Es impresionante que un bicho así pueda ir a 60 km/h moviendo más de 400 toneladas. Y todavía más increíble que sea capaz de hacerlo sin quemar una gota de gasoil. Este dúmper rígido es una creación de Caterpillar y ya ha empezado a trabajar en una mina real a cielo abierto, uno de los entornos más duros y exigentes del planeta.
Un dúmper minero de 400 toneladas que se mueve con baterías
La electrificación no es solo cosa de coches o autobuses urbanos. También está llegando a los vehículos más grandes del mundo, como los camiones mineros -también llamados volquetes o dúmperes-. En este caso, hablamos del Caterpillar Cat 793 XE Early Learner, un dúmper totalmente eléctrico cuyas primeras unidades ya han llegado a la mina de hierro de Jimblebar, en la región australiana de Pilbara.
Se trata de dos unidades entregadas dentro de un acuerdo histórico entre BHP -una de las compañías mineras más grandes del mundo-, Rio Tinto y Caterpillar, mediante el cual pretenden comprobar si la tecnología de baterías puede sustituir al diésel en las operaciones mineras sin comprometer la productividad, la rentabilidad y la fiabilidad de las máquinas convencionales.
Una vez completada la fase inicial de puesta en marcha, los camiones comenzarán a trabajar como el resto para validar no solo el vehículo en sí, sino todo lo que lo rodea: infraestructura de carga, gestión energética, integración con los sistemas de flota y adaptación a los procesos operativos de la empresa minera.
Así es el sistema de propulsión eléctrica del Cat 793 XE
Aunque no se conocen en detalle todas sus especificaciones, sabemos que el eléctrico está en la línea de la versión diésel, que puede cargar 240 toneladas y pesa 404.000 kilos completamente cargado. Pero la clave no está en sus impresionantes dimensiones, en lo que pesa o en lo que puede cargar, que también, sino en cómo se mueve. El Cat 793 XE Early Learner prescinde por completo del motor diésel y utiliza un sistema de propulsión 100 % eléctrico.
Utiliza una batería LFP (litio-ferrofosfato) de 564 kWh de capacidad, más o menos como 8 Teslas Model 3 estándar. Se ha utilizado la química LFP por su mayor estabilidad térmica y durabilidad, dos cualidades bastante importantes en aplicaciones industriales.
La energía almacenada en esa batería alimenta un motor eléctrico de 645 CV (480 kW), capaz de mover sin problema un conjunto que, cuando va completamente cargado, supera las 400 toneladas entre camión y carga, manteniendo velocidades equivalentes a las de sus homólogos diésel, con una punta de 60 km/h.
645 caballos quizá te parezcan pocos para semejante máquina y es normal que te, de primeras, te sorprenda. El 793 diésel tiene casi 2.700 CV de potencia, pero el eléctrico tiene el suficiente par motor para igualar el rendimiento de los diésel (aunque Caterpillar no ha dado la cifra exacta). La mejor prueba de ello es que el 793 eléctrico es capaz de ascender un 10% de pendiente a 12 km/h completamente cargado y alcanza la misma velocidad punta que los diésel.
Tiene frenada regenerativa, un sistema que aquí es todavía más interesante que en un coche. En una mina a cielo abierto, los camiones descienden largas rampas de forma constante, y en ese entorno la frenada regenerativa permite recargar mucha energía en la batería. Sería interesante conocer las horas de autonomía que tiene, pero Caterpillar no ha facilitado ese dato.
La minería también quiere descarbonizarse, pero no es sencillo
BHP y Rio Tinto coinciden en que ninguna empresa puede lograr por sí sola una minería sin emisiones, y que la colaboración es imprescindible para avanzar hacia ese objetivo. La electrificación del transporte pesado es una de las palancas más importantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector, tradicionalmente muy dependiente del gasoil y de motores de gran cilindrada funcionando prácticamente 24/7.
Lo aprendido en la mina de Jimblebar servirá para definir futuras pruebas a mayor escala y, llegado el caso, hacer flotas completas de camiones eléctricos en ambas compañías. Todo esto está alineado con el objetivo común de alcanzar emisiones netas cero en sus operaciones en el año 2050.
Fuente: Rio Tinto







