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La eólica terrestre se ha topado con su techo y la solución podría estar en el avión más grande del mundo

El desarrollo de la industria eólica no solo depende de la construcción de nuevos parques eólicos, sino también de la creación de aerogeneradores capaces de alcanzar mayores potencias y, por lo tanto, capaces de generar más energía. Y, para conseguirlo, la industria está diseñando y produciendo aerogeneradores cada vez mayores cuyas palas podrían llegar a una longitud de hasta 100 metros.

En la generación eólica el tamaño sí importa

El destino de estos generadores de nueva generación suele ser el de los nuevos parques eólicos marítimos que se están instalando por todo el mundo. Pero he aquí uno de los grandes problemas de crear generadores cada vez más grandes y capaces. Las infraestructuras terrestres hacen que las palas que podemos transportar por carretera para instalarse en parques eólicos terrestres apenas puedan legar a los 70 metros de longitud, y eso implicando una compleja planificación de las rutas entre el lugar del producción de las palas y el parque eólico que será destinatario de ellas.

Una compañía ya ha encontrado la solución para crear parques eólicos terrestres con aerogeneradores de mayor tamaño y palas de hasta 100 metros de longitud. Eso sí, no se trata de una solución sencilla, ni tampoco asequible.

Las infraestructuras terrestres dificultan el traslado de palas de mayor tamaño y, por lo tanto, limitan la posibilidad de crear parques eólicos terrestres con aerogeneradores más potentes

Un avión gigante para el desarrollo de la eólica

Radia es una compañía que se ha propuesto facilitar la instalación de aerogeneradores terrestres de mayor tamaño, capaces de generar más energía gracias al empleo de palas de hasta 100 metros de longitud y cubriendo un área de barrido de 36.000 metros2. Radia ha diseñado sus propios sistemas aerogeneradores pero también, lo que es aún más importante, los sistemas para transportar las palas desde la fábrica hasta el parque eólico.

Y la solución la ha encontrado en el transporte por vía aérea, diseñando el que sería el avión más grande del mundo, con una longitud de 108 metros, una autonomía de 2.000 kilómetros y una capacidad de carga de 8.200 metros3 y 72.575 kilogramos.

El Windrunner de Radia se convertiría en el mayor avión del mundo, superando al Antonov An-124 y el Boeing 747-400, pero sobre todo disponiendo de un diseño que ha sido concebido específicamente para alojar en su bodega una pala de aerogenerador de hasta 100 metros de longitud.

La idea del Windrunner es facilitar el traslado de las aspas de 100 metros hasta los parques eólicos y hacerlo con un avión que, además de estar diseñado para alojar las aspas mediante un sistema de carga en bodega mediante la apertura del cono frontal, parecido al utilizado por otros aviones de gran tamaño como el Airbus A300-600ST Beluga, también ha sido diseñado para permitir su aterrizaje en pistas improvisadas y de tan solo 1.800 metros.

Radia pretende que el Windrunner pueda llegar trasladando las aspas por vía aérea hasta el propio parque eólico, donde debería allanarse el terreno para construir una pista y así evitar el traslado de las palas por vía terrestre, donde las infraestructuras no permitirían, o complicarían sobremanera, el traslado de palas tan grandes.

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