Toyota acaba de anunciar que ha desarrollado un navegador que ellos denominan inteligente. Mediante la utilización de balizas de infrarrojos situadas en los arcenes y a través de otra baliza colocada en el vehículo y conectada al navegador, el sistema permite anticiparse a los movimientos del conductor y notificar o advertir determinadas situaciones, colaborando en aumentar la seguridad del vehículo e incluso en algunos casos mejorar la fluidez del tráfico.
Varias de las características de este sistema se basan en advertir al conductor posibles situaciones peligrosas. Por ejemplo, el sistema tiene una advertencia de semáforo en rojo, que indica al conductor que el semáforo se va a poner en rojo y es posible que se lo salte. Esto se consigue mediante la comunicación entre el vehículo y las balizas de infrarrojos de la vía, teniendo en cuenta la velocidad, la posición del acelerador y el momento en que el semáforo se pondrá en rojo.
Otra función similar a la anterior es la advertencia de señal de stop, que básicamente funciona igual que la del semáforo en rojo, pero la advertencia salta cuando el sistema detecta la posibilidad de que el conductor no realice el stop adecuadamente.
Existen un par de características complementarias a las anteriores, que se basan en un sensor especial en la parte delantera del vehículo, que mediante el envío de datos a las balizas colocadas en los arcenes, permite que el sistema indique a otros conductores posibles retenciones o presencias de vehículos en curvas de visibilidad reducida o cruces.
Por último, se añade una función que puede llegar a colaborar en mejorar la fluidez del tráfico. Se trata de la notificación de semáforo en verde. Cuando el conductor llega a un semáforo en rojo y se detiene, el navegador informa del tiempo de espera que resta para que torne a verde y un momento antes del cambio se lo indica al conductor para que vaya preparando la salida.
Desde mi punto de vista, el sistema tiene buenas intenciones en cuanto a la mejora de la seguridad vial e incluso la fluidez del tráfico. Sin embargo, me parece que el coste de preparar las infraestructuras para su uso, es lo suficientemente grande como para que por lo menos en España sea inviable. Existen otros tecnologías de comunicación entre vehículos como el CoCarX de Ford mucho más avanzadas, y que pueden conseguir los mismos resultados en materia de seguridad sin necesidad de tocar las infraestructuras de tráfico.
Aun así, el sistema está listo para su uso en Japón, donde va a empezar a utilizarse este mismo mes por la Agencia Nacional de Policía. Supongo que a Toyota le resultará sencillo ponerse de acuerdo con las autoridades japonesas para crear un sistema de este tipo común a todos los vehículos (aunque inicialmente sea implantado por ellos), pero en Europa y con la crisis actual, dudo que existan muchos ayuntamientos o gobiernos, que apuesten por modificar las infraestructuras para el sistema de un único fabricante.
Fuente: Toyota
Foto: «Toyota Avensis 1.8 VVT-i Advance, a prueba»:/2010/11/04/toyota-avensis-1-8-vvt-i-advance-a-prueba-i/
