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El futuro de los paneles solares sostenibles: cambiando el silicio por materiales orgánicos

El proyecto Solarflex tiene como meta reducir los costes de producción y también crear una conciencia colectiva respecto al medio ambiente, esto planean lograrlo mediante el desarrollo de nuevas celdas solares fotovoltaicas más económicas, flexibles, de mayor envergadura y que su contaminación sea la menos posible.

Estas celdas están fabricadas con materiales orgánicos y parece ser que el hecho de que puedan sustituir a las de silicio ya es una realidad, y es que actualmente están siendo desarrolladas por el AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico). Además, el proyecto está financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y también cuenta con el apoyo de la Unión Europea.

Celdas Fotovoltaicas Organicas

Con este proyecto lo que se quiere es ser más independientes en cuanto al uso de otras materias primas y de terceros países. El hecho es que estas celdas solares están libres de óxido de indio y estaño, ya que se trata de un metal costoso y difícil de conseguir. Es por este motivo que se están buscando alternativas que supongan un menor coste económico y que sea posible su aplicación en las celdas solares.

¿Es posible el cambio del silicio a materiales orgánicos?

El uso de materiales orgánicos y su aplicación en los paneles solares es posible, aunque por el momento es un tema de investigación y existe un interés creciente en su uso. Esta tecnología es denominada como celdas fotovoltaicas orgánicas y utilizan materiales orgánicos ya que en ellos existen moléculas que contienen carbono, gracias a este proceso de extracción del carbono pueden convertir la luz solar en energía eléctrica.

Celdas Fotovoltaicas Organicas 2

Las celdas fotovoltaicas basadas en silicio en la actualidad tienen un mayor potencial, aunque las celdas con materiales orgánicos tienen mayor versatilidad y tal como dijimos, tienen un coste menor, lo que las convierte en una alternativa atractiva para determinadas aplicaciones. Pero para que el cambio pueda ser completo se debe seguir investigando y desarrollando para mejorar su rendimiento.

El Instituto Tecnológico del Plástico y el Instituto de Tecnología Cerámica están al frente del cambio

El Instituto Tecnológico del Plástico se ha puesto manos a la obra en conseguir alternativas energéticas más limpias y ha estado trabajando en diversos proyectos, como por ejemplo, MatenergyH2, que tiene un objetivo claro, y es el de producir vectores energéticos como el hidrógeno mediante procesos asistidos por catalizadores y el desarrollo de materiales poliméricos.

Aimplas

Es algo bastante interesante, ya que con este proyecto también se pretende ayudar a las empresas a poder utilizar tecnologías de generación de hidrógeno y hacerlas cada vez más independientes logrando que el uso del gas y el petróleo no sea tan necesario como lo es ahora. La investigadora principal de este proyecto también destaca que gracias a las bondades de estos sistemas innovadores se pueda ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que según la UE, la meta es una reducción del 55% de aquí a 2030.

El proyecto cuenta con la colaboración de varias empresas como UBE, Keraben, Energy Storage Solutions, Greene Waste to Energy, BluePlasma Power y Stadler. El Instituto de Tecnología Cerámica está llevando a cabo un proyecto denominado CapturO2, que tiene como meta recoger y separar el dióxido de carbono que se encuentra en los gases de combustión, estos se generan en los procesos de fabricación de cerámica y su idea es reutilizarlo como recurso energético.

Celdas Solares

El proyecto está desarrollando tecnologías para lograrlo y están llevando a cabo actividades con el fin de caracterizar las corrientes gaseosas de diferentes instalaciones y así poder conocer de primera mano la cantidad exacta de dióxido de carbono emitida, así como otros elementos de interés.

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