El Pagany Huayra es un superdeportivo biplaza italiano que nace de la pasión por el detalle del fundador de la marca, Horacio Pagani, dando así relevo al Pagani Zonda. El Huayra cuenta con dos carrocerías y cuatro versiones en total, el Huayra, el Huayra BC, el descapotable Huayra Roadster y el Huayra R. Todas las versiones están construidas a partir de un cuerpo central en fibra de carbono y titanio, con subchasis delantero y trasero en acero aleado con cromo-vanadio para combinar la máxima rigidez con el mínimo peso. Pagani Huayra El Pagani Huayra equipa en todas sus versiones, excepto una, un motor Mercedes-AMG V12 con doble turbocompresor que desarrolla entre 750 y 829 CV, acoplado a una caja de cambios de doble embrague con 7 relaciones. La masa total del Pagani Huayra es de unos increíbles 1.350 kg. Pagani Huayra BC La versión BC del Pagani Huayra hace honor a Benny Caiola, que es el nombre del primer cliente de la historia de Pagani. Se trata de una versión aligerada en 122 kg, sobre todo gracias al empleo de una caja de cambios manual robotizada de 7 relaciones, mucho más ligera que la de doble embrague del Huayra estándar y también más rápida. Neumáticos y llantas también han sido desarrollados y aligerados para esta versión, así como suspensiones, pinzas de freno... incluso el aerofreno activo se ha suprimido y el freno de mano es ahora de botón. Todos los paneles de la carrocería del Huayra BC han sido rediseñados a excepción del techo, con lo cual podríamos considerarlo un coche sustancialmente diferente del que deriva. Su potencia máxima estimada es de 800 CV y su par máximo de 1.000 Nm. Pagani Huayra Roadster El Pagani Huayra Roadster ha sido el tercero en llegar a la gama Huayra. No se trata tan solo de una versión sin techo, sino que el roadster es también más potente y más ligero que el Huayra coupé, aunque parezca imposible. Para conseguirlo Pagani ha rediseñado casi al completo el modelo, partiende desde cero en diferentes puntos en pos de conseguir una mayor rigidez estructural y el menor pesos posible.La masa ha sido reducida hasta los 1.280 kg, al tiempo que incrementa la rigidez torsional en un 52% con respecto a la versión de techo rígido, lo cual es prácticamente un contrasentido tratándose de un descapotable. La potencia del V12 del Huayra Roadster alcanza los 764 CV, superando en potencia y prestaciones a la versión coupé. De forma complementaria, Pagani también ha fabricado una versión BC del Huayra Roadster incrementando sus prestaciones y mejorando su comportamiento. La capota del Huayra Roadster es desmontable, de tipo Targa, y no cuenta con ningún mecanismo automático de apertura más allá de la retirada manual del panel superior de fibra de carbono y cristal. Con el techo montado, el aspecto del Huayra es el de un coupé al uso, si bien también cuenta con un segundo techo de lona que puede montarse en caso de emergencia y se guarda en el maletero. Pagani Huayra R El colofón de la saga Huayra recibe la letra R como clara alusión a su enfoque como coche de circuito. Se trata de un modelo del que solo se producirán 30 unidades y que ha sido desarrollado prácticamente desde cero, empleando nuevo chasis, motor y carrocería, estando todo ello motivado por la intención de Pagani de crear una montura capaz de ofrecer el más alto nivel de prestaciones en circuito. De hecho, no cuenta con homologación para circular por carretera abierta. Uno de los aspectos más especiales del Huayra R es el empleo de un motor V12 que no es Mercedes-AMG, sino de HWA, una filial de competición de la misma AMG. El uso de este motor responde a una petición recurrente de los clientes de la marca, que es volver a los motores atmosféricos. Así, el propulsor de HWA es una mecánica diseñada a medida, un 6.0 V12 atmosférico capaz de desarrollar 850 CV de potencia máxima, 750 Nm de par y estirar el cuentarrevoluciones hasta las 9.000 rpm. Todo ello además en un coche cuyo peso es de apenas 1.050 Kg y está dotado de un paquete aerodinámico muy trabajado. No te pierdas nuestra guía de compra con los mejores deportivos del mercado.
