Después de años de promesas, filtraciones y retrasos, Apple lo ha hecho oficial: CarPlay Ultra ya está aquí. La segunda generación del sistema de infoentretenimiento de la marca californiana se presenta como el mayor salto jamás visto desde que CarPlay llegó a los coches en 2014. Y es que ahora no se conforma con ocupar la pantalla central: lo invade absolutamente todo. Cuadro de instrumentos, climatización, mandos físicos y hasta los botones del volante… Todo queda bajo el diseño y el control de Apple.
Lo esperábamos para 2023, se retrasó a 2024 y, finalmente, ha visto la luz en mayo de 2025. Bajo el nombre de CarPlay Ultra, un nombre que ni siquiera se había filtrado previamente, Apple da un golpe en la mesa que deja completamente en evidencia a Android Auto, incapaz de seguir el ritmo de esta integración masiva.
Claves del CarPlay Ultra
- Integración completa: más allá de la pantalla central, controla también el cuadro de instrumentos y funciones del vehículo.
- Personalización visual: fondos, temas y widgets adaptados a cada marca, aunque con el inconfundible sello de Apple.
- Control total: mediante táctil, botones físicos y comandos de voz con Siri.
- Primera marca en adoptarlo: Aston Martin, desde hoy en EE. UU. y Canadá.
- Requisitos: iPhone 12 o superior y al menos iOS 18.5, aparentemente solo con conexión inalámbrica.
Imágenes del nuevo Apple CarPlay Ultra






El sistema se ha estrenado oficialmente con Aston Martin, que desde este mismo momento lo ofrece en modelos como los DB12, Vantage, Vanquish o DBX 707, todos ellos a partir del año modelo 2025. La marca británica, cuyos precios arrancan en 132.314 euros para el Vantage, es solo la primera en una lista que Apple promete ampliar en los próximos meses con fabricantes como Hyundai, Kia y Genesis. Eso sí, la llegada a Europa no se espera hasta dentro de al menos un año.
CarPlay Ultra revoluciona el concepto que teníamos de CarPlay. Ahora permite visualizar la velocidad, las revoluciones, la música o los mapas directamente en el cuadro de instrumentos, eliminando de un plumazo cualquier rastro del sistema nativo del coche. Todo se reinterpreta bajo el lenguaje visual de Apple, con widgets estilo iPhone, temas desarrollados junto a cada marca y la promesa de que el usuario podrá personalizar cada detalle… siempre dentro del ecosistema de Cupertino.
Puede mostrar datos del ordenador de abordo, por ejemplo.
Esta apuesta tan agresiva es una buena noticia para los usuarios de Apple, que verán cómo su coche se convierte en una extensión natural del iPhone. De hecho, para muchos será más satisfactorio ver un cuadro de Apple que el que pueda ofrecerles cualquier marca tradicional como Toyota, por poner un ejemplo. Sin embargo, este movimiento también plantea una reflexión inevitable: ¿cuánta identidad está dispuesta a sacrificar cada marca a cambio de ofrecer esta experiencia?
Porque sí, CarPlay Ultra es espectacular, pero también borra la personalidad del coche al imponer su estética y funcionamiento. Lo que antes eran diseños exclusivos del fabricante, ahora se transforman en una interfaz casi idéntica de un coche a otro, dominada por Apple.
Aun así, Apple ha dejado claro que esto es solo el principio. La estrategia que empezó con Ferrari hace más de una década parece repetirse, y todo apunta a que, tarde o temprano, veremos este CarPlay Ultra como un estándar en cada vez más modelos y marcas. Una invasión que, guste o no, llega para cambiar para siempre la forma en la que interactuamos con nuestros coches.
Imágenes del nuevo Apple CarPlay Ultra





