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5 maneras de contener nuestro gasto mensual en combustible

Para muchos conductores, el gasto mensual en combustible supone una de las partidas de gasto más importantes de la economía familiar. Aunque el combustible es solo uno de los múltiples gastos que supone tener en propiedad y utilizar un vehículo, es uno de los más palpables, al ser función directa de los kilómetros recorridos con el coche en cuestión. Además de seguir nuestros consejos de conducción eficiente para ahorrar combustible, está en tus manos reducir el gasto mensual en combustible. Te contamos cinco maneras de hacerlo.

 

1) Llena el depósito de combustible

No vayas repostando de 20 euros en 20 euros. Llena el depósito de combustible hasta el tope siempre que repostes. ¿Qué ganas con esto? En primer lugar, tendrás que hacer menos viajes a la gasolinera, evitando el gasto que ello conlleva – tanto en tiempo como en dinero. En segundo lugar, sufrirás una menor exposición a las fluctuaciones rápidas de precios. Si la tendencia de precios es alcista, llenar el depósito te asegurará un gasto por kilómetro más estable, durante más tiempo. Por todos es sabido que en los precios del combustible suben más rápidamente de lo que bajan.

 

2) Cambia de gasolinera, u opta por una low-cost

Muchos tenemos una gasolinera de confianza, o una cadena de gasolineras de confianza. La realidad es que el combustible que todas ellas venden proviene del mismo mayorista: CLH (Campañía Logística de Hidrocarburos). Las diferencias en precios están motivadas por los aditivos que algunas empresas añaden a sus carburantes, pero están principalmente motivadas por el margen del minorista. Una gasolinera con servicio atendido, tienda, túneles de lavado y servicios va a ser más cara que un autoservicio de bajo coste sin caja ni personal permanente, en el que pagamos con tarjeta en el propio surtidor.

En muchas gasolineras low-cost, el carburante es suministrado por grandes petroleras como Cepsa o BP.

De hecho, el combustible suministrado en muchas de estas estaciones de servicio de bajo coste procede de otras cadenas de renombre. Personalmente, reposto gasóleo en una cooperativa agrícola con servicio al público, en donde el combustible es suministrado por Cepsa. Ahora bien, el litro de gasóleo es 9 céntimos más barato que en la gasolinera «de marca» situada a 100 metros de distancia. Entiendo que algunos queráis seguir siendo fieles a vuestras gasolineras de siempre, y lo entiendo perfectamente. Pero si te cuesta llegar a fin de mes, existen alternativas a las grandes cadenas.

 

3) Vigila cuándo repostas combustible, y dónde lo repostas: planifica tus viajes

Si vas a realizar un viaje largo próximamente, debes planificar adecuadamente tus repostajes. Si lo haces bien, puedes ahorrarte decenas de euros – y la cosa no está como para derrochar. Hace tiempo tenía sentido repostar en las Comunidades Autónomas con menores impuestos autonómicos a los combustibles, pero han sido armonizados – redondeados al alza, hablando en plata – a nivel nacional. En este artículo os hemos hablado de la fiscalidad de los combustibles, de la antigua problemática de los «céntimos sanitarios» y por qué existían diferencias de más de 5 céntimos por litro según regiones. Hoy en día, es irrelevante en qué provincia repostar: los precios ya no dependen de «céntimos sanitarios», pero sí de otros factores.

No repostes los viernes o justo antes de grandes movimientos vacacionales, como pueden ser puentes. En las autopistas de peaje la gasolina siempre será más cara.

Debes tener en cuenta que los precios del combustible suelen subir justo antes del fin de semana – el viernes es el peor día para ir a la gasolinera – y justo antes de grandes movimientos vacacionales, como puentes y «operaciones salida». Igualmente, no conviene olvidar que el precio de los combustibles es mayor en autopistas de peaje que en carreteras secundarias y pequeñas poblaciones, donde además puedes evitar el monopolio de las grandes petroleras. Existen varias herramientas grauitas para planificar tus viajes, como la web «Diésel o gasolina» o el portal de precios del Ministerio de Industria.

 

4) Llena el depósito con temperaturas bajas, como a primera hora de la mañana

El combustible líquido tiene un coeficiente de dilatación bajo, pero tiene un coeficiente de dilatación volumétrica – de 950 millonésimas por grado en la gasolina y de 820 millonésimas por grado en el caso del gasóleo. A menor temperatura del combustible, menor es el volumen que ocupa. El resultado en los surtidores es que repostarás más cantidad de combustible por el mismo precio a temperaturas bajas. Las gasolineras almacenan el combustible bajo tierra, pero también sufre variaciones térmicas a lo largo del día. Justo antes del amanecer debería estar a su temperatura más baja del día.

A menor temperatura, mayor será la densidad del combustible y más volumen de combustible repostarás por el mismo precio.

El ahorro no es brutal, vaya por delante. En un depósito de 50 litros no llegará al euro, y eso sólo ocurrirá en zonas donde haya una gran amplitud térmica. Si vives en Madrid y vas a repostar en pleno mes de julio, te interesa ir a primerísima hora de la mañana a repostar. Aunque el ahorro es bajo, su efecto acumulativo no es despreciable y debe tenerse en cuenta si lo que estás repostando no es un coche, sino un camión con un depósito de combustible de 800 litros. De hecho, los camiones que abastecen las gasolineras vigilan muy de cerca la temperatura de llenado de sus tanques – de nada menos que 25.000 litros de capacidad.

 

5) Usa menos el coche… o úsalo mejor

Es la opción que nadie quiere escuchar, pero es la más realista y la más sencilla de implementar en muchos casos. Si quieres ir al centro de tu ciudad o de tu pueblo, piensa en ir andando o en usar el transporte público – especialmente eficiente en grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Si vives en una ciudad con servicios disponibles de car-sharing o moto-sharing, puedes ahorrarte pagar párking, gastando menos combustible buscando dónde aparcar. Si viajas solo frecuentemente, considera la opción de publicar tus viajes en Blablacar o Amovens, recibiendo dinero por parte de las personas que viajen contigo – aunque en tiempos de pandemia sea menos aconsejable hacer uso de estos servicios.

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