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La extinción de las cajas de cambios manuales pone contra las cuerdas a autoescuelas y conductores nóveles

Quizá no sepas que, en España, una persona puede examinarse del carnet de conducir de tipo B con un coche automático, es decir, sin el pedal del embrague ni palanca de marchas. Es probable que lo desconozcas, pues es un progreso bastante reciente y menos del 10% de las autoescuelas del país ofrecen esta alternativa a sus alumnos.

La mayoría que sí lo hace se encuentra en grandes urbes, consintiendo que miles de usuarios hayan recibido una licencia con el código 78. Este señala que su portador aprobó las pruebas prácticas para la obtención del permiso mediante un automóvil con transmisión robotizada en vez de manual.

Pero lo que puede parecer una ventaja, en realidad se puede convertir en un grave problema. En 2024, casi el 60% de los coches que se matriculan aquí ya vienen con una caja de cambios automatizada, lo cual es un porcentaje similar al del resto de la Unión Europea, y cada vez menos fabricantes conservan modelos manuales nuevos que los centros de formación vial puedan adquirir.

Las cajas de cambios manuales tienden a desaparecer, pero la normativa que «dicta» la Dirección General de Tráfico no evoluciona al ritmo del mercado, con las consecuencias que esto implica.

Autoescuela Carnet Conductor Novel 01

El fin de las transmisiones manuales y el auge de las automáticas preocupa a la CNAE

No son pocas las autoescuelas que comienzan a experimentar ciertas dificultades para la renovación de su flota de vehículos, pues muchos de los más modernos, sobre todo si tienen un propulsor diésel y unas dimensiones superiores a las de un utilitario, sólo se pueden configurar con transmisiones de tipo DCT o CVT, principalmente. Estas, en pro de la comodidad, no requieren la acción del conductor sobre el acoplamiento del embrague o las transiciones entre relaciones.

La extinción casi vertiginosa de los cambios «tradicionales», con base en la evolución de la tecnología en la industria automotriz, sus economías de escala y la demanda de los consumidores, provocará que algunos pretendientes al carnet B se examinen con una clase de coche que luego no le permitirá usar el suyo de forma legal, ya que en un parque móvil nacional con 14 años de antigüedad media, lo habitual es contar con un turismo de tres pedales y pomo central. Esto es así porque la DGT aún no contempla que una licencia conseguida con un automático pueda servir para manejar manuales.

Tráfico debería empezar a valorar otro sistema o algún tipo de convalidación para el código 78 del permiso tipo B. De lo contrario, quien desee tener su licencia con cambio manual no podrá hacerlo dentro de poco. Precisamente, esto es lo que propone CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas), que ve cómo los centros de conducción se pueden quedar sin disponibilidad de vehículos «con marchas» en unos años y cómo algunos usuarios no dispondrán de la oportunidad de realizar un curso homologable o complementario específico para manuales.

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