Seguimos quemando carbón para iluminar nuestros hogares. Por sorprendente que resulte, el carbón sigue siendo una fuente de relevancia en la producción de energía eléctrica en la Unión Europea. Cerca de una quinta parte (MarketScreener) de la energía producida por uno de los grandes motores económicos e industriales de la Unión sigue procediendo del lignito y la hulla, a pesar del crecimiento que está experimentando la renovable y como consecuencia, entre otras, del cierre completo de las nucleares.
Adiós al carbón. El caso alemán contrasta drásticamente con lo que ya está sucediendo en muchos países europeos, incluida España, donde la producción eléctrica en centrales térmicas de carbón se ha reducido a mínimos o ha desaparecido por completo. Según Red Eléctrica de España (REE), desde el 15 de julio no se ha producido energía eléctrica empleando carbón y las tres centrales peninsulares en servicio, las asturianas Aboño 1 y Soto de Ribera 3 y la gaditana Los Barrios, no han participado del mix energético nacional (La Nueva España).
Más renovables, menos carbón. Más de la mitad (52,4%) de la producción española el pasado mes de agosto (Red Eléctrica de España) fue renovable y la producción empleando fuentes no emisoras de CO2 equivalente ascendió al 74,1%. El peso del carbón en la producción en el acumulado del año fue ínfimo, de solo el 0,8%.
Una tecnología de respaldo. La desaparición de la producción de carbón en este período se debe, sin duda, a que su entrada en el mercado energético, el denominado pool diario, no era competitiva. Por otro lado, la presencia de las centrales de carbón sigue teniendo sentido, como refuerzo a la inestabilidad generada en la red y la intermitencia de la producción de las renovables, en general, y de la solar y eólica en concreto. Aunque este papel de generar estabilidad a la red se está llevando a cabo principalmente con plantas de ciclo combinado, especialmente después de que esta fuera una de las razones que se esgrimieron para que se produjera el apagón del pasado 28 de abril.
La tendencia española va en consonancia con la europea, donde muchos países ya han dejado de producir energía empleando carbón, y otros grandes productores como Francia, Italia, o España, podrían hacerlo muy pronto (Euronews). En cualquier caso, otros miembros más allá de Alemania, como Polonia, República Checa, Bulgaria, Rumanía y Grecia, siguen teniendo una alta dependencia de la producción en carbón.
Imágenes: instalaciones renovables en España (Ballestas y Callestona y Núñez de Balboa) / Iberdrola