De qué hablo cuando hablo de Le Mans
Es la vieja historia de la razón y el corazón. Las carreras de coches son algo irracional. Una rara manifestación cultural que pone la más científica y precisa investigación al servicio de una primitiva idea: correr más que los rivales. Las 24 horas de Le Mans es la más primitiva entre las carreras. No porque carezca de reglas, sino porque su idea toma la referencia en el cielo, en una era anterior a la propia máquina: “Corramos sin parar hasta que el sol vuelva a estar mañana en este mismo punto” Ese es el trato. Por eso todo