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Diego Gutiérrez

EN OTROS LUGARES

Arrancó en el periodismo del motor creando una pequeña página web junto a dos amigos mientras lo compaginaba con la universidad. Después empezó a colaborar con Diariomotor hasta que, en 2019, se incorporó al equipo de Híbridos y Eléctricos, donde se especializó en vehículos eléctricos y nuevas tecnologías. En 2025 volvió a esta casa, donde desempeña su labor como redactor y también como creador de contenido en redes.

Reconoce sentirse "muy afortunado" por haber convertido su pasión desde que era pequeño en su trabajo. Con estudios en Ingeniería Eléctrica y en Economía, los coches han formado parte de su vida desde antes de tener memoria y ahora intenta transmitir a los lectores esa pasión que, asegura, "es el verdadero motor del automóvil".

Conociendo a Diego Gutiérrez

¿Cómo empezó tu pasión por los coches? ¿Cuál fue el primer coche que te llamó la atención?

Realmente no recuerdo cómo empezó, hay que preguntar a mi madre. Según cuenta, con solo 2 años ya me fijaba en los emblemas de los coches y en los números y letras de las matrículas. Cuando crecí lo suficiente para mirar por las ventanillas, me fijaba en el cuadro para ver "cuánto corrían". Y desde entonces empecé a nutrir a conciencia esa pasión con centenares de revistas, libros y muchas miniaturas. Hay una anécdota que cuando la recuerdo me parece simpática: cuando llegaba la feria de mi pueblo, en lugar de subirme a las atracciones, pedía a mis padres un coche en miniatura.

Como decía, de pequeño todos los coches me llamaban la atención. Pero el primero que recuerdo que realmente me impresionó fue un Jaguar XJ220 que vi en una exposición. Larguísimo, anchísimo, super bajito… Fue la primera vez que vi un superdeportivo ¡y era impresionante!

¿Qué marcas o modelos de coches tienen un lugar especial para ti y por qué?

Yo creo que aquí entran en juego los coches que han formado parte de tu vida de manera personal. Cuando era pequeño, el coche que había en casa era un Citroën BX y cuando veo uno por la calle siempre me saca una sonrisa, fruto de la nostalgia. También es imposible olvidarme del Ford Orion 1.8 D con el que aprendí a conducir. Años más tarde, cuando me saqué el carné, el Orion seguía en casa, pero no por mucho tiempo. Su motor no era tan indestructible como dicen.

Otro coche que tiene un lugar muy especial en mi vida, y que sólo se parece al Orion en que tiene cuatro ruedas, es el Nissan GT-R R35 Black Edition. Fue el primer superdeportivo que probé. Luego he probado coches más rápidos, pero la sensación del primer “Launch Control” que hice con el GT-R la recordaré toda mi vida.

Y aunque suene raro, aquí añadiré también una miniatura: un McLaren F1 LM 1:18 que tengo desde los 7 u 8 años y que era mi coche a escala favorito. Todavía lo tengo en casa, por supuesto.

Háblanos del coche que tienes actualmente o de aquellos que has tenido en el pasado. ¿Hay alguna historia o recuerdo particular que puedas contar respecto a alguno de ellos?

Esto está relacionado con la pregunta anterior: siempre tendrá un hueco especial en mi corazón el primer coche que compré con mi dinero, un Land Rover Defender 110 de 1997. Incómodo, ruidoso, con el radio de giro de un camión y lento como una glaciación. Y aun así, estaba deseando conducirlo y dar un paseo por el campo, me daba mucha paz. ¡Por cierto! Nunca dio un problema.

Hice un cambio radical y del Defender pasé a un Porsche Boxster 987, que es mi coche actual. Aunque no me gusta romantizar una cosa material, más allá del coche en sí, comprarme el Boxster fue cumplir el sueño de aquel Diego pequeño que soñaba con tener algún día un Porsche. Por eso me gusta pararme a valorar que lo pudiera conseguir.

Estoy encantando con él: va de maravilla, la dirección te habla y transmite mucho, algo que se ha perdido en los coches modernos. Cuando lo conduces vas con una sonrisa en la cara y eso es buena señal.

Elige un único coche que de ninguna de las maneras debería faltar en tu garaje ideal

Un Porsche Carrera GT. Puestos a pedir, en azul con el interior marrón, pero no me voy a poner exquisito con el color.

En un plano más terrenal y alcanzable, aunque están subiendo como la espuma, diría un Porsche 911. Dudaría entre un 997.2 o un 991. Siendo prudentes, un 997 Carrera GTS y si subimos el listón, un 991 GT3 Touring. ¡Al final he dicho más de uno!

