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Enzo Ferrari y "su" Scuderia, una historia plagada de desgracias

Si hay un personaje automovilístico que tiene una historia sencillamente rocambolesca ése es Enzo Ferrari, il Commendatore. Enzo nació en febrero de 1898 en el seno de una familia de clase alta, acomodada y trabajadora de Módena, al norte de Italia. Era el segundo hijo del industrial Alfredo Ferrari —tras el primogénito Alfredino— del matrimonio con Adalgisa Bisbini.

Entrada la Primera Guerra Mundial, Alfredo padre y Alfredino fueron llamados a filas… a la retaguardia y como conductor de ambulancias respectivamente. Alfredino, a quien consideraban el “niño bueno” de la familia Ferrari, murió junto a su padre durante la guerra a causa de una epidemia de gripe acontecida en 1916.

La empresa familiar entró en quiebra y el palo para la viuda fue enorme… Ella era la primera en reconocer que Dino era el hijo bueno y Enzo apuntaba a convertirse en la oveja negra… por lo que la situación no pintaba que fuese a prosperar bien.

Enzo Ferrari

Enzo, un mal estudiante que soñaba con ser piloto

¿Sabías qué…?El Rey Vittorio Enmanuele le concedió el título de Commendatore en 1927 por los servicios prestados a la nación en materia de competición

Los padres de Enzo aspiraban a que éste fuese ingeniero, pero era mal estudiante y sólo cursó un par de años de mecánica cuando, en 1917, Enzo también fue movilizado en el ejército. Intentó despuntar en mecánica, si bien acabó en la división de artillería… Al igual que a su padre y su hermano, una neumonía estuvo a punto de quitarle la vida, por lo que regresó a casa.

En 1919, Enzo consigue una carta de recomendación de su coronel para entrar a formar parte de Fiat. En la sede de Turín no le hacen ni caso y, tras un breve trabajo en un garaje, Enzo se convierte en probador de Costruzioni Meccaniche Nazionali (CMN). Sin alguna dubitación, Enzo decide invertir gran parte del capital familiar en preparar los Alfa Romeo de la época para competir, después de que su padre le hubiera inculcado esa pasión de infancia cuando, con sólo diez años, fueron al circuito de Bolonia. Fue entonces cuando comenzó a soñar con ser piloto de carreras algún día.

A pesar de la negativa de su madre para iniciarse en competición, Enzo se arriesga e invierte tanto dinero del patrimonio familiar que en Módena comienzan a llamarle “el loco”. Ese mismo año acabó cuarto en la subida en cuesta de Parma-Poggio di Berceto, compitiendo contra algunos “míticos” como Alberto Ascari. Eso sí, todo el dinero percibido se lo entregó a su madre, como signo de buena fe.

Enzo Ferrari con Gilles Villeneuve, su piloto favorito

El primer vehículo con el logo del Cavallino rampante no fue un Ferrari, sino un Alfa Romeo

En 1923 usa como talismán el logo del Cavallino rampante en un Alfa, una idea de la condesa Baracca. Seis años después, en 1929 comenzó a trabajar en Alfa Romeo como piloto y director deportivo, creando la propia “Scuderia Ferrari” dentro de la división de competición Alfa Corsa para correr con automóviles – mayoritariamente Alfa Romeo- y motos. Eso sí, era tan maniático que los viernes no pilotaba.

En 1932, contrajo matrimonio con Laura Dominica y tuvo un hijo al que apellidaron Alfredino o, simplemente, Dino. Había prometido que, cuando se convirtiera en padre, dejaría de competir y así hizo, concentrando todos sus esfuerzos en la gestión del equipo de carreras.

Diez años después de su llegada a Alfa Romeo, los jefes de la empresa decidieron competir con su propio nombre de marca, no bajo la denominación “Scuderia Ferrari”… una decisión que, como podréis imaginar, no gustó a Enzo y provocó su salida del equipo de carreras en 1939, quedando comprometido a apartar de competición a la Scuderia Ferrari, al menos, durante 4 años.

Los primeros vehículos de la “Scuderia Ferrari” fueron Alfa Romeo

¿Sabías qué…?Durante la II Guerra Mundial la factoría de Ferrari en Módena fabricó armamento militar hasta que fue bombardeada en 1944

En ese momento, Enzo empezó a trabajar en el que sería su primer coche de carreras, el primer Ferrari, con el único objetivo de vencer a Alfa Romeo. Al éste lo denominó Tipo 815 porque montaba un motor de 8 cilindros y 1500 cc, de ahí esa denominación. Sin embargo, otro conflicto —en este caso la II Guerra Mundial— detuvo el proyecto de Enzo y la factoría Ferrari de Módena se convirtió en una fábrica de armamento militar. Después de que la fábrica fuese bombardeada durante la guerra en 1944, las instalaciones se trasladaron a Maranello, donde se encuentran actualmente.

A pesar de su matrimonio con Laura Dominica, en 1945 nació Piero Ferrari, fruto de una relación extramatrimonial con su amante Lina Lardi. Como buen italiano, adoraba a las mujeres y era un reconocido mujeriego que conciliaba malamente su vida familiar. El ambiente en casa debía ser insoportable. Su mujer conocía las “rolletes” de il Commendatore, pues se hablaba de ellos públicamente y, además, odiaba a Adalgisa, madre de Enzo Ferrari.

Ferrari comenzó a fabricar deportivos de calle para sustentar económicamente a la escudería de carreras

En 1947 comenzó a fabricarse el primer automóvil deportivo de calle, con motor V12: el Ferrari 125 Sport, sólo tres unidades. En 1948 la cifra ascendió a 25 unidades más. El único objetivo no era otro que sustentar económicamente a la escudería de carreras, que era lo que verdaderamente interesaba. Los primeros vehículos fabricados eran, simplemente, coches de carreras matriculables, tan válidos para circuito como para dar la nota en los ambientes más selectos de las clases altas.

