Es la EBRO de las dos ruedas: española, con motor central y precio imbatible para devorar baches y ascensos
Hubo un tiempo en que las carreteras secundarias de España olían a aceite quemado y esfuerzo. Eran las décadas de los EBRO, aquellos todoterrenos que escalaban puertos de montaña cargados de leña, sacos de patatas o corderos. No eran rápidos, ni glamurosos, pero sí prácticamente indestructibles. Conor, marca asturiana con taller en Pola de Siero, ha rescatado esa esencia y recuerdos, pero llevándolo a las dos ruedas. Su Borneo no es una