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Club 1000: bajar de los 10 minutos en Nürburgring con coches lentos es mucho más divertido

La popularidad de Nürburgring se ha disparado durante los últimos años. Su uso como circuito de pruebas para fabricantes y la encarnizada guerra por el menor tiempo de vuelta entre vehículos deportivos han contribuido a que el circuito se haya convertido en una verdadera meca para todo petrolhead. Hace años, antes de todo el hype, para los asistentes a los Touristenfahrten – días de acceso libre al público – era todo un honor bajar de los 10 minutos por vuelta. Bridge to Gantry se ha propuesto recuperar la magia de los 10 minutos, y lo hace con una curiosa propuesta llamada Club 1000. Porque rodar rápido con coches lentos es mucho más divertido.

Lo que Bridge to Gantry propone es crear un club de coches sobre el papel lentos y poco potentes, capaces de bajar de los diez minutos en una vuelta a Nordschleife. Ya que el nivel de preparación de los coches de muchos aficionados ha subido últimamente, los requisitos para entrar al Club 1000 son bastante exigentes. El coche tiene que tener un propulsor de cómo máximo 1.049 centímetros cúbicos, y el motor debe ser el que el coche equipaba de fábrica. No se permiten coches sobrealimentados ni swaps, así que olvida la idea de montarle el motor de una moto deportiva al Citroën AX del abuelo.

Los coches deben estar matriculados, homologados y tener un motor atmosférico inferior a los 1.049 cc. Será imposible ver en este club coches de más de 70 CV.

Por supuesto, los coches deben estar matriculados y sus modificaciones deben estar homologadas: son coches de calle, y se pretende que lo sigan siendo. Los componentes internos del motor no deben modificarse, y sólo se puede jugar con admisión o escape. En cuanto al tren de rodaje, no se permiten coilovers ajustables, pero sí reemplazar muelles, amortiguadores y estabilizadoras por unidades de corte más deportivo. Los neumáticos del coche pueden ser semi-slicks, y deben estar montados como máximo en llantas de 15 pulgadas. Se está valorando limitar el ancho máximo de los neumáticos a 175 o 185 mm.

Se permite la reducción de peso, pero no se permite quitar los paneles de las puertas, los cristales del vehículo o el salpicadero. Para garantizar la seguridad de los ocupantes, se pedirá la instalación de una jaula antivuelco, un baquet con cinturones de cuatro puntos y un extintor. Club 1000 no es una competición, es un club al que se granjea el acceso tras pagar una pequeña suscripción, y contar con un coche que cumpla todos estos requisitos. No queda claro como se llevará a cabo el control de tiempos, pero sabemos que se beneficiarán de precios reducidos para acceder al circuito y otros trackdays.

No hay premios, sólo una tabla donde los participantes del Club 1000 que bajen de los 10 minutos tendrán un puesto de honor reservado. Lo importante en esta iniciativa es pasarlo bien.

Con todo, lo que se busca es formar parte de una comunidad que quiere divertirse, y no gastarse una fortuna en un coche preparado hasta las trancas. La mayor parte de coches serán básicos y de segunda manos, coches como un Nissan Micra K11, un Toyota Yaris o un Citroën C1. Coches ligeros y muy sencillos que rara vez pasan de los 70 CV. Coches que una vez aligerados y con un tren de rodaje adecuado, aún harán sufrir a sus dueños para lograr un tiempo de vuelta inferior a los 10 minutos. Coches que exigirán a su conductor aprovechar al máximo la inercia y lograr el mayor paso por curva posible.

En definitiva, una aventura apasionante para los aficionados al ‘Ring, a la que en absoluto nos importaría sumarnos. Toda la información, en Bridge to Gantry.

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