Japón, paraíso de la tecnología, origen de algunos de los mejores deportivos de todos los tiempos y cuna de auténticos quemadillos por cuyas venas no corre sangre, sino gasolina de 98 octanos. Razón por la cual ya debería ser difícil que nos sorprendieran con algo. Pero sí, lo han conseguido, y de nuevo nos han dejado con la boca abierta con la forma que tienen de entretenerse en sus salas de máquinas y en sus simuladores. ¿Y es que acaso existe algo más realista que subirte a un Subaru Impreza WRX STI, un Toyota E86, o un Nissan RX-7 para echar unas carreras en un simulador?
Es lo que debieron pensar los creadores de este simulador, que puedes disfrutar en un paraíso para los amantes de las recreativas, el Joypolis de SEGA en Tokio. Un auténtico parque de atracciones, en un edificio de tres plantas, repleto de máquinas recreativas y aventuras, en el que estos simuladores son solo la punta del iceberg de una verdadera oda a la realidad virtual.
El simulador que aparece en este vídeo está basado en recreativas SEGA y cuenta con sistemas de hidráulicos para facilitar el movimiento de unos coches con carrocerías reales que han sido inspirados, y decorados, en el la serie del manga y el anime Initial D. Por esa razón no faltan un Mazda RX-7 amarillo, el Subaru Impreza WRX STI azul y Trueno, el emblemático Toyota AE86. El simulador contaría con diferentes juegos de coches de SEGA para disfrutar con los controles instalados dentro de los vehículos.
No parece que sea el simulador más realista, ni mucho menos, pero no hay que restarle méritos a aquellos que tuvieron la idea de montar esta máquina recreativa.
Para aquellos interesados en probarlo, y si os pilla de paso por la capital japonesa, podréis encontrar más información en la web oficial del Joypolis de SEGA. Donde descubriréis, entre otras cosas, que hay pases de adultos con atracciones incluidas desde 2.800 yenes (23,4€ al cambio actual) y partidas desde 600 yenes (unos 5€ al cambio actual).
En cualquier caso será recomendable solicitar la ayuda de algún encargado, o algún conocido que sepa japonés, porque la recreativa no tiene más idiomas que ese, ni traducciones en castellano o en inglés.
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