Habiéndose criado a pocos kilómetros del Circuito de Jerez y viendo cierto trío de ingleses hablando de coches desde pequeño, para David Durán decantarse por el mundo del motor no le fue difícil. Desde que se cruzó con un Ferrari F40 y un Lamborghini Diablo en plena carretera en un 'simple' viaje familiar, siempre ha querido estar ligado a la automoción.
Ya sea con coches de calle como de competición, desde rallyes hasta Fórmula 1, tanto en la vida real como en simracing, muchos de los momentos en los que Durán disfruta al máximo tienen relación con la automoción.
David Durán desempeña la labor de redactor en el Equipo Editorial de Diariomotor.
Conociendo a David Durán
¿Cómo empezó tu pasión por los coches? ¿Cuál fue el primer coche que te llamó la atención?
Mi hermano mayor tenía una pequeña colección de coches a escala 1:18 y de hecho montó algunos para sus proyectos de clase, como un Galloper Exceed o el Jordan 197 de Fórmula 1. Yo me decanté algo más para la competición, sobre todo a raíz de que uno de mis primeros recuerdos fue ver la F1 en Jerez en 1997 y cómo Rubens Barrichello, tras su accidente en clasificación con su Stewart, lo primero que hizo fue saludarme.
El primero de ellos sería el Lamborghini Diablo de escala que tenía mi hermano (¡y sigo teniendo a mano!), así como todos los superdeportivos contemporáneos de los noventa. También me llamaba la atención algunos coches normales, como el Citroën AX que teníamos en casa u otros que estaban por las calles, como el Renault Mégane Coupé...
¿Qué marcas o modelos de coches tienen un lugar especial para ti y por qué?
¡Es complicado porque la lista puede ser eterna! Destacaría el Diablo, pero también el Lotus Esprit de la última generación. En general, los deportivos de los noventa son los que más me tocan la fibra sensible, como el Porsche 911 993 o el Panoz Esperante GTR-1 con sus formas casi como si fuera un tributo al Batmóvil clásico. La lista es larga, desde utilitarios como el Ford Fiesta de octava generación hasta el Honda NSX original. Sobre todo, si había algún coche con algún enlace a las carreras, me gustaba más.
Si hablamos de marcas o modelos relacionados con la competición también hay muchísimos, como el Williams FW14B campeón del mundo de F1 en 1992, los Porsche 917K y Ferrari 512M de Le Mans, el Mazda 787B con motor de cuatro rotores o el RX-7 FD3S, los AE86 (sí, hay influencia de Initial D), muchos coches del Grupo B, Grupo A o Kit Car de rallyes... desde luego, tendría un garaje de lo más variopinto.
Háblanos del coche que tienes actualmente o de aquellos que has tenido en el pasado. ¿Hay alguna historia o recuerdo particular que puedas contar respecto a alguno de ellos?
Desde hace casi una década he mantenido mi Mégane Coupé, desde el momento en que lo vi en un póster del Maxi Mégane de Luis Climent en un Rallye Villa de Llanes me encantó. Cuando tuve la oportunidad de tener uno fui a por él...y en cuanto tuve la ocasión, ¡se lo enseñé en persona a Climent! He recorrido gran parte de España con él y me sigue sorprendiendo que un coche tan sencillo, tan diferente a lo que hay en el mercado actual y con unas formas que reflejan la década en la que nací, sea capaz de dar tanto de sí.
Elige un único coche que de ninguna de las maneras debería faltar en tu garaje ideal
Lotus Esprit V8 GT (o el Sport 350, si fuera posible). Nada que ver con Pretty Woman, pero simplemente encapsula todo lo que me fascina de cómo me enseñaron esto de los coches. Faros escamoteables, un Gran Turismo que no pese demasiado (aunque ya no era tan ligero como los antiguos) y el hecho de tener un coche deportivo con faros de Toyota y caja de Renault no deja de ser curioso.
¿Qué opinas de la cultura automovilística actual, especialmente de las comunidades y eventos que la rodean? ¿Participas activamente en alguno de ellos?
En España hay muy buenas comunidades y eventos como Autopía y similares, si bien la manera en la que se viven en otros países (caso de eventos de Porsche y la AirWater, sin ir más lejos) muestra lecciones de las que aprender. Considero que aprender, compartir y disfrutar son claves, alejándose todo lo posible de forofismos y comportamientos que con algunos sectores han aparecido, por desgracia, en tiempos recientes.
Con el auge de los vehículos eléctricos y autónomos, ¿cómo ves el futuro de los coches? ¿Crees que estas tecnologías mejoran o empeoran la experiencia de conducir?
La tecnología, por definición, tiene como misión facilitar (en lo cual encaja el desarrollo de los vehículos autónoms) la vida de las personas - y esto incluye también simplificar y, si es posible, abaratar. Los coches han ido cambiando y evolucionando constantemente, de manera que en los noventa ya se oía eso de "estos coches ya no son como los de antes" refiriéndose a los años setenta. La electrificación ha de ir mano a mano con la verdadera sostenibilidad, empezando por la obtención de materias primas.
La experiencia de conducir es otro concepto que ha cambiado mucho con el paso de los años, pero aún así muchos tenemos clara la idea de una conducción 'pura', pero nos imaginamos coches de diferentes épocas - ya sean turismos de los sesenta o setenta, deportivos más 'burros' de los ochenta, algunos Gran Turismo o 'pelotillas atómicas' de diferentes décadas. Personalmente, me gusta conducir con las posaderas cerca del asfalto, pero muchas otras personas prefieren la experiencia de conducir coches altos y disfrutan de poder hablar en el habitáculo sin demasiado sonido intrusivo del motor.
Por tanto, todo esto va a tener que convivir, como mínimo, durante unos cuantos años, mientras se desarrollen tecnologías para que la movilidad y la sostenibilidad estén en equilibrio. Las limitaciones de los eléctricos se están ya superando, así como el desarrollo de los combustibles sintéticos, de manera que la sostenibilidad puede ir de la mano sin que en unas décadas nos preguntemos eso de "Oye, ¿y los coches antes emitían sonidos?"
¿Cuáles crees que son algunos de los retos a los que se enfrenta la industria del motor hoy en día?
Creo que se ha obviado un aspecto importante en estos años: el creciente peso de los vehículos modernos. Si hace décadas un coche de más de 1,7 toneladas nos parecía un elefante, ahora vemos coches de 2,5 toneladas o incluso 3 toneladas aparecer en el mercado como si nada, con todo lo negativo que ello conlleva (en seguridad, dinamismo, emisiones, consumos, etcétera). Considero que es un reto muy a tener en cuenta sobre todo cuando el peso de nuestros vehículos condiciona tantos aspectos que nos afectan en el día a día.
¿Cuál crees que es el futuro de Diariomotor en relación con la evolución de la industria?
Informar a los clientes, ser su referencia a la hora de conocer más sobre la automoción, su industria, o revisar lo que dice la prensa antes de hacer su propia compra, siendo de las decisiones económicas más importantes en la sociedad, es una función que Diariomotor debe desempeñar para con la ciudadanía, sus lectores y seguidores.
