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Un buggy atómico aterrizará en Marte el mes que viene en busca de marcianos

Supongo que muchos de vosotros estaréis más o menos al corriente de la misión espacial de la NASA que se encuentra en curso en estos momentos pero, para los que no, he de aclarar que el título es estrictamente real. La NASA intentará aterrizar un vehículo de 6 ruedas propulsado por energía atómica en la superficie del planeta Marte el día 5 de agosto de 2012. Su objetivo principal es buscar restos de algún tipo de vida marciana, aunque sea de un pasado remoto.

La NASA intentará aterrizar un vehículo de 6 ruedas propulsado por energía atómica en la superficie del planeta Marte el día 5 de agosto

De toda la información que he podido recopilar, incluyendo el piruético aterrizaje en los «7 minutos de terror» con la ayuda de una gran cápsula para entrar en la atmósfera frenada por un gran paracaídas supersónico, un segundo vehículo volador para reducir la velocidad mediante cohetes inferiores, que posará suavemente el vehículo en el cráter destino mediante un cable, sin aplastarlo a continuación… lo que más llama mi atención es que con un pequeño generador nuclear de plutonio podrá utilizar su propulsión eléctrica para moverse por Marte durante al menos dos años terrestres. Así se las gastan en la NASA.

Tras el espectacular vídeo de la entrada en la atmósfera y los 7 minutos fatídicos que tarda en llegar a la arena de la superficie de Marte, veamos algunos detalles.

Cuando hablamos de vida, nos referimos a microbiología, no a seres verdes con antenas

Lo primero, el objetivo de todo esto es explorar la superficie del planeta en busca de restos de algún tipo de vida. La zona de aterrizaje es un gigantesco cráter en el que pudo haberse acumulado agua en algún momento, lo que incrementa las posibilidades de encontrar restos orgánicos. En cualquier caso, la idea es determinar, al menos, si el planeta presenta condiciones favorables para que pudiese existir en algún momento algún tipo de vida, aunque esta casualidad cósmica no se haya producido nunca precisamente allí.

Cuando hablamos de vida, nos referimos a microbiología, no a seres verdes con antenas. Lo comento para que nadie se despiste.

En las prácticas de conducción, realizadas en el desierto de Mojave, California, los futuros conductores del vehículo radio-control se esfuerzan por pulir su técnica para superar pendientes y ostáculos con el fin de hacerlo lo mejor posible cuando el vehículo real llegue a Marte. Digo yo que habrá sido bastante caro llevarlo hasta allí como para estropearlo todo por un error de pilotaje, aunque la velocidad máxima de 0,144 km/h parece estar en el lado seguro y no parece probable destruirlo en una colisión.

Una autonomía de un año marciano de funcionamiento continuo (dos años terrestres)

Puestos a imaginar la razón por la que el vehículo va tan despacio, aparte de garantizar su seguridad y mejorar la observación del suelo que pisa (su razón de ser) supongo que tendrá algo que ver con el retraso que se va a producir entre que se envían señales desde la tierra y el buggy reacciona en Marte. Viajando a la velocidad de la luz, la señal tendrá un retardo de varios minutos, incluso en los momentos del año en los que Marte esté más cerca de la tierra. Mejor que vaya despacio, entonces.

Llama también la atención, quizás más que nada, aunque es difícil decidirse, que el vehículo va impulsado por un pequeño reactor nuclear. Este reactor transforma la energía térmica procedente de la desintegración de plutonio en electricidad, logrando una autonomía de un año marciano de funcionamiento continuo (dos años terrestres) en un vehículo en el que, además, tiene que alimentar diversos aparatos de análisis y un brazo articulado para recoger muestras.

Digo yo que es una pena que el plutonio no se pueda llevar bajo el asiento del coche con las suficientes garantías de seguridad. Ya sé yo de qué iban a alimentarse los eléctricos si fuese así.

Fuente: Carscoop | NASA
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