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Kia Niro, a prueba: 5 razones por las que ya es uno de nuestros híbridos preferidos

Kia ha tenido una idea brillante. La marca surcoreana quería un híbrido dedicado, es decir, un producto que únicamente podrás adquirir con una mecánica híbrida, que ha sido desarrollado específicamente para tal empresa, y que más adelante contará con una versión que además de híbrida será enchufable. Ante ese panorama Kia debía valorar diferentes opciones, la más obvia, quizás, la de apostar por una carrocería compacta de dos o tres cuerpos, atacar directamente al Toyota Prius, como hará su hermano el Hyundai IONIQ. Pero en su lugar han hallado una solución mucho más interesante, la de crear un crossover híbrido, el Kia Niro, que curiosamente no es una versión híbrida del Kia Sportage, lo cual hubiera parecido un movimiento obvio y razonable. Nosotros ya lo hemos probado. Y estas son nuestras primeras impresiones de la primera prueba del Kia Niro, y 5 razones por las que se ha convertido en uno de nuestros híbridos preferidos.

1. El Kia Niro es un crossover, aunque más turismo que SUV.

Contémplalo con detenimiento. El Kia Niro goza de proporciones, y aspecto, digno de un SUV. En cualquier caso, el Kia Niro no es una versión híbrida del Kia Sportage. El Kia Niro emplea una plataforma completamente nueva que únicamente se empleará en aplicaciones híbridas, la misma que utiliza el nuevo Hyundai IONIQ, que también hemos estado probando estos días. Aunque su carácter de crossover destaca sobre todo por detalles estéticos, como el diseño de las defensas, las barras de techo cromadas, o las protecciones de plástico negro en defensas y pasos de rueda.

En la práctica, el Kia Niro no es un coche demasiado alto. A bordo, la sensación es más cercana a conducir un Kia cee’d que un Kia Sportage, con un puesto de conducción más cercano al asfalto. Ni tan siquiera su dinámica se parece demasiado a la de un SUV, con un chasis que contiene muy bien las inercias y cuya conducción nos recuerda más a la de un compacto al uso. Eso nos gusta. Porque dinámicamente es un coche más que aceptable y estéticamente, cumpliendo con la moda actual, tiene aspecto de SUV.

2. Una mecánica híbrida que nos ha convencido.

Kia ha recurrido a una mecánica híbrida que no sigue el patrón establecido por el fabricante híbrido por excelencia, por Toyota. El Kia Niro cuenta con un motor de gasolina 1.6 GDI de 105 CV de potencia, y un motor eléctrico de 32 kW solidario a la caja de cambios, para entregar en modo combinado 141 CV de potencia. Nos ha gustado que sus prestaciones sean aceptables, y no nos encontremos con esa sensación, que sí hemos tenido en otros híbridos, de no tener la impresión de que entregue realmente 141 CV de potencia. Como referencia, os diremos que este Kia Niro acelera de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos, que no es una cifra excelente, pero sí la misma que un Kia Sportage 1.4 CRDi de 136 CV de potencia.

El Kia Niro es muy simple en su funcionamiento. No goza de modos de conducción al uso, aunque sí modifica algunos parámetros (como la dirección), al mover el cambio de su modo automático, al modo secuencial. No tiene modos que modifiquen la retención del motor, ni tampoco un modo eléctrico puro, aunque a baja velocidad, al arrancar, o al llegar a una parada, sí se mueve únicamente gracias a su motor eléctrico.

Kia ha colocado sus baterías justo debajo, y detrás, de los asientos traseros. Mientras que el depósito de combustible, de 45 litros, se encuentra justo bajo el maletero. Esta decisión, esta idea de colocar los componentes en disposición tipo sandwich, ha garantizado que sus plazas traseras sean bastante amplias, y el centro de gravedad muy bajo.

3. La clave del Kia Niro la encontramos en su cambio de doble embrague.

El Kia Niro es un coche concebido para ofrecer un mayor disfrute, y conexión, en la conducción que otros híbridos, como los de Toyota.

A diferencia de los híbridos de Toyota, que siguen recurriendo a soluciones de transmisión continuamente variable, el Kia Niro ha apostado por un cambio de doble embrague. Quizás no sea una solución tan ahorradora como un CVT, pero sí es una solución más intuitiva y agradecida con el conductor. El Kia Niro cuenta con seis marchas reales, y un cambio muy rápido y eficiente. En modo automático, las marchas suben y bajan sin que apenas te percates de ello. Aunque hemos de decir que su lógica de funcionamiento, aunque extraordinariamente eficiente, no nos ha gustado al circular a un ritmo más alto, en tanto su búsqueda de la marcha más larga en todo momento puede llegar a incomodarnos. Por ejemplo, al afrontar ciertas pendientes ascendentes, o salir de una curva, lo normal es que el cambio, en su búsqueda de la marcha más larga, requiera bajar varias marchas (función kickdown) en el momento en que pisemos el acelerador con insistencia, con un retardo importante.

