Reducir nuestra gasto en electricidad es cada vez más importante. Buscar tarifas más económicas e incluso dar el salto al autoconsumo son soluciones muy eficaces, pero existe un complemento muy interesante que está cada vez más presente, y es el uso de baterías como apoyo para rebajar el coste de nuestro consumo. Estas son sus principales ventajas y también sus inconvenientes.
Ventajas de usar una batería de respaldo
Una vez hemos decidido montar en casa una batería, la principal ventaja que ofrece esta solución es sin duda la reserva de energía que tenemos permanentemente en nuestro hogar, algo crucial en caso de corte de suministro como puede ser un apagón.
La siguiente gran ventaja, y la más útil en el día a día, está en el aprovechamienta de la capacidad de almacenamiento de la batería para reducir nuestro coste económico en energía. Esto es posible gracias a que podemos recargar la batería durante las horas donde la energía eléctrica es más barata, empleando a posteriori esa energía en los momentos donde el coste de la energía es más elevado, como por ejemplo por la noche.
Pero el mayor potencial de instalar una batería en casa está en plantearla como complemento para un sistema de autoconsumo, ya sea con placas solares sobre nuestro tejado, o mediante un sistema de autoconsumo en remoto. A través de esta fórmula, nuestra batería puede ser cargada únicamente con los excedentes de electricidad generados por nuestra instalación de energía renovable, permitiéndonos disponer de energía sostenible y gratuita para ser usada cuando nuestra instalación de autoconsumo ya no esté generando.
Tal es el potencial de esta solución que, con el dimensionado adecuado en tanto a generación y capacidad de almacenamiento, combinando una instalación de autoconsumo y baterías, es posible aislar nuestra vivienda de la red eléctrica y por lo tanto consumir únicamente energía generada por nosotros mismos.
Para terminar, una ventaja importante del uso de baterías es que, una vez instaladas, no cuentan con un mantenimiento como tal y además permiten ser instaladas tanto en interior como en exterior. A lo largo de su vida es recomendable realizar alguna revisión general para garantizar el correcto funcionamiento del sistema, pero son equipos diseñados para trabajar de forma autónoma y sin mantenimiento.
Inconvenientes de usar una batería de respaldo
El inconveniente más obvio que encontramos en la instalación de una batería está en la inversión inicial, sin embargo los precios de los sistemas de almacenamiento son cada vez más bajos e iniciativas como la compra colectiva impulsada por Comunidad Solar, permiten acceder a una batería de 5 kWh de capacidad por 4.799 euros o por 49 euros al mes (120 cuotas).
Toda batería está ligada a una degradación que reduce su capacidad de forma progresiva, siendo las baterías con celdas LFP las que sufren una menor degradación. Esta pérdida se produce a lo largo de los años, contando con protocolos de carga y descarga preestablecidos que precisamente buscan paliar esta disminución en la capacidad de almacenamiento. Dicho esto, una batería moderna es capaz de soportar más de 6.000 ciclos de carga/descarga y por eso su garantía suele superar los 8 o 10 años.
Su tamaño y peso pueden ser elevados, tanto más cuanta más capacidad queramos instalar en nuestra casa. Es por ello por lo que, a la hora de plantearnos la apuesta por esta solución, realicemos un estudio profesional sobre nuestras necesidades en tanto a consumo energético y la batería que mejor se adaptaría a ello. En positivo, sí que hay que destacar que una batería de respaldo puede ser instalada tanto en interior como en exterior, tolerando un margen bastante amplio de temperaturas para su funcionamiento.
