El motor de este brutal todoterreno tiene un bajo consumo y demuestra que es la fórmula que más sentido tiene en Europa
Mucho nos gustaría, realmente, ver que el siguiente Land Cruiser siguiera llevando su mítico 4 cilindros diésel de 2,8 litros bajo el capó, y que el Ford Bronco no dejara nunca de usar un V6, pero la realidad es que esto no es sostenible en el tiempo. Con normativas que los castigan más que a cualquier turismo por tener, de manera inherente, una carrocería menos eficiente, los todoterrenos parecían abocados a desaparecer en Europa a pesar