El Ferrari Roma es un deportivo de motor V8 Biturbo delantero, fabricado por Ferrari y que rinde 620 CV. Se trata de un modelo desarrollado como coupé, que no contará con carrocería descapotable ya que su alternativa para tal fin será el Ferrari Portofino. Su planteamiento es el de un deportivo de tintes Gran Turismo, ofreciendo un nivel alto en tanto a prestaciones, pero sin olvidarse del confort o la practicidad con una configuración del habitáculo con 2+2 asientos. Su fabricación, como sucede con todos los modelos Ferrari, se realiza en la planta que posee la firma en Maranello, Italia. El Ferrari Roma cuenta como principal rival al Aston Martin DB11 V8, con el que comparte planteamiento y configuración mecánica, y el Bentey Continental GT V8, modelo que también ofrece una configuración mecánica muy similar. Otros rivales cercanos por su carácter GT son el Porsche 911 Turbo y el McLaren GT, si bien ambos emplean configuraciones técnicas muy dispares. No te pierdas nuestra guía de compra con los mejores deportivos actualmente en el mercado. Diseño exterior del Ferrari Roma El diseño exterior del Ferrari Roma es una apuesta arriesgada en la marca, una estética que nada tiene que ver con los modelos que dan vida a la actual gama Ferrari. Buscando diferenciarse del Ferrari Portofino con el que comparte posicionamiento en el mercado, el Roma ofrece un diseño muy personal buscando inspirarse en clásicos de los '50 y '60. Esta idea se descubre en su peculiar parrilla frontal o las formas que dan vida a su línea lateral. Las ópticas de tipo LED delanteras son completamente nuevas en este modelo, al igual que lo es el diseño de la zaga, con un portón muy alto custodiado por cuatro ópticas led de diseño horizontal, un importante cambio con respecto a las ópticas circulares empleadas hasta la fecha por el grueso de modelos de la marca. Este cambio de tendencia visto en el Roma bebe en cierto modo de los trazos del Ferrari SF90 Stradale, el primer modelo que introdujo esta serie de cambios en la filosofía de diseño de Ferrari. Motor y prestaciones del Ferrari Roma Ferrari emplea para el Roma una configuración clásica de GT, esto quiere decir que nos encontramos con un motor 3.9 V8 Twin-Turbo colocado en posición delantera central, estando asociado a un cambio automático secuencial de doble embrague con 8 relaciones y conectado únicamente al eje posterior a través de un diferencial controlado electrónicamente. La potencia máxima del Roma es de 620 CV entre 5.750 y 7.500 rpm, contando con un par máximo de 760 Nm entre 3.000 y 5.750 rpm. Si nos centramos en las cifras puras y duras, el Ferrari Roma es capaz de realizar el 0-100 Km/h en 3,4 segundos, alcanzando los 320 Km/h de velocidad punta. Así, pese a estar ante un modelo de claros tintes GT, a nivel de puesta a punto y prestaciones el Roma busca ofrecer un nivel extra de deportividad ubicándose por encima del Portofino en este sentido. Diseño interior del Ferrari Roma El diseño interior del Ferrari Roma es uno de sus puntos más llamativos. Se trata de un diseño completamente inédito en la marca, con nuevos mandos, interfaces y disposición de controles. Ferrari no ha profundizado sobre las posibilidades de este nuevo habitáculo a nivel tecnológico, si bien podemos ver que nos encontramos con un diseño muy envolvente compuesto por 3 pantallas digitales: cuadro de instrumentos para el conductor, interfaz multimedia central y ordenador de a bordo para el copiloto. La apuesta es clara por los mandos táctiles, desapareciendo casi al completo los botones físicos. Tanto es así que incluso el volante estrena un nuevo diseño con gran cantidad de mandos integrados, pero todos ellos siendo táctiles. Lo mismo sucede con la interfaz de infoentretenimiento central, ubicada entre los asientos delanteros y en posición vertical. En materia de espacio interior el Roma se describe como un 2+2 plazas, una configuración que debería permitir alojar a personas de baja estatura o niños en las plazas traseras. En referencia al maletero no se han comunicado cifras de volumen, pero del mismo modo podemos esperar suficiente espacio para llevar el equipaje de dos personas.