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Triumph Street Triple: la naked deportiva de Triumph se renueva y llega con un chasis mejorado y más potencia

En los últimos meses nos hemos mal acostumbrado al incesante lanzamiento de novedades del catálogo de motos neoclásicas de Triumph y casi nos habíamos olvidado del resto de alternativas de la marca británica. Normal, por otro lado, si tenemos en cuenta el lanzamiento de modelos como la Triumph Bonneville Bobber. La Triumph Street Triple ha sido la encargada de recordarnos de que hay vida más allá de las motos de aspecto clásico, de las cafe racers, scramblers y bobbers y lo ha hecho con una nueva generación y tres “sabores” diferentes: S, R o RS, tú eliges.

La Street Triple cuenta ahora con un nuevo motor, es más potente, tiene tres niveles de acabado y es más ligera:

Partiendo de la mecánica de la Triumph Daytona, un bloque de tres cilindros en línea y 765cc, nos encontramos con tres niveles de potencia en función de la versión escogida, con 113 caballos para la Triumph Street Triple S a 11.1250 rpm, con 118 caballos en el caso de la Street Triple R a 12.000 rpm y con 123 caballos a 11.700 rpm en el caso de la Street Triple RS, contando con un par de 73 Nm en el caso de la S y de 77 Nm en el caso de la R y RS.

Por supuesto esta cifra de potencia no marca sola las diferencias entre cada versión. Triumph nos habla de una moto más enfocada para el día a día en el caso de la S, de una moto con un mejor acabado y más enfocada a su uso en carretera en el caso de la R y de una moto con la que tan pronto puedes ir al trabajo como a un trackday en el caso de la RS.

Obviamente esto se traduce en diferentes puestas a punto, en diferentes elementos de equipamiento y así es como por ejemplo nos encontramos con una instrumentación más completa en el caso de la R y RS, apoyándose en una pantalla TFT de 5 pulgadas que en el caso de la RS incluye además diferentes modos de visualización. La S sen tendrá que conformar con una pantalla LCD más sencilla y la ausencia de un completo ordenador de a bordo que si montan sus hermanas mayores.

En función de nuestra montura dispondremos de más o menos modos de conducción, además en la R y RS el ABS es configurable (e incluso lo podemos desactivar) y sus ópticas delatarán la versión al no montar la S unas luces LED diurnas.

Estéticamente sigue siendo inconfundible: su doble óptica deja claro que estamos ante la naked, neoclásicas al margen, de Triumph

La suspensión también varía en función de la versión con Showa al cargo de la horquilla delantera y con un monoamortiguador trasero también Showa en el caso de la R que se torna en Öhlins en el caso de la RS, un movimiento semejante, con distintos nombres, a lo que ocurre con sus frenos, con Nissin/Brembo (eje delantero/trasero) al cargo de la frenada de la S y con Brembo en ambos ejes al cargo de la R y RS, aunque también contando con diferentes componentes.

Además la R cuenta con un sistema de cambio “Quickshifter” que es opcional en la S y en la R.

La especialización de cada versión se traslada incluso a la elección de neumáticos, contando con unos Pirelli aún más prestacionales en el caso de la R, unos Pirelli Diablo Supercorsa SP.

Estéticamente esta naked deportiva sigue manteniendo esa característica mirada, esa doble óptica en perfecta sintonía con un manillar alto, un colín de aspecto deportivo y un escape bajo, apostando por el aluminio para su chasis, que recibe un nuevo basculante.

Tendremos que esperar para conocer su precio, para ver la diferencia económica entre la S, la R y la RS… pero sí, tenemos una nueva Street Triple con nosotros, más potente, con una mejor puesta a punto, ligera y deportiva…

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