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Si el Grupo B no te fascinaba, lo amarás después de ver este espectacular homenaje en vídeo

¿Por qué el Grupo B nos sigue fascinando más de 30 años después de su desaparición? Es cierto que el ser humano tiende a idealizar los tiempos pasados, se olvida de los negativo y guarda solo los buenos recuerdos. Y también es cierto que el mundo del automóvil lleva años en una espiral nostálgica, quizá por temor a lo que el futuro de la movilidad trae. Sea como sea, la realidad es que la era del Grupo B fue una de las más fascinantes de la historia de los rallyes. Una era única, colmada de épica y emoción. Si hasta el momento no te había contagiado este «virus», tras ver este homenaje en vídeo caerás sin remedio.

El vídeo es un homenaje de un aficionado finlandés a esta era dorada de los rallyes. Una época en la que la práctica ausencia de reglas hizo que los fabricantes se enzarzaran en una batalla fiera y encarnizada, una contienda en la que la potencia de los coches de competición se dobló en apenas dos o tres años. A mediados de los años 80 los coches de rallye ya superaban los 500 CV de potencia e incorporaban innovaciones técnicas a un ritmo vertiginoso. Innovaciones que damos por hechas hoy día, como la tracción total o los cambios de doble embrague – que fueron incorporadas poco a poco a los coches de calle.

Lancia Delta S4

Motores sobrealimentados por turbo y compresor, tracción total, dispositivos de efecto suelo, cambios de doble embrague… el Grupo B fue un verdadero laboratorio rodante.

A los aficionados a los rallyes esta feroz lucha entre equipos y marcas les pilló por sorpresa, pero pronto se volcaron en ella. Aún me pone los pelos de punta ver mareas de aficionados apartarse ante los coches que se abalanzaban sobre ellos. Iban tan a tumba abierta como los pilotos, súper hombres y súper mujeres que se jugaban la vida cada vez que el comisario de carrera ponía en marcha el cronómetro. Cuentan que en ocasiones, los mecánicos encontraban pelo o dedos amputados en los coches cuando terminaban las etapas. Claro que eran otros tiempos, y claro que la seguridad brillaba por su ausencia.

El vídeo no habla solo de la épica o del afán de superación de pilotos como Walter Röhrl o Ari Vatanen. También toca las sombras del Grupo B, como la enorme presión física y psicológica a la que los pilotos estaban sometidos. No solo se jugaban la vida con coches que llevaban al límite sus habilidades de pilotaje, sino que ponían en peligro a todos los espectadores del rallye. En 1986, en el Rallye de Portugal un Ford RS200 provocó 30 heridos y 3 muertos en una salida de pista, y en el Tour de Corse, Toivonen y su copiloto fallecieron en una salida de vía a bordo de su Lancia Delta S4.

El Lancia Delta S4 tenía 450 CV y no llegaba a los 900 kilos. En Estoril, el Delta S4 de Toivonen dio una vuelta al circuito sólo dos segundos más lenta que el F1 de Ayrton Senna.

El Delta S4 tenía multitud de componentes de magnesio y la salida de pista fue tan fuerte que todo el coche fue consumido por las llamas en apenas segundos. Los pilotos escribieron una carta a la FISA, en la que suplicaban por la introducción de limitaciones o reglas que pusieran coto a la locura colectiva en la que el Grupo B se estaba convirtiendo. La FISA paralizó el desarrollo de los Grupo B, poniendo fin a una de las eras más absurdas y fascinantes de este deporte. Una época que pese a su peligrosidad, es aún recordada como la cúspide de sus carreras por muchos de los pilotos participantes.

El vídeo lo cuenta mucho mejor que yo, que soy un simple juntaletras. A veces, un vídeo sin apenas locuciones o texto vale más que mil palabras.

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