España quiere reducir sus importaciones de combustibles fósiles. El objetivo está claro, pero el camino para lograrlo no termina de convencer a la ciudadanía. En el escenario futuro del próximo invierno los problemas podrían llegar en dos direcciones: un corte en el suministro por parte de Moscú o que los países de la Unión Europea dejen de comprar en Rusia. Cualquier opción se traduciría en escasez de energía: en materia de motor, el Gobierno tiene previsto dar una serie de recomendaciones para ahorrar combustible.
Teresa Ribera, Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, desvelaba esta semana que el Gobierne prepara, ahora mismo, dos frentes de acción. El primero de ellos sería un plan de ahorro y eficiencia energética que conoceremos dentro de unos días mientras que el segundo consistirá en un conjunto de recomendaciones para que ciudadanos y empresas reduzcan el consumo de energía y la dependencia de combustibles fósiles.
Tres recomendaciones (de momento)
Desde el Gobierno insisten en que serán consejos y que, de momento, no impondrán nada: “Estamos trabajando en términos de recomendaciones para que los ciudadanos puedan contribuir a reducir el consumo, no estamos trabajando en legislación dura” explicaba Teresa Ribera en declaraciones a RTVE. El objetico es que esta situación no se convierta en una “carga” que los ciudadanos no puedan gestionar.
Habrá, por lo tanto, “algunas recomendaciones básicas que son muy importantes” y que tienen como punto de partida las diez medidas que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) propuso para minimizar el consumo de combustibles fósiles y la factura de cada país. Algunas de ellas tienen a los conductores en el punto de mira. De ese decálogo, el Gobierno habría escogido tres consejos para reducir el consumo de combustible de los coches. Son estas.
Reducir la velocidad
Esta semana, El Economista desvelaba que el Gobierno estaría estudiando la posibilidad de aconsejar a los conductores que circulasen a 100 km/h por autovías y autopistas y a 30 km/h por todas las calles de las ciudades. La AIE aseguraba que reduciendo, como mínimo, en 10 km/h los límites de velocidad establecidos en vías de alta ocupación se ahorrarían 290.000 barriles por día de petróleo para automóviles y 140.000 adicionales de camiones.
Teresa Ribera confirmaba que valoran “la posibilidad de limitar la velocidad” como ya ocurrió en el pasado: “En otro momento de tensión, no hace tantos años, se planteó incluso la reducción de la velocidad que es una de las recomendaciones que introduce de nuevo la Agencia Internacional de la Energía en sus propuestas. Pensemos que en la década de los setenta en muchos países europeos se impulsaron a gran escala medidas muchas más amplias de reducción del uso del vehículo privado”.
Compartir coche
La segunda recomendación que la Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico puso sobre la mesa pasaría por compartir coche para ir a trabajar o a otro lugar “si no se puede utilizar el transporte público”. Teniendo en cuenta los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía esto implicaría un ahorro de 470.000 barriles por día.
Más transporte público
La última petición del Gobierno para los ciudadanos consistiría en dar prioridad al transporte público frente al vehículo privado. En su decálogo, la AIE apostaba por reducir los precios del transporte público e incentivar la micromovilidad, los trayectos a pie y en bicicleta para ahorrar 330.000 barriles diarios.
Otras recomendaciones
Hasta que el Gobierno no desvele sus planes no sabremos si sus recomendaciones para los conductores se quedan en reducir la velocidad, compartir coche y priorizar el uso del transporte público… o si añade alguna más.
Según El Economista también estaría estudiando la posibilidad de establecer un día sin coche como aconsejaba la Agencia Internacional de la Energía, que apostaba por instaurar los domingos sin coches en las ciudades: una vez al mes se ahorraría 95.000 barriles por día mientras que con cuatro esa cifra se iría a 380.000 barriles diarios. Y no olvidemos que en ese decálogo también figuraba la propuesta de un acceso en días alternativos a las grandes ciudades para los vehículos privados para generar un ahorro de 210.000 barriles por día.
