Hoy echamos la vista atrás, mucho tiempo atrás, para hablar del Dymaxion Car, un desconocido vehículo concebido allá por 1933. Lo llamo vehículo porque, tal y como se puede ver en la foto inicial, es difícil que encaje como coche al uso. Mide seis metros de largo pero sólo tiene tres ruedas, una solución que compromete seriamente su estabilidad pero que a cambio permite una maniobrabilidad inusitada merced a la rueda trasera, que es la única directriz.
El coche fue construido sobre una plataforma de Ford, que también es la empresa que suministró el motor V8 de 86 CV que empujaba al Dymaxion. Casi 80 años después de que fuera presentado, aún se considera un referente aerodinámico puesto que su forma de lágrima permitía conseguir consumos irrisorios para la época. No sólo no ha pasado de moda sino que el arquitecto Norman Foster quedó tan prendado de su diseño que decidió construirse su propia unidad de este curioso modelo.
El arquitecto británico desarrolló por su cuenta un proyecto de creación de una imitación del Dymaxion, que finalizó el pasado mes de octubre. Se trata de un pequeño homenaje a la persona que concebió la idea, el también arquitecto Buckminster Fuller, del que Foster fue discípulo hace más de 40 años. Esta nueva unidad fue ensamblada en los talleres de Crosthwaite & Gardiner, una empresa inglesa especializada en restaurar coches de carreras.
Para reproducir lo más fielmente posible el Dymaxion, realizaron más de 2.000 fotografías a la única unidad existente de las tres que fueron fabricadas en 1.933. Esta fidelidad también atañe a los procesos y materiales de construcción, ya que se ha ha utilizado aluminio para la estructura al igual que en el original. La base mecánica es la de un Ford Tudor de 1934, y se ha utilizado un V8 de Ford muy similar al de los Dymaxion originales.
En un principio, el destino del coche es ser exhibido por todo el mundo. Lamentablemente, en España ya estuvo expuesto en el Ivorypress Art+Books de Madrid, y ahora probablemente esté en algún museo de otra parte del mundo. Es una pena no poder contemplar en persona esta reconstrucción del Dymaxion, un vehículo adelantado a su época que no salió adelante debido a la gran deuda contraída por su creador.
Fuente: Guardian | Wikipedia
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