El Ferrari 125 Sport fue el primer Ferrari de calle

A partir de ese momento también comenzó una exitosa etapa de competición tras ganar seis ediciones consecutivas de la Mille Miglia, hasta 1963. Conquistó las 24 horas de Le Mans en 1949 y el éxito deportivo empezaba a causar furor aunque nadie, ni siquiera el propio Enzo, intuía la historia tan prometedora que se le venía encima. El mundial de Fórmula 1 no comenzó hasta 1950, pero sólo tardó un año en lograr la primera victoria y dos más en que Alberto Ascari ya fuera bicampeón mundial… aunque claro, la Fórmula 1 aún no le importaba a mucha gente.

La muerte de su hijo Dino y de Alfonso de Portago cambió su forma de vivir

En 1956 se produjo la muerte de su hijo amado Dino —con sólo 25 años murió a causa de una distrofia muscular—. En él proyectaba sus planes de sucesión para que algún día dirigiese el negocio, por su valía a nivel personal y profesional. A raíz de este acontecimiento, Enzo comenzó a lucir esas características gafas negras, en señal de luto y que siempre le acompañarían, sin excepción.

Su mujer, Laura, no llegó a superar la muerte de su hijo y comenzó a padecer una enfermedad mental, por lo que finalmente acabaron separándose, que no divorciándose, algo que no estuvo permitido en Italia hasta 1975.

Sólo un año después de la muerte de Dino, en 1957, sufrió otro durísimo golpe cuando el Marqués Alfonso de Portago –primer piloto español de Ferrari- tuvo un accidente a 260 km/h en la Mille Miglia, muriendo él mismo y matando a 10 espectadores. El palo fue tan duro que Enzo se enclaustró durante una semana en casa, sin recibir visitas.

Enzo Ferrari

La justicia italiana le investigó por homicidio y durante tres meses le retiró el pasaporte. Hasta 1957, al menos 50 personas habían muerto por accidentes en los que algún Ferrari estaba involucrado. Los pilotos que enamoraban a Enzo eran aquellos que ponían su vida en peligro por ganar carreras. Hasta el punto que, como moscas, iban cayendo uno tras otro. Ésta fue la historia del Marqués de Portago y tantos otros… o, más recientemente, Gilles Villeneuve cuando luchaba por la pole en el GP de Bélgica del 8 de mayo de 1982.

¿Sabías qué…?Enzo Ferrari siempre llevaba gafas negras desde que mueriese su hijo Dino en 1956

La noticia de la Mille Miglia saltó a los medios y la prensa comenzó a llamarle desagradablemente “Saturno” quien, según la mitología romana, devoraba a sus hijos recién nacidos. A partir del accidente del Marqués de Portago declinó viajar, incluso a las carreras, las cuales seguía desde su despacho. Se trasladó a vivir a un apartamento en la factoría de Maranello, trabajando sin descanso, ni siquiera, vacaciones… Desde aquel momento apenas se conocen detalles de la vida de Enzo Ferrari…

La más curiosa sucedió cuando, a comienzos de los años sesenta, una acalorada discusión con un fabricante de tractores desembocó en la creación de una de las marcas más pasionales de automóviles: Ferruccio Lamborghini estaba cansado de viajar a Maranello para reparar los embragues de sus Ferrari e increpó a Enzo por la poca fiabilidad de sus deportivos. Enzo le respondió que fabricase sus propios automóviles y así fue. Al parecer no estuvo muy acertado pensando eso de que “un fabricante de tractores no puede entender la complejidad de un Ferrari”…

Enzo Ferrari con Nikki Lauda y Luca Cordero di Montezemolo

El declive de Ferrari

La Scuderia Ferrari entró en una época de “capa caída” y comenzó a pasar apuros económicos. Estuvo a punto de ser absorbida por Ford pero, no fue hasta 1969, cuando Enzo no tuvo más remedio que vender el 50% de su compañía a la familia Agnelli, propietaria de Fiat, para conseguir la financiación necesaria con la que dar un salto de calidad en competición, a la vista de las mejoras de los equipos de carreras contra los que competía.

Pasaron 20 años desde el accidente de la Mille Miglia, y Enzo Ferrari continuaba escondido la mayor parte del tiempo en su despacho. En 1977 renunció a su cargo de presidente por su delicado estado de salud. En 1978 murió su mujer Laura y Enzo reconoció oficialmente a su hijo bastardo Piero –que llevaba trabajando diez años en Ferrari- al que convirtió en vicepresidente de la marca y propietario de un 10% de la compañía, como único descendiente (el 90% restante de Ferrari pasó a manos de Fiat). Años atrás Enzo no pudo reconocer legalmente a Piero como hijo legítimo por la propia legislación italiana, que impedía hacerlo hasta la muerte de su esposa Laura.

La vida de Enzo Ferrari llegó a su final el 14 de agosto de 1988, a causa de un fallo renal, en compañía de su familia. Su muerte se registró el 16 de agosto por deseo expreso, pues su partida de nacimiento certificaba el alumbramiento con dos días de retraso por una copiosa nevada. Enzo decía que era un error llamarle triunfador: “he perdido todo en mi vida: a mi mujer Laura, a mi hijo Dino, la primera fábrica, mi juventud, la buena vista, la pasión por las mujeres y muchas carreras y coches”. Para nosotros sí es un triunfador. Tanto por fundar Ferrari como por idear Lamborghini. ¡Grande Enzo!

Fuente: Ferrari | Wikipedia | Car&Tecno nº51

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