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El futuro del extensor de autonomía según Toyota

Desde Toyota nos llega el desarrollo de una nueva forma de entender los extensores de autonomía a partir del uso de motores de combustión interna. Desarrollado por un equipo perteneciente a los laboratorios centrales de investigación y desarrollo de la firma nipona, Toyota ha querido reinventar el concepto de extensor de autonomía a través del diseño de motores de pistón libre.

La tecnología, denominada Free Piston Engine Linear Generator (FPEG), no es la primera vez que pasa por la portada de Tecmovia con prometedores resultados en busca de una mayor eficiencia en el uso del carburante, un menor peso y necesidad de espacio y una importante reducción de costes gracias a un alto grado de fiabilidad y un reducido número partes móviles.

Paliando los defectos de las baterías

Partiendo del movimiento alternativo que describe un pistón en el interior de un motor de combustión interna, se ha eliminado la conexión a un cigüeñal para dejar a un lado la transformación mecánica. Los motores de pistón libre hacen uso de su recorrido en el interior de un devanado donde, a través del movimiento linear de un imán que va unido al pistón, se produce una diferencia de potencial que permite alimentar un pack de baterías para hacer uso de la energía eléctrica en un sistema de propulsión.

La eficiencia térmica del sistema alcanza el 42%, haciendo del extensor de autonomía una solución muy interesante para complementar a las baterías

El pistón cuenta en un extremo con la cámara de combustión donde se efectúa la quema de combustible en un ciclo de trabajo de dos tiempos, en el lado opuesto a la cámara de combustión existe una segunda cámara donde se produce la compresión del aire que irá a parar a la admisión. El uso de esta doble cámara permite que el pistón describa el movimiento alternativo dentro del alojamiento.

La potencia máxima del diseño FPEG desarrollado por Toyota es de 10 kW en una unidad que cuenta con dos pistones. Según las estimaciones del proyecto, la energía eléctrica generada permite alimentar el sistema de propulsión de un vehículo eléctrico de dimensiones y peso similares a las de un compacto a velocidades de hasta 120 Km/h.

Aún teniendo en cuenta que el desarrollo experimental del sistema ha conseguido pasar con éxito pruebas de hasta 4 horas sin necesidad de refrigeración y lubrificación, los desafíos de la tecnología todavía son abundantes de cara a su aplicación comercial.

Fuente: GreenCarCongress
En Tecmovia: DLR emplea un propulsor de pistón libre como extensor de autonomía en eléctricos

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