En modo secuencial todo cambia
. El conductor toma el control de la caja de cambios, aunque para ello ha de emplear la palanca de la consola central, y no existen levas en el volante (estas podrían llegar en posteriores iteraciones del Kia Niro si Kia reconoce que es una solución interesante para sus clientes). Al tomar el control del cambio nos percatamos de que la respuesta del motor es inmediata, y con suficiente contundencia. En un exceso podría deciros que me resulta comparable a la de un motor de gasolina de cuatro cilindros en torno a 120 CV de potencia.

En cuanto al placer de conducción del Kia Niro estamos convencidos de que este coche es, con mucha diferencia, mucho más agradable y entretenido que los híbridos de Toyota, que por otra parte son los más confortables y suaves en la conducción urbana.

Sin aspiración deportiva alguna, el Kia Niro cumple en tramos revirados.

Sin ser un coche deportivo, ni pretenderlo, nos hemos divertido con él negociando curvas en las carreteras que rodean Montserrat, en Cataluña. El único defecto que encontramos en estas condiciones fue que el cambio, incluso en modo manual secuencial, cambiase a la siguiente marcha demasiado pronto. Desconocemos a qué régimen de revoluciones, en tanto el Kia Niro carece de cuentarrevoluciones. Pero sabemos que el hecho de no alcanzar un régimen alto del motor térmico se debe precisamente a que al acelerar a fondo también contamos con el apoyo del motor eléctrico.

Como ya os decíamos anteriormente, el Kia Niro no cuenta con modos de conducción al uso. Eso tiene sus pros y sus contras. Con el selector del cambio en automático, el Kia Niro trabaja en lo que la marca denomina como modo ECO. Un modo en el que se busca maximizar el consumo, pero como ya os decíamos dista mucho de mostrarnos las verdaderas prestaciones de este coche. En ese modo, además, la dirección cuenta con un tarado muy suave, excesivamente blando.

Al colocar el selector del cambio en modo secuencial el Kia Niro trabaja en modo Sport. Un modo en el que la dirección se endurece, y en el que sí nos encontramos con una dirección que aporte suficiente confianza como para afrontar curvas muy cerradas a un ritmo más alto, marcando con tiralíneas la trayectoria que seguirá el coche.

4. Una mecánica híbrida verdaderamente ahorradora y eficiente.

A priori parece un coche muy ahorrador, especialmente en recorridos urbanos donde normalmente obtendremos los consumos más bajos en este coche.

Si Toyota sigue recurriendo a un motor de ciclo Atkinson y un variador continuo es por una razón muy sencilla: Toyota quiere obtener el consumo más bajo que le sea posible. Es por eso que otros fabricantes encuentran dificultades para que sus coches alcancen unas cifras equiparables a las de un Toyota Prius, o un Toyota Auris Hybrid.

Sinceramente, en una prueba tan limitada como esta, es difícil hablar de consumos. Sí podemos adelantaros que en carretera, y en condiciones más próximas a las del entorno urbano, en atascos en carretera, conseguimos aproximarnos a los 4.0 litros/100 kilómetros. Una cifra excelente, y no tan alejada de la que nos pueden ofrecer los híbridos de Toyota. Como curiosidad, la sorpresa que nos llevamos al acomodarnos en el asiento del conductor y encontrarnos con que el ordenador de a bordo estimase autonomías superiores a los 700 y los 800 kilómetros con el depósito lleno. Cifras que, de alcanzarse, o quedarse cerca, en condiciones reales, serían excelentes para este híbrido con motor térmico de gasolina y un depósito de 45 litros de capacidad.

Para conseguir estos objetivos, Kia ha trabajado mucho la aerodinámica y el aligeramiento del Kia Niro. Además del uso de aceros de alta resistencia, algunos paneles exteriores se han ensamblado en aluminio, como la tapa del capó, o el portón del maletero, lo cual incluso se aprecia al abrir el portón.

5. El Kia Niro es un híbrido con un precio justo y tentador.

Ya sabemos que el Kia Niro, con un equipamiento más que aceptable, arrancará en 25.400€, que con promociones y financiación se quedaría en 19.985€. En estos momentos, un Toyota Auris hybrid arranca en 18.750€, también con promoción y financiación. Un Kia Sportage diésel, 1.7 CRDi 115 CV, con acabado Drive, arranca en 20.935€ con promociones y financiación. Con lo cual, creemos que este Kia Niro goza de un precio más que aceptable para un compacto, con aspecto de crossover, mecánica híbrida y cambio automático.

En Diariomotor:

Vídeo destacado del Kia Niro

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La segunda generación del SUV híbrido de Kia destaca por su buena relación precio-producto, y un interior bastante espacioso. Estéticamente también es muy atractivo, ofreciendo versiones híbridas convencionales e híbridas enchufables.

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