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Mansory lo vuelve a hacer: ha convertido un Mercedes G 63 en un 4x4 que grita dinero y mal gusto a partes iguales

Pido disculpas anticipadamente por lo que estáis a punto de contemplar. A mí también me ha dolido, pero aun así he preferido contaros la actualidad. Y es que no es fácil ver cómo alguien -muy conocido- destroza un Mercedes-AMG G 63 con una preparación que bien podría estar tipificada como delito.

Se llama Mansory Grande Entrée y está construido sobre la base de un espectacular Mercedes-AMG G 63, un 4×4 que ya de por sí es lo suficiente absurdo e irracional conforme sale de fábrica. Pero siempre hay un roto para un descosido, y en este caso hay gente con muchísimo dinero y dudoso gusto y empresas dispuestas a satisfacer sus demandas.

Mansory puede destacar por muchas cosas, pero la discreción no es una de ellas. Así que han cogido un G 63, le han puesto piezas de fibra de carbono en el capó, el paragolpes, las aletas, los espejos, el techo, las manillas de las puertas y el alerón, y después lo han pintado de blanco mate y le han puesto unas llantas forjadas absurdamente grandes con neumáticos de perfil mínimo.

Es el Clase G perfecto para quienes tienen el sentido del gusto un poco deteriorado

Los faros de serie no eran suficientes, así que le han puesto también seis faros auxiliares en el techo y más luces en el paragolpes delantero. Los icónicos escapes laterales los han hecho más grandes y están más cerca del suelo, consecuencia de poner unos estribos más bajos. Como los G 63 normales están muy vistos, a este le han puesto unas puertas traseras de apertura inversa (tipo Rolls-Royce), que dan paso a un interior de absoluta fantasía.

El interior combina el blanco y el azul, con detalles en azul brillante incluso en las salidas de aire y los mandos del salpicadero. Hay piel con patrón de rombos en algunas partes, con otras superficies de piel lisa. En la consola central, el volante, las puertas y en los pedales tiene una moldura con un patrón con lo que parece un tipo de poliedro. Y como detalle curioso: el botón para arrancar el motor se ha movido al techo, por encima del retrovisor.

Solamente habrá 8 unidades en todo el mundo y quizá sean demasiadas

A nivel mecánico, utiliza el mismo V8 biturbo de 4.0 litros con el que sale de fábrica, pero Mansory ha subido la potencia hasta los 820 CV y el par máximo hasta los 1.150 Nm. No dan más cifras prestacionales, pero seguro que mejora los 4,4 segundos del original en el 0-100 km/h. El consumo será un disparate todavía mayor, pero a ninguno de sus clientes le importará.

Por suerte para la comunidad automovilística, Mansory solamente fabricará 8 unidades para todo el planeta.

Más imágenes del Mansory Grande Entrée

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Diego Gutiérrez

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