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Mueren más aves por culpa de gatos domésticos que por impactos contra aerogeneradores y paneles solares

Las energías renovables, sin duda, ayudan mucho a hacer de nuestro planeta un lugar mucho más limpio. Es por eso mismo por lo que todos los países quiere impulsar el uso de estas energías y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En España por ejemplo, producimos mucha energía solar y eólica, y aunque es algo positivo, los parques eólicos y solares tienen algunos efectos negativos, sobre todo en la fauna.

Las aves: víctimas de los aerogeneradores y placas solares

Una de las problemas de los parques eólicos y solares es que acaban con las vidas de muchísimas aves. Las aves se chocan con los aerogeneradores y con las placas y eso es lo que les provoca la muerte o graves lesiones que les impide seguir volando.

¿Por qué un ave que lleva volando toda su vida se choca con esta maquinaria enorme? En el caso de las placas solares, pueden llegar a confundirlas con grandes masas de agua o porque ven el reflejo del cielo en ellas y se piensan que están volando en un lugar donde no hay obstáculos. Y los aerogeneradores tampoco son fáciles de distinguir para ellas, y una vez que se dan cuenta les es muy difícil maniobrar para evitar esa máquina de gran envergadura.

La energía renovable no es la principal enemiga de las aves, pero se puede frenar

Hay que aclarar que, aunque es cierto que son muchas las aves que mueren a causa de aerogeneradores y placas solares, no son las principales causas. De hecho, hay otras cosas que matan a muchas más aves, por ejemplo las colisiones contra edificios o incluso los gatos domésticos. A más de uno le ha traído su gato un pájaro muerto como ofrenda.

Aún así, es algo que se puede frenar, pero para eso hay que comprender mejor cuál es el principal peligro. Por eso mismo en la Universidad de Florida ha desarrollado un enfoque analítico que consiste en usar las plumas de las aves que han muerto en estos parques para conocer su origen geográfico.

Para ello, varios científicos realizaron análisis geoespaciales de datos de isótopos de hidrógeno estables de las plumas de 871 aves que murieron en parque eólicos y solares de California. Estos análisis revelan de dónde era cada especie según el agua que consumían, así se puede identificar si las aves son locales o si están migrando de un lugar a otro. Los resultados fueron que en los parque solares, las aves muertas no eran locales, mientras que en los parques eólicos había aves locales y migratorias a partes iguales.

Por qué nos ayudan estos datos

Estos datos nos ayudan a mitigar las muertes de las aves utilizando diferentes estrategias. Por ejemplo, si sabemos que una parte de las aves que mueren en parques eólicos están migrando, podemos parar el parque eólico durante el vuelo migratorio.

La Universidad de Florida también propone que la gestión de las instalaciones trabaje con los conservacionistas para mejorar el hábitat local y ayudar a proteger las aves locales.

Eso por no hablar de que ya se están desarrollando aerogeneradores que previenen las colisiones de aves mediante el control activo de las turbinas eólicas. Es decir, aerogeneradores que puedan predecir la colisión de pájaros. Aunque no será una solución infalible, seguramente sí que conseguirá reducir la mortalidad de aves.

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