¿Qué opinas de la cultura automovilística actual, especialmente de las comunidades y eventos que la rodean? ¿Participas activamente en alguno de ellos?

Creo que se están viendo muchas comunidades y algunas muy interesantes, tanto por el nivel de participación como por el nivel de los coches y la buena gente que los rodea. Cada uno con su estilo, pero todos suman y enriquecen la cultura del automóvil en España, que a veces la infravaloramos nosotros mismos.

No soy tan fan de los eventos tipo “concurso de belleza” y similares, que tienen unos aires de elitismo y superficialidad que no termino de ver. Lo ideal sería parecerse más a los eventos de Reino Unido, mucho más cercanos al público aficionado, aunque eso implica un cambio hondo en la cultura del país y mayor respeto hacia los coches ajenos, cosa que sí tiene margen de mejora en España.

Con el auge de los vehículos eléctricos y autónomos, ¿cómo ves el futuro de los coches? ¿Crees que estas tecnologías mejoran o empeoran la experiencia de conducir?

Es el futuro más incierto y, a la vez, el más interesante que la industria ha vivido en décadas. Creo que nadie sabe a ciencia cierta qué pasará de aquí a diez años, ni hablamos de aquí a veinte. La conducción autónoma avanza más lento de lo esperado (en parte por la legislación, en parte por la propia tecnología), pero en algún momento puede dar un salto espectacular de la mano de la inteligencia artificial.

A diferencia de lo que muchos aficionados creen, puede ser muy interesante también para nosotros. Si algún día tenemos una conducción autónoma plena, ir y volver del trabajo no será una pérdida de tiempo o un motivo de estrés, sino que habrá gente que pueda aprovechar ese rato para trabajar o simplemente descansar. Incluso para el electricista o el carpintero, que en ese trayecto puede organizar facturas, la agenda de las próximas semanas o llamar por teléfono a proveedores sin arriesgarse a una multa.

Luego, quien quiera conducir por disfrute, podrá hacerlo de la misma manera que la gente monta a caballo por diversión y no para viajar como se hacía antes de inventar el automóvil. Pero lo más importante es que, llegado el caso, podamos ser libres de elegir el medio de transporte y no se impongan prohibiciones ni limitaciones al coche privado, cada vez más amenazado.

Lo que sí tengo claro es que el futuro es eléctrico (de batería, no de hidrógeno) y la combustión interna quedará solamente para los coches de disfrute. Eso sí, todavía queda muchísimo tiempo para tener un parque totalmente eléctrico, al menos en España.

¿Cuáles crees que son algunos de los retos a los que se enfrenta la industria del motor hoy en día?

En este momento, hay retos muy complicados por varios frentes: el más difícil para Europa es plantear (o replantear) una estrategia industrial competitiva con el vehículo eléctrico y las baterías, donde China tiene el terreno ganado. Además, tenemos una fuerte dependencia de China para conseguir todo tipo de materias primas, no sólo para baterías.

Por otro lado, el mundo está pasando de una etapa de globalización plena hacia otra con mayores restricciones comerciales, limitando ciertas exportaciones estratégicas, estableciendo más aranceles proteccionistas y llevando a cabo políticas que favorecen la fabricación nacional. En definitiva, se están poniendo obstáculos a la libre competencia que afectan al consumidor final.

Pero creo que no acaba ahí. Los fabricantes harán malabares para aumentar beneficios y la inteligencia artificial elevará todavía más la automatización, poniendo en riesgo miles de empleos en la industria. Es un tema delicado que también debe abordarse. Y también está el tema de los cambios en los hábitos de consumo de las nuevas generaciones, que por una cuestión cultural o forzados por el escaso poder adquisitivo, compran menos coches.

¿Cuál crees que es el futuro de Diariomotor en relación con la evolución de la industria?

El contenido audiovisual cada vez tiene más peso y Diariomotor lleva tiempo trabajando en formatos nuevos y originales tanto en YouTube como en Instagram y TikTok. La industria cada vez es más digital y está innovando continuamente; Diariomotor debe hacer lo mismo en el terreno de la comunicación: no parar de innovar sin perder su esencia.

En un momento de máxima incertidumbre como el actual, creo que es la oportunidad perfecta para hacer valer más que nunca lo que siempre ha distinguido a Diariomotor: un contenido de calidad, que aporte valor a nuestros lectores y espectadores, y que también les invite a la reflexión. Y mientras siga existiendo un coche pasional del que hablar, una historia interesante que contar, intentar transmitir la misma pasión que sentimos nosotros.