de la comunidad para utilizar excepcionalmente la salida como entrada (creedme que servidor ha tenido que hacer uso de esta excepcionalidad para aparcar algunos coches que hemos probado en los últimos años).
6. Aparcar el coche en espacios comunes. En algunos garajes existen espacios, no delimitados como plaza de garaje, en los que perfectamente cabe un coche, una motocicleta, o un smart. En cualquier caso esos espacios no pueden utilizarse como plaza de aparcamiento.

7. Descargar la compra cerca de la puerta. Tampoco pueden utilizarse plazas ajenas, o espacios comunes, para descargar la compra.
8. Problemas para instalar un punto de recarga. Añadimos este octavo punto, con la experiencia de nuestro compañero David G. Artés instalando un punto de recarga en su garaje y lo que dice la ley. Con la comunicación previa a la comunidad de vecinos, el propietario puede instalar un punto de recarga sin requerir la autorización expresa de los vecinos, pero eso sí, costeando dicha instalación.
9. Sufrir una ocupación ilegal, o un abandono. Ante una ocupación ilegal, el propietario de la plaza de garaje se enfrenta a un problema importante. Una grúa municipal no puede acceder al garaje para extraer el coche, en tanto es un recinto privado y requeriría una orden judicial. Pero el propietario tampoco puede contratar una grúa y mover el coche por sus medios. La única solución que quedaría sería iniciar un proceso judicial, cuanto antes, y esperar que el propietario del coche deponga su actitud cuanto antes. El propietario del coche puede llegar a enfrentarse a una condena por coacciones e indemnización por los daños ocasionados (hay jurisprudencia).

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